Tráfico ilegal de caballitos de mar: el contrabando de cinco millones de ejemplares saca a la luz redes globales de comercio ilegal de vida marina

Cada año, millones de caballitos de mar cruzan fronteras ocultos en maletas y cargamentos, alimentando de este modo un comercio ilegal casi invisible. Un nuevo estudio desvela la magnitud real de este tráfico global y sugiere cómo detenerlo antes de que sea demasiado tarde.

Por Enrique Coperías

Los caballitos de mar son una de las víctimas del tráfico ilegal de especies, especialmente para su uso en la medicina tradicional de China.

Los caballitos de mar son una de las víctimas del tráfico ilegal de especies, especialmente para su uso en la medicina tradicional de China. Foto: David Clode

Aunque parezcan criaturas de fantasía por su forma caprichosa y su aparente fragilidad, los caballitos de mar o hipocampos —unos peces marinos del género Hippocampus— están en el centro de un negocio global tan lucrativo como destructivo.

Una investigación reciente denuncia que cerca de cinco millones de ejemplares fueron incautados en operaciones contra el tráfico ilegal entre 2010 y 2021, con un valor estimado de 20 millones de euros. Y eso, según los autores, es apenas «la punta del iceberg».

El estudio, publicado en la revista Conservation Biology, fue liderado por el equipo del Project Seahorse de la Universidad de British Columbia, en colaboración con la ONG OceansAsia. Analizando 297 incautaciones reportadas on line —tanto por medios de comunicación como por agencias gubernamentales—, el trabajo documenta una red de contrabando que se extiende por al menos 62 países.

Asia y América Latina aparecen como principales zonas de origen del tráfico de hipocampos, mientras que China y Hong Kong encabezan los destinos.

¿Por qué se trafica con caballitos de mar?

De los caballitos de mar incautados, más del 98 % estaban muertos y secos, forma en la que se transportan más fácilmente y que responde a la principal demanda: su uso en la medicina tradicional china.

Este tipo de medicina les atribuye propiedades terapéuticas para una amplia variedad de dolencias, aunque no existe respaldo científico sólido que justifique su uso. Estos peces se utilizan por sus supuestas propiedades como tónicos para aumentar la energía vital (qi), tratar la disfunción eréctil, mejorar la fertilidad, aliviar el asma, reducir dolores articulares y musculares y combatir trastornos del envejecimiento. También se les atribuye la capacidad de reforzar los riñones y tratar problemas del sistema urinario

Los caballitos de mar también se comercializan como objetos decorativos o para acuarios, aunque en menor escala.

La mayoría de las confiscaciones ocurrió en aeropuertos, dentro de equipajes de mano o maletas. Sin embargo, los cargamentos más grandes se movieron por vía marítima, ocultos en contenedores de carga.

«El hecho de que la mayoría de las incautaciones se produjeran en tránsito o en los países de destino muestra el potencial que tienen las aduanas en esos puntos para combatir el tráfico», señala Sarah Foster, autora principal del estudio y coordinadora del grupo experto en caballitos de mar de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Europa y América Latina: rutas emergentes

Uno de los hallazgos más preocupantes fue la identificación de nuevas rutas de contrabando que involucran a países europeos y latinoamericanos. Si bien Asia sigue siendo el epicentro del consumo, Europa ha comenzado a aparecer no solo como zona de tránsito, sino también como posible fuente de caballitos de mar.

En el caso de Perú, históricamente exportador legal, el estudio lo ubica como un actor clave tanto en origen como en tránsito. Algunos cargamentos con origen declarado en Perú contenían especies africanas, lo que sugiere la existencia de rutas transcontinentales opacas.

«Las rutas comerciales parecen estar diversificándose, y las estrategias de fiscalización deben adaptarse a esta nueva realida», advierte Syd Ascione, coautor del estudio e investigador en Project Seahorse. Esto implica no solo ampliar el alcance geográfico de las inspecciones, sino también mejorar la identificación de especies y el seguimiento de cargamentos sospechosos.

Asia, Europa y Latinoamérica: nodos clave del tráfico marino

  • China y Hong Kong lideran como principales destinos de esta mercancía ilegal.

  • Perú se destaca como país de origen y tránsito de grandes volúmenes.

  • Vietnam e India también aparecen con frecuencia como fuentes.

  • Europa, tradicionalmente vinculada al comercio de especies terrestres, emerge ahora como un punto de tránsito en crecimiento, con países como Bélgica e Italia en la mira.

«El tráfico está diversificándose. Ya no basta con vigilar Asia. Necesitamos enfoques más amplios”» advierte Syd Ascione, coautor e investigador en Project Seahorse.

Escaparate de un establecimiento de medicina tradicional donde se ofertan caballitos de mar desecados.

Escaparate de un establecimiento de medicina tradicional donde se ofertan caballitos de mar desecados. Crédito: Project Seahorse

Falta de consecuencias legales: solo un 7 % de las incautaciones incluye información sobre sanciones

Uno de los aspectos más alarmantes del estudio es la escasa información disponible sobre las consecuencias legales del contrabando. Apenas un 7% de los casos analizados incluían datos sobre sanciones impuestas. Esto plantea serias dudas sobre la efectividad disuasoria del sistema legal actual.

«Todos los países deben actuar con determinación para frenar el tráfico ilegal de caballitos de mar, con buenas investigaciones, aplicación decidida de la ley y sanciones significativas —subraya Teale Phelps Bondaroff, director de investigación de OceansAsia y coautor del estudio. Y añade—: En paralelo, debemos seguir innovando en nuestras metodologías de investigación para destapar redes ocultas y anticiparnos a los traficantes».

Este bajo nivel de judicialización se agrava por la falta de datos sobre el seguimiento posterior a las incautaciones. No se sabe con certeza cuántos de los individuos detenidos fueron procesados, ni qué sanciones recibieron. Esta ausencia de información socava cualquier intento serio de disuadir el tráfico ilegal de caballitos de mar.

Un negocio pequeño a simple vista, pero de alto valor añadido

Aunque un solo caballito de mar seco puede parecer insignificante, su pequeño tamaño permite transportarlos en grandes cantidades sin levantar sospechas.

Como puede leerse en el estudio, el valor medio de mercado por ejemplar ronda los 4,5 euros, lo que convierte a esta especie en un producto altamente rentable. Para los pescadores en países en desarrollo, puede ser una fuente valiosa de ingresos.

«Necesitamos una combinación de incentivos y sanciones —explica Foster. Y añade—: Debe ser posible generar un comercio legal, sostenible y rentable, que haga que las personas opten por seguir la ley. Y al mismo tiempo, debe haber penalizaciones suficientes para disuadir la actividad ilegal».

Caballitos y otros «objetos» de deseo

El trabajo con base en registros en línea, si bien limitado, permitió confirmar algo que muchas veces se sospecha pero rara vez se documenta: los caballitos de mar suelen comercializarse ilegalmente junto a otros productos de fauna silvestre, como colmillos de elefante, escamas de pangolín, aletas de tiburón, bilis de oso y vejigas natatorias de peces.

Esto demuestra que los ecosistemas marinos no están aislados del resto del comercio ilegal de vida silvestre: son parte integral de redes criminales globales que movilizan tanto fauna terrestre como marina.

«El tráfico de especies marinas no recibe ni de cerca la misma atención que el de animales como elefantes o tigres —comenta Foster—. Sin embargo, su impacto es igual de devastador».

La urgencia de proteger un símbolo del océano

Además de su importancia ecológica, los caballitos de mar tienen un alto valor simbólico. Son considerados un emblema de la biodiversidad marina y su conservación puede tener un efecto multiplicador en otros ámbitos.

«Cuando hablamos con comerciantes de medicina tradicional en Hong Kong y les preguntamos cuánto tiempo quieren que haya caballitos de mar, su respuesta es siempre la misma: “¡Para siempre! Son muy importantes”. Y en eso estamos totalmente de acuerdo», reflexiona Foster.

Por todo ello, los investigadores piden redoblar esfuerzos. Las autoridades nacionales deben mejorar la fiscalización en origen, promover el comercio legal cuando sea viable, y compartir más información entre países. También hacen un llamamiento a aprovechar mejor las herramientas tecnológicas, como el análisis forense de ADN, para identificar las especies involucradas y trazar con precisión las rutas de tráfico.

Un enfoque con potencial transformador

El análisis de datos abiertos —como noticias, comunicados oficiales y bases de datos de ONG— se revela como una estrategia eficaz para abordar un problema donde el acceso a la información es limitado. Esta metodología puede complementarse con estudios de campo e información confidencial para construir una imagen más completa del comercio ilegal.

«La clave es adelantarse, no solo reaccionar —sostiene Phelps Bondaroff. Y continúa—: Si entendemos cómo se mueven estos productos, quiénes están involucrados y dónde están los puntos críticos, podemos diseñar estrategias más inteligentes y efectivas para frenar el tráfico antes de que ocurra».

Los autores de este encomiable trabajo lanzan una lista de recomendaciones clave para frenar el tráfico ilegal de vida marina:

Fortalecer la vigilancia en países de origen.

Compartir datos entre países de tránsito y destino.

Impulsar el uso de herramientas forenses y de inteligencia artificial para identificar especies.

Aplicar penas más efectivas que incluyan multas y prisión.

Fomentar el comercio legal regulado cuando sea viable.

En un mundo donde el crimen ambiental se vuelve cada vez más sofisticado y transnacional, el caso de los caballitos de mar es un recordatorio urgente de que proteger la biodiversidad exige vigilancia constante, cooperación internacional y un firme compromiso con la conservación. ▪️

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