Robots blandos sin sensores ni baterías: la revolución de la robótica colectiva inspirada en las hormigas
Un sistema robótico innovador desarrollado por Harvard y Seúl permite que pequeños robots modulares cooperen y se adapten al entorno sin control central ni inteligencia artificial tradicional.
Por Enrique Coperías
Los link-bots se componen de partículas impresas en 3D ensartadas en cadenas en forma de V. Cortesía: Harvard John A. Paulson School of Engineering and Applied Sciences
En los hormigueros, las colonias actúan como organismos vivos. Sin que nadie que las dirija, las hormigas cooperan, se agrupan, se separan, se adaptan. Este tipo de comportamiento colectivo emerge sin planificación central, y es precisamente esa lógica la que ha inspirado a un equipo de investigadores para crear un nuevo tipo de robot.
No tiene sensores, ni chips, ni baterías. Y sin embargo, coopera, se mueve y actúa con otros para realizar tareas complejas.
La investigación, publicada en la revista Science Advances, ha sido liderada por el físico y biólogo Lakshminarayanan Mahadevan, de la Universidad de Harvard, en colaboración con el profesor Ho-Young Kim, de la Universidad Nacional de Seúl. El resultado: unos robots modulares, llamados link-bots, que funcionan gracias a la geometría y a las vibraciones, sin necesidad de inteligencia artificial ni algoritmos sofisticados.
Robots cooperativos que se mueven gracias a la vibración
Cada link-bot está formado por pequeñas piezas impresas en 3D, unidas en cadenas en forma de V. Sus patas inclinadas les permiten avanzar cuando se colocan sobre una superficie vibratoria. Al cambiar la forma en que estas piezas están conectadas —el diseño del eslabón— los robots blandos pueden avanzar, detenerse, girar, colarse por huecos, transportar objetos o bloquear accesos. Todo esto sin un solo cable ni línea de código.
«El comportamiento que observamos parece complejo, pero en realidad se basa en interacciones físicas muy simples — explica Mahadevan. Y añade—: Cuando tienes muchos de estos robots trabajando juntos, aparece una gama de comportamientos emergentes».
Los link-bots exhiben un comportamiento colectivo y pueden realizar una variedad de tareas, incluyendo el transporte de objetos. Cortesía: Harvard School of Engineering and Applied Sciences
Emergencia sin control central: una alternativa a la inteligencia artificial tradicional
El estudio demuestra que es posible diseñar sistemas robóticos con funciones sofisticadas a partir de componentes simples, baratos y de bajo consumo energético. Y lo que es más llamativo: sin necesidad de planificación central. En efecto, a diferencia de los enjambres de drones o robots autónomos tradicionales, los link-bots no necesitan ser programados para cada acción. Su inteligencia es emergente: surge del conjunto.
«En cierto modo, este enfoque es lo opuesto a la ingeniería robótica tradicional —dice Mahadevan—. Normalmente, se programa cada acción del robot. Nosotros decimos: basta con dejar que las interacciones simples generen orden».
El equipo también ha desarrollado un modelo computacional, liderado por la investigadora Kimberly Bowal, que predice cómo el número de partículas y el diseño de los enlaces afectan al comportamiento colectivo robótico. Esto les permitió simular escenarios difíciles de recrear en el laboratorio y prever nuevas formas de organización robótica.
Para Bowal, lo más emocionante es la posibilidad de que la inteligencia robótica emerja no del control individual, sino del conjunto. «Hemos demostrado que basta con las restricciones físicas del sistema para obtener comportamientos colectivos programables y sensibles al entorno”, afirma esta ingeniera química.
Aplicaciones futuras: de la logística autónoma al diseño evolutivo
El trabajo abre nuevas vías para la robótica blanda en contextos donde el control centralizado no es posible o resulta ineficiente: desde el transporte de materiales en entornos inestables hasta mecanismos de clasificación automática:
✅ Transporte pasivo de materiales en terrenos difíciles.
✅ Clasificación de objetos en cadenas de suministro sin sensores.
✅ Sistemas autónomos de rescate o limpieza en zonas inaccesibles.
✅ Robótica evolutiva, donde las formas surgen por iteración y no por planificación previa.
Hacia una IA descentralizada
Para Mahadevan, esto supone un cambio de paradigma: «Lo más potente no es programar cada acción, sino permitir que los sistemas se organicen solos. Así es como funciona la evolución biológica».
Además, los link-bots también ofrecen pistas sobre cómo la evolución biológica ha sido capaz de generar inteligencia colectiva a partir de elementos simples, sin arquitectos ni planos.
Este avance en robótica blanda y sistemas cooperativos sin control anticipa un futuro donde los robots, como los seres vivos, sean capaces de adaptarse colectivamente sin necesidad de ser dirigidos. Un modelo que no solo revoluciona la ingeniería, sino que plantea nuevas formas de pensar la inteligencia artificial descentralizada. ▪️
Inspirados en los enjambres naturales de hormigas y peces, investigadores de Harvard y la Universidad Nacional de Seúl han desarrollado los link-bots: pequeños robots blandos impresos en 3D que se ensamblan en cadenas en forma de V y se mueven de forma coordinada sin sensores ni controladores, abriendo así nuevas vías para la robótica colectiva de bajo consumo.
Información facilitada por la Harvard School of Engineering and Applied Sciences
Fuente: Kyungmin Son et al. Emergent functional dynamics of link-bots. Science Advances (2025). DOI: 10.1126/sciadv.adu8326