El róver Curiosity encuentra grandes depósitos de carbono en Marte

Un inesperado hallazgo en el planeta rojo apunta a que Marte tuvo un ciclo del carbono activo y condiciones que pudieron sostener vida. ¿Qué provocó su colapso? La clave podría estar escrita en sus rocas.

Por Enrique Coperías

Fotomosaico tomada por el róver Curiosity el 30 de abril de 2023 en el sitio de perforación Ubajara, en el cráter Gale, Marte. Las muestras de polvo de roca perforadas aquí contenían siderita, un mineral de carbonato de hierro. Las huellas del róver en primer plano tienen 40 cm de ancho. Cortesía: NASA Jet Propulsion Laboratory-Caltech/Malin Space Science Systems

Durante años, los científicos han soñado con encontrar en Marte señales de que, en algún momento, fue un planeta cálido, húmedo y quizás hasta habitable.

Ahora, un descubrimiento del róver Curiosity, que puso sus ruedas en Marte en el verano de 2010, podría acercarnos un poco más a esa imagen: investigadores han encontrado minerales que demuestran que, hace miles de millones de años, Marte tuvo un ciclo del carbono en funcionamiento. Y no solo eso: el cuarto planeta del Sistema Solar también pudo contar con una atmósfera densa y estable de lo que pensábamos.

Todo comenzó con la exploración de un tramo de 89 metros de sedimentos en el cráter Gale, donde Curiosity ha estado trabajando pacientemente desde 2012. Allí, en unas capas de roca especialmente interesantes, el róver detectó la presencia de un mineral llamado siderita, un tipo de carbonato de hierro.

La huella de una atmósfera rica en CO₂

¿Y por qué esto es importante? Porque los carbonatos se forman cuando el dióxido de carbono (CO₂) reacciona con el agua y ciertos tipos de rocas, atrapando así el gas en minerales sólidos. En otras palabras, la siderita marciana podría ser la huella química de una antigua atmósfera rica en CO₂.

El equipo de investigadores, liderado por Benjamin Tutolo, geocientífico de la Universidad de Calgary, en Canadá, encontró que en varias muestras analizadas el contenido de siderita era sorprendentemente alto, entre un 4,8% y un 10,5% del peso de las rocas. Además, estos minerales aparecían acompañados de sales muy solubles, lo que sugiere que su formación estuvo ligada a la evaporación de agua en un ambiente donde el líquido era escaso.

Hasta ahora, detectar carbonatos en Marte había sido complicado. Se habían encontrado algunos, sí, pero en cantidades mucho menores a las que los modelos climáticos predecían. La gran paradoja era que, para haber tenido ríos, lagos y océanos, Marte debió poseer una atmósfera densa en CO₂... y sin embargo, el rastro mineral de esa atmósfera parecía casi inexistente. Este nuevo hallazgo, pues, empieza a resolver ese misterio.

El planeta rojo no siempre fue tan inhóspito

«Si nuestros modelos sobre el calentamiento atmosférico en Marte son correctos, sabemos que debió haber una gran cantidad de CO₂ en el Marte antiguo para estabilizar el agua líquida. Eso implica que deberían existir minerales carbonatados en el planeta —explica Tutolo en un comunicado de la Universidad de Calgary. Y añade—: Pero nadie había sido capaz de encontrarlos en las cantidades que esperábamos... hasta ahora».

Utilizando dos instrumentos clave a bordo del Curiosity —el CheMin, que identifica minerales mediante rayos X, y el SAM, que analiza los gases liberados al calentar las muestras—, los científicos confirmaron que las rocas contenían siderita de alta pureza. Esta pureza, además, daba pistas sobre su origen: se formó en condiciones de bajo oxígeno, probablemente bajo tierra, lejos del contacto directo con la atmósfera.

«Taladrar a través de las capas de Marte es como leer un libro de historia —comenta Thomas Bristow, investigador de la NASA Ames y coautor del estudio. Y en esas páginas de roca, se encontró evidencia de que el planeta rojo no siempre fue tan inhóspito.

Para que se forme siderita hace falta agua líquida

La siderita no aparece de cualquier manera. Para que se forme, hace falta agua líquida, una buena cantidad de bicarbonato y carbonato en la solución, un pH neutro o alcalino, y un ambiente que no esté saturado de oxígeno. Todo esto encaja con un Marte más cálido y húmedo que el desierto congelado que conocemos hoy.

Los investigadores dedujeron que, en el cráter Gale, la formación de siderita se produjo cuando el agua empezó a evaporarse, concentrando los minerales en solución hasta que comenzaron a precipitar.

Primero apareció la siderita, y después otros minerales como sulfatos de calcio y sulfatos de magnesio. El hecho de que el cráter fuera un sistema cerrado favoreció este proceso, similar a cómo en la Tierra se forman depósitos de sales en lagos salinos.

Ben Tutolo, de la Universidad de Calgary, participa como científico en el equipo del róver Curiosity del Laboratorio Científico de Marte de la NASA.

Ben Tutolo, de la Universidad de Calgary, participa como científico en el equipo del róver Curiosity del Laboratorio Científico de Marte de la NASA. Cortesía: Riley Brandt / University of Calgary

Carbono atrapado en las rocas marcianas

Pero ¿qué significa este hallazgo a escala planetaria? Si los sedimentos ricos en sulfatos y siderita del cráter Gale son representativos de otros lugares en Marte —y todo indica que sí—, entonces podríamos estar hablando de una cantidad considerable de carbono atrapado en las rocas marcianas.

Los cálculos sugieren que estos estratos podrían haber secuestrado entre 2,6 y 36 milibares de CO₂, una cifra que, en su máximo, multiplica por seis la presión actual de la tenue atmósfera marciana.

No obstante, aunque esa cantidad de dióxido de carbono atrapado en Marte es impresionante, no bastaría por sí sola para haber mantenido lagos y ríos estables en la superficie marciana. Se necesitarían condiciones adicionales para conseguir un calentamiento suficiente, pero aún así, esta captura de dióxido de carbono podría haber jugado un papel esencial en el antiguo clima marciano.

Cómo perdió Marte su habitabilidad

Además, el descubrimiento del róver Curiosity ofrece una nueva explicación sobre el cambio climático en Marte. Según Tutolo, a medida que el dióxido de carbono comenzó a ser capturado en forma de siderita, se redujo su concentración en la atmósfera, lo que podría haber enfriado progresivamente el planeta.

«La pregunta ahora es cuánta de esa atmósfera de CO₂ fue realmente secuestrada —plantea este experto. Y se pregunta a continuación—: «¿Pudo ser esa una de las razones por las cuales Marte perdió su habitabilidad

La historia se vuelve aún más fascinante: no todo el carbono se quedó atrapado para siempre. En varias muestras, los investigadores encontraron minerales de hierro oxidados,como hematita y goethita, formados por procesos de oxidación posteriores que liberaron parte del CO₂ de nuevo a la atmósfera.

El róver Curiosity se hizo este selfi en Marte en octubre de 2012.

El róver Curiosity se hizo este selfi en Marte en octubre de 2012. Cortesía: NASA/JPL-Caltech/Malin

La fragilidad de la vida

Esto sugiere que Marte tuvo un ciclo del carbono dinámico: una parte del CO₂ quedó fijada en las rocas, pero otra volvió a liberarse más tarde, quizá contribuyendo de forma significativa a cambios climáticos posteriores.

Este proceso, señalan los investigadores, es un recordatorio de lo frágil que puede ser la habitabilidad de un planeta. «Estudiar el colapso de los días cálidos y húmedos de Marte nos enseña que la habitabilidad es algo muy delicado —dice Tutolo. Y añade—: Pequeños cambios en el CO₂ atmosférico pueden tener enormes consecuencias».

Por último, este hallazgo tiene implicaciones no solo para entender Marte, sino también para combatir el cambio climático en la Tierra. El propio Tutolo trabaja en técnicas para secuestrar dióxido de carbono y convertirlo en minerales estables, como forma de combatir el calentamiento global.

«Aprender cómo se formaron estos minerales en Marte nos ayuda a perfeccionar las técnicas que queremos aplicar aquí», asegura Tutolo.

Cada vez que el róver Curiosity perfora una roca o analiza un grano de polvo, nos revela un capítulo más de la historia de Marte. Y, como demuestra este descubrimiento, esa historia es mucho más viva, más compleja y más parecida a la nuestra de lo que alguna vez imaginamos. ▪️

  • Información facilitada por la Universidad de Calgary

  • Fuente: Benjamin M. Tutolo et al. Carbonates identified by the Curiosity rover indicate a carbon cycle operated on ancient Mars. Science (2025). DOI: 10.1126/science.ado9966

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