Una vacuna experimental contra el cáncer de páncreas eliminan la enfermedad en ensayos preclínicos
Avance científico abre la puerta a una posible cura del cáncer pancreático mediante inmunoterapia basada en nanopartículas.
Por Enrique Coperías
Representación conceptual de una vacuna experimental atacando células tumorales pancreáticas. La terapia, basada en nanopartículas con antígenos, ha logrado eliminar el cáncer de páncreas en modelos animales, generando una potente respuesta inmune. Imagen generada con DALL-E
El cáncer de páncreas, con una tasa de supervivencia a cinco años de apenas el 13%, es la forma más mortífera de esta enfermedad, según la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
Su agresividad radica en su carácter silencioso: apenas presenta síntomas hasta que ya se ha extendido por el organismo. Las terapias actuales —cirugía, radioterapia y quimioterapia— logran prolongar la vida de los pacientes, pero rara vez curan el tumor.
Un equipo de investigadores de la Universidad Case Western Reserve y la Cleveland Clinic, en Estados Unidos, ha desarrollado una vacuna experimental que podría cambiar este sombrío panorama. En estudios con modelos animales, la nueva terapia ha cosechado resultados alentadores: en más de la mitad de los casos, los animales tratados quedaron completamente libres de cáncer meses después de la administración de la inmunoterapia.
«Nos sorprendió que nuestro enfoque funcionara tan bien», afirma el ingeniero biomédico Zheng-Rong Lu, profesor en la Facultad de Ingeniería de Case y uno de los líderes del proyecto.
¿Cómo funciona la nueva vacuna contra el cáncer de páncreas?
El entusiasmo de este especialista es justificado: hasta ahora, ningún tratamiento había conseguido semejante eficacia contra el adenocarcinoma ductal pancreático, la forma más común de este tumor. En España cada año se diagnostican más de 8.000 casos, y 150.000 en toda la Unión Europea.
La clave de esta nueva estrategia reside en una vacuna de nanopartículas que transportan antígenos, es decir, señales moleculares capaces de activar al sistema inmunitario frente a las células cancerosas.
«Nuestra plataforma tiene el potencial de transformar el tratamiento clínico de esta devastadora enfermedad —afirma la inmunóloga Li Lily Wang, codirectora del estudio y profesora de medicina molecular. Según Wang, el tratamiento ha logrado generar una respuesta vigorosa por parte de las células T, el brazo armado del sistema inmunológico que habitualmente es escaso y poco efectivo en estos tumores.
Células de cáncer de páncreas (azul) creciendo como una esfera envuelta en membranas (rojo). Crédito: Instituto Nacional del Cáncer
Inmunoterapia combinada
Durante más de dos décadas, Lu ha trabajado con nanopartículas lipídicas, compuestas por grasas biocompatibles, como vehículos para transportar fármacos y vacunas dentro el organismo. En este caso, los científicos diseñaron antígenos que reconocen las mutaciones más comunes en los oncogenes del adenocarcinoma ductal pancreático, responsables de activar el crecimiento descontrolado de las células tumorales.
A diferencia de otros enfoques de medicina personalizada, esta vacuna contra el cáncer de páncreas busca ser aplicable a un amplio grupo de pacientes con estas mutaciones frecuentes.
El tratamiento se administra en tres dosis e irá acompañado de un inhibidor de puntos de control inmunitario, un tipo de fármaco que impide que las células tumorales desactiven al sistema inmunológico, aumentando así la eficacia de la respuesta.
Con gran potencial preventivo
Además de su uso terapéutico, Lu y su equipo exploran también su potencial como vacuna preventiva para personas con mutaciones genéticas que aumentan el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer.
«Hemos demostrado que nuestra vacuna genera memoria inmunológica en modelos preclínicos. Si logramos eso en pacientes, podríamos prevenir la aparición del adenocarcinoma ductal pancreático antes de que los tumores empiecen a forma», afirma Lu.
El proyecto ha recibido una financiación de 3,27 millones de dólares por parte del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos para continuar los ensayos en modelos animales. El equipo espera poder demostrar la seguridad de la vacuna en nuevos modelos y, posteriormente, avanzar hacia ensayos clínicos en humanos. ▪️
Información facilita por la Case Western Reserve University