¿Colirio en lugar de gafas de lectura? Una alternativa innovadora para la presbicia

Unas gotas oftálmicas podrían retrasar o reducir la necesidad de gafas de lectura para la vista cansada. Un estudio internacional abre nuevas opciones no invasivas.

Por Enrique Coperías

Con la edad, la mayoría de las personas desarrolla presbicia o vista cansada, una dificultad para enfocar objetos cercanos que obliga a usar gafas de lectura.

Con la edad, la mayoría de las personas desarrolla presbicia o vista cansada, una dificultad para enfocar objetos cercanos que obliga a usar gafas de lectura. Ahora, un nuevo tratamiento con colirios podría cambiar la forma en que millones de personas corrigen este problema de visión. Foto: Towfiqu barbhuiya

Con el paso de los años, la mayoría de las personas acaba enfrentándose a la presbicia, también conocida como vista cansada, esa dificultad para enfocar de cerca que obliga a recurrir a las gafas de lectura. Pero un nuevo enfoque farmacológico abre la puerta a un futuro sin lentes: unas gotas para los ojos, aplicadas dos o tres veces al día, podrían devolver nitidez a la visión cercana.

Un estudio retrospectivo con 766 pacientes, presentado en el 43º Congreso de la Sociedad Europea de Cirugía de Cataratas y Refractiva (ESCRS), que se ha celebrado en Copenhagen (Dinamarca), revela que la gran mayoría de los participantes consiguió leer dos, tres o incluso más líneas adicionales en la cartilla de Jaeger —la prueba estándar para medir la agudeza visual de cerca— tras usar estos colirios formulados de manera específica. La mejoría no solo fue rápida, sino que se mantuvo hasta dos años.

La investigación ha estado dirigida por la oftalmóloga argentina Giovanna Benozzi, del Centro de Investigación Avanzada en Presbicia de Buenos Aires.

«Queríamos dar respuesta a una necesidad médica no cubierta. Las gafas de lectura o la cirugía ocular tienen limitaciones: desde la incomodidad social hasta los riesgos de una intervención. Hay pacientes que no quieren operarse ni resignarse a las gafas, y pensamos en una solución no invasiva, eficaz y cómoda», explica la especialista.

Principios activos del colirio

Las gotas oftálmicas, desarrolladas por su padre, el fallecido doctor Jorge Benozzi, combinan dos principios activos:

✅ La pilocarpina, un fármaco que contrae la pupila y el músculo ciliar para mejorar la capacidad de enfoque.

✅ El diclofenaco, un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que reduce la irritación que suele provocar la pilocarpina.

Los pacientes se las aplicaron dos veces al día —al despertar y unas seis horas más tarde—, con la opción de una tercera dosis si los síntomas reaparecían.

La cohorte del estudio estuvo formada por 373 mujeres y 393 hombres, con una edad media de 55 años, divididos en tres grupos según la concentración de pilocarpina (1%, 2% y 3%). Una hora después de la primera aplicación, los participantes mostraban una mejoría media de 3,45 líneas en la cartilla de Jaeger. Los avances se mantuvieron a lo largo del seguimiento, que se prolongó durante dos años.

Resultados principales de la investigación

Los resultados fueron llamativos, ya que el 99% de los pacientes tratados con la formulación al 1% alcanzó visión cercana óptima, y leían al menos dos líneas adicionales. En el grupo del 2%, un 69% consiguió leer tres o más líneas extra; y en el de 3%, lo logró el 84%. A los doce meses, el 83% mantenía una visión cercana funcional sin necesidad de gafas.

Los efectos adversos fueron leves: visión tenue temporal en un 32% de los casos, irritación ocular al aplicar las gotas en un 3,7% y dolor de cabeza en un 3,8%. No se registraron complicaciones graves, como aumento de la presión intraocular o desprendimiento de retina, aunque la pilocarpina puede causar, en general, síntomas como enrojecimiento ocular, visión borrosa, sensibilidad a la luz o problemas para cambiar el enfoque.

La doctora Benozzi subraya que la respuesta dependía de la gravedad inicial de la presbicia: «Los pacientes con casos más leves respondieron mejor a la concentración del 1%, mientras que los que tenían una presbicia más avanzada necesitaron dosis del 2% o el 3% para mejorar de manera significativa».

Hay que «echar otro vistazo» a la investigación

El estudio destaca por el tamaño de muestra y la duración del seguimiento, pero también presenta limitaciones: se trata de un análisis retrospectivo y de un solo centro, lo que podría limitar la generalización de los hallazgos.

Desde fuera de la investigación, el profesor Burkhard Dick, presidente electo de la ESCRS, reconoce el potencial de la terapia, pero se muestra cauto:

«Los colirios con pilocarpina y diclofenaco pueden mejorar la visión cercana durante hasta dos años, pero su diseño limitado no garantiza que los resultados sirvan para todos los pacientes. El uso prolongado de pilocarpina puede causar efectos secundarios y el de antiinflamatorios tópicos, riesgos corneales. Son necesarios estudios multicéntricos, a largo plazo, para confirmar seguridad y eficacia».

En paralelo, la doctora Benozzi continúa el seguimiento de otros pacientes que llevan más de diez años usando este tratamiento, y planea nuevas investigaciones para evaluar su impacto en la calidad de vida y profundizar en los mecanismos fisiológicos implicados.

Por ahora, la promesa es clara: las gotas para la presbicia no eliminarán las gafas de lectura para todo el mundo, ni sustituyen a la cirugía ocular, pero se perfilan como una alternativa viable, cómoda y personalizada para quienes buscan mayor libertad visual en la madurez. ▪️

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