¿Eres celíaco? Besar a tu pareja después de ingerir gluten es más seguro de lo que crees
Un nuevo estudio tranquiliza a las personas con enfermedad celíaca: los besos ya no tienen por qué ser motivo de ansiedad. Incluso si tu pareja ha comido gluten, el riesgo de contaminación cruzada es mínimo.
Por Enrique Coperías
Una pareja se besa con tranquilidad después de que uno de ellos bebiera agua tras consumir gluten, una práctica que, según un nuevo estudio, reduce significativamente el riesgo de contaminación para personas con enfermedad celíaca. Imagen generada con DALL-E
Las personas que padecen celiaquía o enfermedad celíaca expresan con frecuencia su preocupación por ingerir gluten a través de un beso, pero un nuevo estudio concluye que pueden hacerlo sin miedo, incluso si su pareja acaba de consumir un alimento con gluten, según una investigación presentada en la conferencia Digestive Disease Week® 2025, que se celebra en San Diego (Estados Unidos). Para mayor seguridad, los responsables del estudio recomiendan beber agua antes de besarse.
La celiaquía es un trastorno autoinmunitario crónico que se desencadena por la ingesta de gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno. También puede estar en otros productos como vitaminas y suplementos, productos para el cabello y la piel, pastas dentales y protectores labiales.
En las personas que padecen esta enfermedad, el consumo de gluten provoca una respuesta inmunológica anormal que daña el revestimiento del intestino delgado, lo que impide la correcta absorción de nutrientes. Esta reacción puede generar una amplia variedad de síntomas, desde trastornos digestivos, como dolor abdominal, gases, diarrea o estreñimiento, hasta síntomas menos evidentes, como fatiga; irritabilidad, especialmente en niños; anemia; y problemas en la piel.
Afecta a una de cada cien personas
Se estima que alrededor del 1% de la población mundial tiene celiaquía, aunque se cree que una gran parte de los casos están sin diagnosticar. La celiaquía, que no debe confundirse con la sensibilidad al gluten, tiene un importante componente genético, y suele afectar a personas portadoras de los genes HLA-DQ2 y HLA-DQ8. Puede desarrollarse a cualquier edad, aunque los diagnósticos son más frecuentes durante la infancia o en la etapa adulta temprana.
Para su detección, se utilizan análisis de sangre, pruebas genéticas y, en algunos casos, biopsias intestinales que confirman el daño en la mucosa del intestino delgado. A día de hoy, el único tratamiento eficaz para la celiaquía es llevar una dieta estricta sin gluten de por vida.
«Todo el mundo se preocupa por si el gluten se cuela en su comida en un restaurante, pero nadie había analizado realmente qué pasa cuando se besa después a un celiaco —dice Anne Lee, profesora de Medicina Nutricional en la Universidad de Columbia. “Y añade—: El consejo que dábamos sobre los besos y la enfermedad celíaca se basaba en la precaución y en suposiciones. Usábamos nuestro mejor criterio».
El gluten, visto al microscopio. Se trata de una proteína presente de forma natural en cereales como el trigo, la cebada y el centeno. Es la responsable de dar elasticidad y consistencia a las masas al hornear. Aunque es inofensivo para la mayoría de la gente, puede causar graves problemas de salud en personas con celiaquía o sensibilidad al gluten.
Lo mejor: beber un vaso de agua y besarse
Pero para la doctora Lee esto no era suficiente, y confiesa que sentía la necesidad de ahondar en el problema e investigar si besar a un celiaco conlleva algún riesgo real».
Para resolver el enigma, Lee y sus colegas reclutaron a una decena de parejas, en cada una de las cuales uno de los miembros tenía celiaquía, y se las invitó a participar en un experimento dividido en dos partes. En cada sesión, la pareja no celíaca comía diez galletas saladas y luego se besaba con su pareja durante diez segundos.
En una de las sesiones, las parejas esperaban cinco minutos antes del beso; en la otra, bebían 120 ml de agua antes de darse un piquito. En ambas situaciones, los investigadores encontraron que la transferencia de gluten, medida en la saliva de la persona celíaca, fue mínima en la mayoría de los participantes.
Aunque aún se detectó gluten en la saliva después de besar a una pareja que había ingerido gluten y bebido agua, en todos los casos la cantidad fue inferior a 20 partes por millón, el nivel permitido en los productos sin gluten y considerado seguro para celíacos.
Ósculos libres de gluten
Comprender cómo ocurre la transferencia de gluten al besar también puede ser útil para quienes padecen sensibilidad al gluten, que también experimentan molestias como hinchazón, fatiga o niebla mental tras exponerse al gluten, pero no experimentan daños a nivel intestinal.
«Ahora, los profesionales de la salud podemos decirles a los pacientes: “No tenéis que tomar medidas extremas” —, dice la doctora Lee. Y añade—: Las personas con celiaquía pueden estar más tranquilas sabiendo que el riesgo de contaminación cruzada por gluten al besar a alguien que ha consumido gluten puede reducirse a niveles seguros si se bebe un vaso pequeño de agua tras comer». ▪️