¿Y si el tiempo tuviera tres dimensiones? Una nueva teoría física replantea la estructura del universo
Un físico de la Universidad de Alaska ha propuesto que el tiempo tiene tres dimensiones, no una, y que es más fundamental que el espacio. Su teoría reproduce propiedades físicas conocidas, como la masa de partículas elementales, y podría ayudar a unificar la física cuántica con la gravedad.
Por Enrique Coperías
En el universo de seis dimensiones de Kletetschka, el tiempo no fluye en línea recta, sino que se pliega y se expande como un lienzo onírico, donde el espacio es la pintura. Una visión daliniana de la realidad. Imagen generada con Gemini
Desde hace más de un siglo, los físicos se han aferrado a un concepto sólido, casi inmutable, sobre la estructura del universo: vivimos en un mundo de cuatro dimensiones, tres espaciales (alto, ancho y profundidad) y una temporal, que sentimos como el paso continuo y unidireccional del tiempo.
Esta idea, conocida como espaciotiempo, fue consagrada por Albert Einstein en su teoría de la relatividad general. Pero ¿y si ese pilar de la física estuviera incompleto? ¿Y si el tiempo no fuera una línea recta, sino una superficie con volumen? ¿Y si fuera, en realidad, más fundamental que el espacio?
Eso es precisamente lo que propone Gunther Kletetschka, investigador del Instituto Geofísico de la Universidad de Alaska Fairbanks. En un artículo publicado recientemente en la revista Reports in Advances of Physical Science, Kletetschka sugiere que el tiempo no solo sería el lienzo esencial de la realidad, sino que tendría tres dimensiones propias, al igual que el espacio.
El espacio, en cambio, sería una manifestación secundaria, «como la pintura sobre el lienzo», afirma Kletetschka.
Un universo con seis dimensiones
«Estas tres dimensiones del tiempo son la estructura primaria de todo, como el lienzo de un cuadro —explica el científico—. El espacio sigue existiendo con sus tres dimensiones, pero es más como el pigmento aplicado sobre el soporte, no el soporte en sí mismo».
Su modelo matemático postula un universo con seis dimensiones en total: tres temporales y tres espaciales. A diferencia de propuestas anteriores, asegura que su teoría puede reproducir experimentalmente propiedades físicas conocidas, como las masas de partículas elementales.
Esto, según Kletetschka, transforma la idea de un tiempo tridimensional de un mero juego matemático a una hipótesis verificable físicamente.
¿Qué significa un «tiempo tridimensional»?
Para entender la propuesta de Kletetschka, conviene imaginar el tiempo no como una única línea que avanza hacia el futuro, sino como un espacio con tres direcciones independientes, algo así como los ejes X, Y y Z en geometría. En este marco, la dimensión del tiempo que experimentamos —la que avanza de pasado a futuro— sería solo una de ellas.
Imaginemos que caminamos por un sendero recto: eso es el tiempo lineal tal como lo vivimos. Pero si existiera un sendero que cruzara el primero en perpendicular, podríamos «cambiar de trayectoria» sin movernos ni hacia adelante ni hacia atrás. Estaríamos en el mismo momento cronológico, pero en una versión distinta de ese instante.
Y si existiera una tercera dirección temporal, podríamos incluso navegar entre diferentes realidades de un mismo instante sin violar la continuidad causal del universo.
El físico Gunther Kletetschka —arriba— plantea que el tiempo tiene tres dimensiones independientes y es más fundamental que el espacio, una teoría que podría predecir la masa de partículas y acercar la unificación entre física cuántica y gravedad en la búsqueda de la “teoría del todo”. Cortesía: TV Noe
Un modelo que mantiene intacta la flecha causal del tiempo
En esta teoría, las tres dimensiones temporales pueden resumirse de la siguiente manera:
⏳ La primera dimensión del tiempo es la que experimentamos normalmente: una progresión continua del pasado hacia el futuro.
⏳La segunda dimensión temporal representa resultados alternativos de un mismo instante.
⏳ La tercera dimensión temporal permite transiciones entre esos resultados, sin romper la causalidad.
Kletetschka asegura que su teoría preserva la relación causa-efecto, uno de los grandes desafíos de otras teorías con múltiples dimensiones temporales. «Las propuestas anteriores se enfrentaban a ambigüedades lógicas, como efectos que preceden a sus causas. Mi modelo mantiene intacta la flecha causal del tiempo, aunque en una estructura más compleja».
Una teoría con raíces y precedentes
Aunque radical, la idea de un tiempo tridimensional no es completamente nueva. El físico teórico Itzhak Bars, de la Universidad del Sur de California, ha defendido durante años que las dimensiones adicionales del tiempo podrían manifestarse en situaciones de energía extrema, como en los primeros instantes del big bang o en colisiones de partículas de alta energía.
Kletetschka recoge ese legado, pero le aporta una dimensión crucial: una formulación matemática capaz de generar predicciones concretas.
«Las teorías anteriores eran esencialmente abstracciones matemáticas sin conexiones experimentales claras”, explica Kletetschka—. Mi trabajo las convierte en una propuesta física testable con múltiples canales de verificación independientes».
Según su artículo, este marco puede predecir propiedades de partículas aún desconocidas y, lo más ambicioso, contribuir a resolver uno de los mayores enigmas de la física contemporánea: el origen de la masa.
¿Por qué la propuesta de Kletetschka es relevante para la física?
La física moderna se construye sobre dos pilares que, hasta ahora, se resisten a unificarse:
✅ El modelo estándar de partículas, que explica con gran precisión las tres fuerzas fundamentales del mundo subatómico: electromagnetismo, fuerza nuclear fuerte y fuerza nuclear débil.
✅ La relatividad general de Einstein, que describe la gravedad como una curvatura del espaciotiempo.
Ambas funcionan, pero no pueden reconciliarse en un único marco teórico.
¿Qué relación tiene con la teoría de cuerdas o la relatividad?
Una teoría cuántica de la gravedad que unifique estas dos visiones es, hoy por hoy, la piedra filosofal de la física teórica: el llamado modelo unificado o teoría del todo. Y sobra decir que los físicos lo han intentado desde múltiples ángulos: cuerdas, supercuerdas, gravedad cuántica de bucles… Kletetschka cree que su teoría del tiempo tridimensional puede allanar el camino hacia esa unificación.
Su modelo logra reproducir los valores observados de partículas fundamentales, como electrones, muones o quarks, y lo hace desde principios básicos, no como parámetros ajustados.
«Este enfoque permite explicar por qué las partículas tienen esas masas, y no solo cuánto pesan», asegura el geofísico. Una pista prometedora que, de confirmarse, podría tener implicaciones profundas.
📊 Comparación con modelos actuales
Teoría Física | Tiempo (dimensiones) | Espacio (dimensiones) | Unificación cuántica-gravedad | Verificable |
---|---|---|---|---|
Relatividad General | 1 | 3 | No | Sí |
Modelo Estándar | 1 | 3 | Parcial | Sí |
Teoría de Cuerdas | 1 | 10 u 11 | Potencial | Difícil |
Tiempo Tridimensional | 3 | 3 | Sí (propuesta) | Sí |
El físico teórico Itzhak Bars sostiene que las dimensiones ocultas del tiempo podrían revelarse en condiciones de energía extrema, como durante el big bang o en colisiones de partículas subatómicas. Cortesía: USC Today
¿Cómo podría comprobarse esta teoría?
Como toda teoría física, su valor dependerá de su capacidad para hacer predicciones comprobables. Kletetschka afirma que su formulación permite hacer pronósticos sobre propiedades de partículas aún no observadas, lo cual abriría nuevas vías de experimentación en aceleradores de partículas o incluso en el estudio de fenómenos astrofísicos extremos.
En contextos de energía altísima, como en el gran colisionador de hadrones (LHC) —el acelerador de partículas más grande del mundo. Ubicado en el CERN, cerca de Ginebra, se usa para hacer chocar protones a altísimas velocidades y así estudiar las partículas fundamentales del universo— o en la radiación del universo temprano, podrían aparecer indicios de estas dimensiones temporales ocultas.
Del mismo modo que las propiedades cuánticas solo emergen en ciertas condiciones, el tiempo tridimensional podría estar plegado en condiciones normales, y solo desplegarse en momentos de gran densidad energética.
¿Ciencia o especulación?
Como suele ocurrir con las teorías que se apartan del consenso científico, la propuesta de Kletetschka ha sido acogida con escepticismo por muchos de sus colegas hasta que otras investigaciones la analicen y, eventualmente, la pongan a prueba.
Pero el propio autor reconoce que su teoría está en una etapa temprana y no pretende destronar de inmediato al espaciotiempo einsteiniano.
“El camino hacia la unificación podría requerir reconsiderar desde cero la naturaleza de la realidad física”, reflexiona. “Esta teoría demuestra que al tratar el tiempo como tridimensional, podemos resolver múltiples enigmas de la física bajo un único marco matemático coherente”.
¿Qué cambiaría si el tiempo tiene tres dimensiones?
Más allá de la física teórica, la idea de que el tiempo tiene múltiples direcciones tiene implicaciones filosóficas, cosmológicas e incluso tecnológicas:
❌ ¿Podrían existir realidades paralelas accesibles a través de otras direcciones temporales?
❌ ¿Sería posible navegar entre diferentes resultados de una misma causa, sin necesidad de retroceder o avanzar en el tiempo?
❌ ¿Es el tiempo una línea o un volumen?
❌ ¿Avanzamos en él o lo habitamos?
Estas preguntas recuerdan más a la ciencia ficción que al laboratorio, pero no están tan alejadas de ciertos principios de la física cuántica, donde los estados múltiples y las probabilidades coexistentes son moneda común.
Si Kletetschka tiene razón, podríamos estar ante una reinterpretación radical del universo, en la que el tiempo deja de ser una línea invisible que nos arrastra, para convertirse en un espacio complejo donde nuestra realidad no es única, sino una entre muchas posibles.▪️
Información facilitada por la Universidad de Alaska Fairbanks
Fuente: Gunther Kletetschka. Three-Dimensional Time: A Mathematical Framework for Fundamental Physics. Reports in Advances of Physical Sciences (2025). DOI: https://doi.org/10.1142/S2424942425500045