Descubren en Teruel el cráneo de estegosaurio más completo de Europa
Un cráneo fósil hallado en Teruel cambia lo que sabíamos sobre los estegosaurios. El descubrimiento revela una nueva rama evolutiva de estos icónicos dinosaurios acorazados.
Por Enrique Coperías
Un nuevo estudio liderado por paleontólogos de la Fundación Dinópolis ha situado a la provincia de Teruel en el epicentro de la paleontología mundial. Publicado en la prestigiosa revista científica Vertebrate Zoology, el trabajo describe el cráneo de estegosaurio más completo jamás encontrado en Europa y plantea una nueva hipótesis sobre la evolución de este emblemático grupo de dinosaurios herbívoros.
El fósil protagonista del estudio fue hallado en el yacimiento de Están de Colón, en el término municipal de Riodeva (Teruel), durante unas excavaciones dirigidas por la Fundación Dinópolis.
Los restos fueron extraídos de estratos de la Formación Villar del Arzobispo, que datan del Jurásico Superior, hace aproximadamente 150 millones de años. La especie a la que pertenece es Dacentrurus armatus, considerado el estegosaurio europeo por excelencia.
¿Qué es un estegosaurio y por qué es importante este descubrimiento?
Los estegosaurios, conocidos popularmente por sus placas dorsales y su cola espinosa, fueron dinosaurios cuadrúpedos y herbívoros que habitaron distintos continentes entre el Jurásico Medio y el Cretácico. Pese a su popularidad, la información sobre sus cráneos fosilizados ha sido escasa y fragmentada. Casi la mitad de las especies conocidas carece de restos craneales, y hasta ahora solo tres taxones conservaban partes significativas de sus cabezas.
En este contexto, el fósil MAP-9029, descrito en el artículo, es un hallazgo extraordinario. El cráneo fósil preserva elementos clave como los frontales, los postorbitarios, los escamosos, el parietal y el supraoccipital.
Asociado a él se encontró también una vértebra cervical, lo que ha permitido una mejor reconstrucción anatómica y una comparación precisa con otros ejemplares.
«El estudio detallado de este fósil excepcional nos ha permitido desvelar aspectos desconocidos de la anatomía de Dacentrurus armatus, el estegosaurio europeo por antonomasia, que en 2025 cumple 150 años desde su primera descripción», explica Sergio Sánchez Fenollosa, investigador de la Fundación Dinópolis y coautor del estudio.
En palabras de Sánchez Fenollosa, «los cráneos de dinosaurios raramente se preservan en el registro fósil, debido a la fragilidad extrema de los huesos que los forman. Este hallazgo se ha convertido en un elemento clave para comprender la evolución del cráneo en los estegosaurios».
Gracias a este fósil, se ha podido identificar una nueva característica exclusiva de la especie (autapomorfía): una orientación particular del hueso supraoccipital, que ayuda a distinguirla de otras formas emparentadas. Este tipo de detalles anatómicos permiten afinar la clasificación evolutiva y reconstruir con más precisión los linajes de dinosaurios.
Un nuevo árbol genealógico para los estegosaurios
Pero el hallazgo no se limita a una mera descripción anatómica. Como parte del estudio, los investigadores han llevado a cabo un exhaustivo análisis filogenético basado en una nueva matriz de datos morfológicos con 115 características y más de 30 especies. Mediante herramientas informáticas avanzadas, como el software TNT y métodos de máxima parsimonia, se ha reconstruido el árbol genealógico de los estegosaurios con un nivel de resolución sin precedentes.
Este análisis ha revelado una nueva visión sobre la evolución del grupo, proponiendo una clasificación que divide a los estegosaurios en dos grandes ramas:
✅ Los Huayangosauridae, más primitivos y localizados principalmente en Asia durante el Jurásico Medio.
✅ Los Stegosauridae, que incluyen formas más derivadas, como el conocido Stegosaurus norteamericano.
Dentro de estos últimos, los autores definen un nuevo subgrupo al que han denominado Neostegosauria, formalizado conforme al PhyloCode, el sistema internacional de nomenclatura filogenética. Este clado reúne a los estegosaurios más avanzados, de tamaño medio a grande, que poblaron África, Europa durante el Jurásico, y América del Norte y Asia hasta el Cretácico Inferior.
«Además del estudio anatómico, hemos propuesto una nueva hipótesis que redefine las relaciones evolutivas de los estegosaurios a nivel mundial. Como resultado, hemos formalizado la definición de un nuevo grupo llamado Neostegosauria», dice Sánchez Fenollosa en un comunicado de la Fundación Dinópolis.
Reconstrucción craneal de un estegosaurio que muestra el fósil estudiado en su posición anatómica. Crédito: Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis
Más allá del fósil turolense
Esta reorganización también arroja nueva luz sobre especies enigmáticas. Por ejemplo, el estudio sitúa por primera vez en un análisis formal a Mongolostegus exspectabilis, una especie asiática extremadamente fragmentada, y sugire que linajes primitivos de estegosaurios persistieron en Asia más tiempo de lo que se pensaba.
Asimismo, se reafirma que el género sudamericano Isaberrysaura debe considerarse un verdadero estegosaurio, una idea que ha sido debatida en la última década.
El análisis también desafía interpretaciones previas sobre géneros conocidos: se rechaza la idea de que Stegosaurus y Wuerhosaurus sean sinónimos, como algunos paleontólogos habían propuesto, y se incluye a especies como Kentrosaurus y Alcovasaurus dentro del grupo Dacentrurinae, junto al propio Dacentrurus.
Teruel, una ventana al pasado
Más allá del valor científico del cráneo, el hallazgo subraya la importancia del patrimonio paleontológico de Teruel. El yacimiento de Están de Colón, donde se encontró el fósil, se descubrió en 2004 y ha sido excavado en varias campañas. En una superficie de apenas 24 metros cuadrados se han recuperado ya más de doscientos restos fósiles pertenecientes a varios individuos de estegosaurios.
«El yacimiento sigue siendo objeto de estudio, y conserva numerosos fósiles relevantes. Entre ellos, más elementos del esqueleto de este mismo ejemplar adulto y, de forma notable, individuos juveniles, algo especialmente raro en este tipo de dinosaurios», señala Alberto Cobos, director gerente de la Fundación Dinópolis y coautor del artículo. Y añade—: Estos descubrimientos continúan incrementando exponencialmente el patrimonio paleontológico de la provincia de Teruel, que se ha convertido en una región emblemática para comprender la evolución de la vida en la Tierra”.
La investigación ha sido posible gracias a una combinación de trabajo de campo, tecnología avanzad, como escáneres 3D para reconstruir los fósiles, y un enfoque riguroso en la revisión bibliográfica y el análisis comparado. Los autores también han trabajado con instituciones internacionales y han cotejado sus resultados con colecciones fósiles de otros países, lo que refuerza la solidez de sus conclusiones.
Un legado científico y cultural
El estudio del Dacentrurus armatus, el primer estegosaurio descrito científicamente (en 1875), recibe ahora un homenaje riguroso y renovado en su 150 aniversario. Esta nueva visión, forjada desde la paleontología aragonesa, proyecta a Teruel como un referente en el estudio de los dinosaurios acorazados y aporta piezas clave para entender cómo fue la vida durante el Jurásico.
En palabras de Cobos, «este doble logro —el estudio de un fósil excepcional y la propuesta de una nueva hipótesis evolutiva— sitúa esta investigación como un referente mundial en el estudio de los estegosaurio».
En definitiva, desde un campo de cultivo en Riodeva, los restos de un dinosaurio extinto han contribuido a reescribir la historia evolutiva de un linaje entero. Con cada hueso rescatado del pasado, Teruel confirma su condición de ventana privilegiada hacia la era de los dinosaurios. Una historia que no solo habla de ciencia, sino también de identidad, territorio y descubrimiento.▪️
Información facilitada por Pensoft Publishers
Fuente: Sánchez-Fenollosa S., Cobos A. New insights into the phylogeny and skull evolution of stegosaurian dinosaurs: An extraordinary cranium from the European Late Jurassic (Dinosauria: Stegosauria). Vertebrate Zoology (2025). DOI: https://doi.org/10.3897/vz.75.e146618