La costa este de Estados Unidos se enfrenta a la subida del nivel del mar por la ralentización de la corriente atlántica

Una poderosa corriente oceánica se está debilitando y, con ello, está provocando más inundaciones en el noreste estadounidense. Un nuevo modelo climático permite predecir inundaciones años con hasta tres años de antelación… y anticiparnos a un futuro que ya empieza a mojarnos los pies.

Por Enrique Coperías

La circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC) funciona como una cinta transportadora que lleva agua desde Florida hasta Groenlandia y regula el clima global.

La circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC) funciona como una cinta transportadora que lleva agua desde Florida hasta Groenlandia y regula el clima global. Su debilitamiento puede conducir a un indeseable aumento del nivel del mar en en la costa noreste de Estados Unidos. Cortesía: NASA's Goddard Space Flight Center

El aumento del nivel del mar es una de las manifestaciones más visibles del cambio climático, pero en la costa noreste de Estados Unidos, hay una amenaza menos evidente —aunque igual de preocupante— que está potenciando el riesgo de inundaciones costeras: el debilitamiento de una poderosa corriente oceánica que actúa como el corazón del océano Atlántico.

Hablamos de la circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés), y su progresivo enlentecimiento, documentado por un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances, no solo está subiendo el nivel del mar más rápido de lo que se pensaba, sino que también está haciendo que las inundaciones se vuelvan más frecuentes, incluso en ausencia de tormentas.

Dirigido por la oceanógrafa Liping Zhang, del Laboratorio de Dinámica de Fluidos Geofísicos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), este trabajo representa un salto cualitativo en la predicción climática. En efecto, usando modelos de alta resolución, los investigadores han logrado anticipar con hasta tres años de anticipación los picos de frecuencia de inundaciones costeras en la región. Para ello, han integrando datos históricos, observaciones mareográficas y simulaciones dinámicas.

¿Qué es la AMOC y por qué importa?

La circulación de vuelco meridional del Atlántico es una enorme cinta transportadora oceánica que desplaza agua cálida desde los trópicos hacia el norte del océano Atlántico, donde se enfría, se vuelve más salada y densa y se hunde en las profundidades del océano. Desde allí, fluye de regreso hacia el sur para completar así un ciclo que regula el clima global; redistribuye calor y nutrientes entre hemisferios.

Su debilitamiento está asociado a:

✅ Un aumento regional del nivel del mar.

✅ Una mayor frecuencia de inundaciones costeras.

✅ Impactos directos del cambio climático y el deshielo de Groenlandia.

La importancia de la AMOC ha sido reconocida por los climatólogos desde hace años, pero este estudio aporta evidencia directa de que su debilitamiento, acentuado por el cambio climático, tiene consecuencias muy concretas, que ya son palpables en las costas estadounidenses.

El equipo liderado por Zhang analizó registros mareográficos que abarcan más de un siglo a lo largo de la costa de Nueva Inglaterra. Cuando los científicos separaron el efecto del cambio climático en el aumento del nivel del mar, descubrieron que el mar también sube y baja en ciclos que duran varias décadas, y que esos cambios coinciden con los periodos en que la gran corriente AMOC se hace más fuerte o más débil.

En los periodos de AMOC débil, el nivel del mar subía significativamente en la región y las inundaciones eran más frecuentes.

El nivel del mar podría subir hasta 24 centímetros adicionales

Pero ¿por qué ocurre esto? Al atenuarse la AMOC, el agua profunda en su trayecto se calienta y expande. Esta expansión térmica empuja más agua hacia la plataforma continental poco profunda del noreste de Estados Unidos, lo que hace que se eleve el nivel local del mar más allá de lo que predice el promedio global. Además, la redistribución de la masa oceánica generada por esta expansión contribuye a amplificar el efecto.

Aunque el aumento del nivel del mar es una tendencia global, no afecta por igual a todas las regiones. En la costa noreste de EE. UU., la situación se agrava porque algunas zonas del terreno están hundiendo —lo que acelera el aumento relativo del nivel del mar— y porque el agua de deshielo y el calentamiento del Atlántico Norte están alterando el balance térmico y de salinidad del océano.

Zhang advierte de que «incluso un debilitamiento parcial de la AMOC ya está teniendo impactos sustanciales en la frecuencia de las inundaciones». Y si esta corriente oceánica colapsara completamente —un escenario poco probable, pero científicamente plausible—, el nivel del mar podría subir hasta 24 centímetros adicionales, lo cual, aunque parezca una cifra modesta, tendría consecuencias devastadoras para la infraestructura costera.

La científica Liping Zhang advierte que incluso un debilitamiento parcial de la AMOC ya está aumentando las inundaciones en la costa noreste de EE. UU.

La científica Liping Zhang advierte que incluso un debilitamiento parcial de la AMOC ya está aumentando las inundaciones en la costa noreste de EE. UU. Un colapso total de esta corriente podría elevar el nivel del mar hasta 24 centímetros más, con efectos potencialmente devastadores para las infraestructuras costeras. Foto: Lance Asper

Predicciones que pueden salvar vidas (y mucho dinero)

Chris Hughes, oceanógrafo de la Universidad de Liverpool, que no participó en el estudio, lo resume así: «Esto demuestra que la AMOC realmente importa. No es solo una abstracción en los modelos; está afectando al mundo real».

El modelo desarrollado por la NOAA y sus colaboradores no solo permite entender el pasado y el presente, sino también anticipar el futuro. Gracias a una técnica conocida como ampliación dinámica (dynamical downscaling), los científicos pudieron traducir los efectos globales del clima a escalas locales, incluyendo detalles cruciales como mareas, corrientes costeras y procesos físicos cercanos a la costa.

Al usar datos actualizados para inicializar el modelo, Zhang y sus colegas lograron predecir con varios años de antelación el comportamiento de la AMOC y, con ello, la frecuencia de las inundaciones.

Este nivel de predicción climática es de enorme valor práctico, pues permitiría a las ciudades costeras planificar obras de protección con tiempo, actualizar mapas de riesgo, adaptar las pólizas de seguros e incluso decidir cuándo y dónde construir nuevas infraestructuras.

En palabras de Zhang, «La posibilidad de anticipar los años con más riesgo de inundaciones costeras ofrece una poderosa herramienta para la planificación y la preparación ante emergencias».

¿Y qué pasa con el cambio climático?

El estudio también pone en perspectiva el papel del cambio climático. Aunque el calentamiento global y la acumulación de gases de efecto invernadero son la principal causa del aumento sostenido del nivel del mar, la AMOC actúa como un modulador natural que puede amplificar o mitigar sus efectos a lo largo de períodos de unos diez años.

Desde 2005, el debilitamiento de la circulación de vuelco meridional del Atlántico ha sido responsable de entre el 20% y el 50% de los días con inundaciones registrados en distintas estaciones costeras.

Durante algunas décadas, como entre 1980 y 2005, una AMOC más fuerte contrarrestó el aumento del nivel del mar. Pero hoy, ese mismo sistema está empujando a que el mar esté aún más alto.

La circulación oceánica desempeña un papel importante en la absorción del carbono de la atmósfera

Una advertencia que flota en el agua

Más allá de los números, este trabajo representa una advertencia fundamentada: si la AMOC se debilita aún más —o colapsa parcialmente, como temen algunos escenarios climáticos extremos—, la región noreste de Estados Unidos podría enfrentar inundaciones más frecuentes, incluso sin tormentas ni huracanes.

En un contexto donde los eventos extremos son cada vez más comunes, la posibilidad de que el mar invada con mayor frecuencia nuestras ciudades no puede seguir tratándose como una probabilidad remota. La ciencia climática nos está diciendo que parte del futuro ya está escrito… en las corrientes del océano. ▪️

  • Fuente: Liping Zhang et al. Skillful multiyear prediction of flood frequency along the US Northeast Coast using a high-resolution modeling system. Science Advances (2025). DOI:10.1126/sciadv.ads4419

Anterior
Anterior

Los seres vivos emiten una luz tenue que se extingue al morir, según un nuevo estudio

Siguiente
Siguiente

¿Qué cambios genéticos nos hicieron una especie única?