Los peces, aliados invisibles en la lucha contra el cambio climático
Los peces podrían ser una pieza clave del puzle climático que apenas empezamos a comprender. Más allá de su valor como alimento, estos animales ayudan a capturar y almacenar carbono en las profundidades del océano, lo que los convierte en aliados silenciosos en la lucha contra el calentamiento global.
Por Enrique Coperías
«Debemos entender a los peces como reguladores del clima y constructores de hábitats, no solo como alimento. Esto puede permitirnos una mejor gestión de los océanos, que a la vez proteja el clima y garantice un uso sostenible de los recursos», afirma Angela Martin.Foto: Jet Kim
Los peces no solo son un recurso alimentario esencial ni simples habitantes de los mares: también desempeñan un papel clave en el almacenamiento de carbono en el océano. Así lo demuestra una investigación de la bióloga marina Angela Martin, realizada en la Universidad de Agder (UiA), en Noruega, que revela cómo los peces costeros contribuyen a capturar y transportar carbono hacia las profundidades marinas, donde puede permanecer durante siglos lejos de la atmósfera.
«En los mares profundos, sin peces, el carbono permanecería en la superficie, donde fácilmente puede volver a la atmósfera», explica Martin en un comunicado de la UiA. Y añade—: Los peces funcionan como transportadores de carbono que ayudan a llevarlo hacia las profundidades, donde puede almacenarse durante mucho tiempo». Sin embargo, hasta ahora se sabía poco sobre el papel de las especies costeras en este proceso.
En su tesis doctoral, Martin analizó las heces de diez especies de peces noruegos, entre ellos el bacalao atlántico, el verdel, el abadejo y varias especies de lábridos. Los ejemplares se recogieron entre 2018 y 2020 en el Skagerrak y la costa occidental de Noruega. Con métodos desarrollados específicamente para este estudio, la investigadora midió el contenido de carbono en las heces y su velocidad de hundimiento, dos factores cruciales para entender cómo se almacena el carbono en los ecosistemas costeros.
«Estimar el contenido de carbono en las heces de los peces nos ayuda a entender cómo de importantes pueden ser para el transporte y almacenamiento de carbono», señala Martin.
Cuatro formas en que los peces ayudan a secuestrar carbono
Los resultados son reveladores: las heces de bacalao, lábridos y gobios contenían entre un 17 % y un 38 % de carbono y se hundían con rapidez —entre 2.550 y 6.390 metros por día—, lo que favorece su incorporación a los sedimentos marinos. Pero el estudio también muestra una notable variabilidad.
«El mismo pez podía producir heces muy diferentes según su dieta —apunta la investigadora—. Los peces que habían comido algas producían heces que se hundían más lentamente que los que habían ingerido organismos con concha, porque el material calcáreo añade peso y acelera el hundimiento».
Martin identifica cuatro formas en que los peces influyen en el almacenamiento de carbono:
1️⃣ Almacenamiento directo: acumulan carbono en su cuerpo y producen heces ricas en carbono que se depositan en el fondo marino.
2️⃣ Transporte biológico: trasladan carbono entre zonas marinas mediante migraciones y movimientos verticales diarios.
3️⃣ Control de ecosistemas: los peces depredadores mantienen el equilibrio de especies herbívoras que podrían destruir hábitats ricos en carbono como los bosques de algas o praderas marinas.
4️⃣ Bomba de nutrientes: reciclan y distribuyen nutrientes que favorecen el crecimiento de fitoplancton y plantas marinas, esenciales para la captura natural de CO₂.
Las investigaciones demuestran que los peces no son simples participantes pasivos del océano. Son ingenieros del ecosistema, capaces de modelar y mantener su entorno de formas que influyen directamente en el equilibrio del clima. Foto: Michal Mrozek
Implicaciones climáticas de la investigación
El estudio también apunta que existen variaciones estacionales: los peces costeros producen más heces en verano que en otoño, lo que sugiere que su contribución al almacenamiento de carbono cambia a lo largo del año. «Es mucho más complejo de lo que pensábamos —subraya Martin—. Los peces almacenan y liberan carbono al mismo tiempo: respiran CO₂, pero también producen excrementos que lo fijan».
Las implicaciones climáticas de esta investigación van más allá del conocimiento científico. Martin, hoy asesora de las autoridades medioambientales británicas, forma parte de un grupo de trabajo del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES), encargado de orientar la gestión pesquera sostenible.
«Tratamos de que las políticas de pesca no solo consideren cuántos peces se pueden capturar, sino también el papel que tienen en el clima», explica Martin.
El papel oculto de los peces en el sistema climático
En regiones como el Skagerrak, donde existen zonas muy profundas con altos niveles de carbono cuya procedencia se desconoce, estos hallazgos podrían ser especialmente relevantes. «Es posible que los peces de áreas someras estén contribuyendo a transportar carbono hacia zonas profundas», apunta Martin.
Su método de recogida de heces, fruto de múltiples ensayos y errores —«intenté muchas cosas que no funcionaron», reconoce con humor—, está siendo adoptado ahora por investigadores de la Universidad de Oslo, Irlanda y Finlandia. «Es positivo que otros puedan aprender de mis errores», dice Martin.
El estudio de Martin abre una nueva línea de investigación sobre el papel oculto de los peces en el sistema climático. Más allá de su valor comercial, su trabajo recuerda que la vida marina no solo sostiene ecosistemas marinos, sino que también puede ser una aliada esencial en la lucha contra el cambio climático.▪️
Información facilitada por la Universidad de Agder
Fuente: Martin, A. H. The functional role of marine vertebrates in the ocean carbon cycle [Doctoral dissertation]. University of Agder (2025).