¿Qué riesgos tiene ser madre después de los 40? Un estudio sueco aclara el panorama

Cada vez más mujeres eligen ser madres pasados los 40, pero ¿qué implicaciones tiene eso para la salud del bebé? Un estudio sueco con más de 300.000 partos incide en los riesgos ocultos de la maternidad tardía.

Por Enrique Coperías

Investigadores de las universidades de Uppsala y Linköping han comprobado que los riesgos para el recién nacido aumentan de forma significativa a partir de los 40 años

Investigadores de las universidades de Uppsala y Linköping han comprobado que los riesgos para el recién nacido aumentan de forma significativa a partir de los 40 años, especialmente en embarazos de mujeres de 45 o más. Foto: Janko Ferlič

Ser madre después de los cuarenta años ya no es la excepción, sino una elección cada vez más habitual. En sociedades como la sueca —y por extensión en gran parte de Europa— la edad media de las madres ha subido en paralelo al descenso de la natalidad. En España, sin ir más lejos, la edad promedio de las madres primerizas era de 31,5 años en 2023, y el número de madres de más de cuarenta años se ha duplicado en solo dos décadas.

Con estudios prolongados, trayectorias profesionales consolidadas y el apoyo de técnicas de reproducción asistida, muchas mujeres optan por retrasar la maternidad. Pero la ciencia nos recuerda que, aunque la medicina avanza, la biología impone ciertos límites.

Un nuevo estudio sueco de las universidades de Uppsala y Linköping ha puesto cifras concretas al impacto de la edad materna avanzada sobre la salud del recién nacido. La investigación, publicada en la revista científica Acta Paediatrica, ha analizado los datos de más de 312.000 nacimientos en Suecia entre los años 2010 y 2022.

¿Es seguro tener hijos a los 40 o más?

Sus resultados son claros: cuanto mayor es la edad de la madre, mayor es el riesgo de que el bebé nazca prematuramente, con bajo peso al nacer o con complicaciones como hipoglucemia neonatal. En especial, los riesgos aumentan de forma significativa en mujeres de 45 años o más.

En términos absolutos, las complicaciones neonatales graves siguen siendo poco comunes en Suecia, un país con una atención prenatal avanzada y universal. Sin embargo, el estudio evidencia una tendencia creciente:

«Los niños nacidos de madres mayores tienen un mayor riesgo de mortinato, parto prematuro, bajo peso relativo a la edad gestacional y niveles bajos de glucosa en sangre en comparación con los bebés de madres entre 35 y 39 años”, explica la doctora Sofia Voss, autora principal del estudio e investigadora en la Universidad de Uppsala.

En palabras de la doctora Voss, «los riesgos más altos se observan en los bebés de madres de 45 años o más».

Primerizas a los 45

Entre las mujeres de este último grupo, la tasa de mortinato fue del 0,83%, frente al 0,42% del grupo de referencia. En cuanto a los nacimientos prematuros —aquellos que se producen antes de las 37 semanas de gestación—, el porcentaje ascendió al 8,4% en mujeres de 45 años o más, comparado con el 4,8% en el grupo de 35–39 años.

El bajo peso para la edad gestacional y la hipoglucemia también mostraron incrementos notables en las primerizas de 45 años o más.

El estudio se basó en los datos del Registro Médico Nacional de Nacimientos de Suecia, que recoge todos los partos a partir de la semana vigesimosegunda de gestación. Este registro, mantenido por la Junta Nacional de Salud y Bienestar sueca, cuenta con una cobertura cercana al 100% desde 2015, lo que aporta una robustez excepcional a los análisis estadísticos realizados.

La muestra analizada incluye exclusivamente nacimientos únicos, esto es, no tuvo en cuenta los partos múltiples, y se centró en mujeres de 35 años en adelante. Los investigadores dividieron la muestra en tres grupos: 35–39, 40–44 y 45 años o más. A diferencia de estudios anteriores que comparaban a mujeres jóvenes con mayores, este trabajo quiso afinar el análisis dentro del grupo de edad considerada como avanzada.

El aumento de la edad materna: un fenómeno demográfico y social

En 2022, el 4,8% de los nacimientos en Suecia correspondieron a mujeres de cuarenta años o más. Esta cifra es casi cinco veces superior a la registrada en 1973. El cambio obedece a múltiples causas:

✅ Mayor acceso a la educación.

✅ Incorporación plena al mundo laboral.

✅ Mayor control reproductivo.

✅ Mayor disponibilidad de tratamientos, como la fecundación in vitro y la ovodonación.

«Muchas mujeres están sanas, activas y profesionalmente plenas en la década de los 40. Es lógico que deseen tener hijos a esa edad —admite la doctora Voss. Pero también advierte: «Nuestra labor no es desalentar, sino ofrecer información clara y útil para que las decisiones reproductivas sean informadas».

Una mujer sana de 45 años puede tener un embarazo y un parto sin complicaciones, pero desde una perspectiva estadística, sus probabilidades de enfrentarse a ciertos problemas son mayores

Una mujer sana de 45 años puede tener un embarazo y un parto sin complicaciones, pero desde una perspectiva estadística, sus probabilidades de enfrentarse a ciertos problemas son mayores, advierten los autores del estudio. Foto: Cameorn Steele

Más cesáreas, más tecnología reproductiva, más riesgos

Las mujeres mayores no solo presentan más riesgos en términos biológicos. También se observan diferencias en su perfil clínico y obstétrico. Según los datos del estudio, estas madres presentan con mayor frecuencia hipertensión crónica, diabetes de tipo 2 y un índice de masa corporal elevado.

Además, las mujeres en estas edades son más propensas a recurrir a técnicas de reproducción asistida: un 18% en el grupo de 45 años o más, frente al 6,7% en el grupo de 35–39 años.

Esto se refleja también en el tipo de parto: casi la mitad de las madres mayores de 45 años dieron a luz mediante cesárea, una proporción considerablemente superior al 29,8% del grupo de 40–44 años y al 22,4% de las madres entre 35 y 39.

Este dato no es menor, ya que el parto por cesárea se ha asociado con un mayor riesgo de complicaciones neonatales, como puntuaciones bajas en el test de Apgar, entre otros.

¿Qué es el test Apgar y qué dice de las madres mayores?

El test Apgar es una evaluación rápida que se realiza al recién nacido al minuto y a los cinco minutos de vida para valorar su estado general y necesidad de asistencia médica inmediata. Mide cinco parámetros: frecuencia cardíaca, respiración, tono muscular, respuesta a estímulos y color de la piel, y otorga a cada uno de ellos una puntuación de 0 a 2.

La suma total, sobre 10, permite saber si el bebé está en buen estado (7 a 10), requiere observación (4 a 6) o necesita atención urgente (menos de 4).

Pues bien, en este estudio sueco, aunque la mayoría de los recién nacidos obtuvo puntuaciones satisfactorias, el riesgo de un resultado por debajo de 7 —considerado bajo— fue más frecuente en los hijos de madres mayores.

También se detectó un aumento significativo de casos de hipoglucemia neonatal, una complicación que, aunque suele ser transitoria, puede generar secuelas si no se detecta y trata a tiempo. El riesgo de hipoglucemia fue un 82% más alto en los bebés de madres mayores de 45 años, en comparación con el grupo de referencia.

¿Por qué aumentan estos riesgos con la edad?

Las causas de los resultados cosechados en el estudio no son simples ni unívocas, aunque hay algunas que destacan sobre las demás:

✅ La calidad de los óvulos disminuye con la edad, lo que puede generar embarazos más complejos desde el punto de vista genético y fisiológico.

✅ A esto se suman factores placentarios, como una menor eficiencia en el transporte de nutrientes, y un mayor riesgo de condiciones como la preeclampsia, que a su vez aumentan la probabilidad de que el bebé nazca antes de tiempo o con bajo peso al nacer.

✅ Algunas hipótesis apuntan también a un aumento del estrés oxidativo vascular con la edad, que afectaría el desarrollo fetal.

Pero los investigadores insisten: no se trata de condenar a la maternidad tardía, sino de entender sus implicaciones.

Información para decidir, no para alarmar

Lejos de lanzar un mensaje alarmista, el equipo de investigación quiere que su trabajo sirva para guiar tanto a profesionales sanitarios como a mujeres que están considerando un embarazo en edades avanzadas.

«Este tipo de estudios permite planificar mejor las intervenciones sanitarias, enfocar mejor las estrategias de cribado y mejorar la atención a mujeres mayores que desean ser madres», sostiene la doctora Voss.

Además, recalca que el estudio no evalúa riesgos individuales, sino tendencias poblacionales. En otras palabras, una mujer sana de 45 años puede tener un embarazo y un parto sin complicaciones, pero desde una perspectiva estadística, sus probabilidades de enfrentarse a ciertos problemas son mayores.

Una fotografía útil en tiempos de cambio

El trabajo representa una de las investigaciones más amplias y detalladas sobre los efectos de la edad materna avanzada en la salud neonatal. Su fortaleza reside tanto en la calidad del registro utilizado como en su enfoque centrado en la edad como un continuo, no como una simple categoría.

Para futuras líneas de investigación, los autores sugieren explorar más a fondo el papel que desempeñan los distintos tipos de reproducción asistida, especialmente la ovodonación, que parece estar asociada con mayores riesgos.

También destacan la importancia de distinguir entre primíparas y multíparas, ya que las primeras —aunque menos representadas en el estudio— suelen tener más complicaciones que las mujeres que ya han dado a luz previamente.

Más edad, más vigilancia

En definitiva, ser madre después de los curenta años es perfectamente posible y, en la mayoría de los casos, seguro. Pero los datos invitan a un acompañamiento más atento, tanto durante el embarazo como en el momento del parto.

El mensaje no es que haya una edad prohibida para tener hijos, sino que cada decisión debe ir acompañada de buena información, asesoramiento médico y una atención sanitaria personalizada.

«Queremos que las mujeres tengan acceso a todos los datos necesarios para tomar decisiones informadas sobre su fertilidad. Nuestro deber como investigadores es ofrecer una imagen precisa, sin adornos pero sin alarmismos», concluye ls doctora Voss.▪️

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