Descubren un patrón único en el esmalte dental de «Homo antecessor» y los homínidos de la Sima de los Huesos de Atapuerca
Un estudio desvela patrones mixtos en el esmalte dental de Homo antecessor y los homínidos de la Sima de los Huesos, hallados en la sierra burgalesa de Atapuerca. Se trata de una pista clave para entender la evolución humana en el Pleistoceno medio.
Por Enrique Coperías
Premolar de Sima de los Huesos. En los homínidos de este yacimiento, los premolares superiores presentan esmalte fino —como el de los neandertales—, mientras que los inferiores conservan un esmalte más grueso, similar al de los humanos modernos. Cortesía: Martín-Francés et al
El espesor del esmalte dental, una característica que suele pasar desapercibida en la evolución humana, ha revelado pistas cruciales sobre las relaciones entre especies extintas y los humanos modernos.
Un nuevo estudio liderado por la investigadora Laura Martín-Francés, del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), en España, y la Universidad de Monash, en Australia, arroja luz sobre este aspecto a través del análisis de fósiles de los yacimientos de la sierra de Atapuerca, en Burgos.
Los resultados, publicados en la revista American Journal of Biological Anthropology, muestran que los premolares de Homo antecessor (Gran Dolina, nivel TD6) y los de los homínidos de la Sima de los Huesos (SH), con una antigüedad de 430.000 años, presentan un patrón mixto en el grosor del esmalte, una combinación inusual que hasta ahora solo se había observado en Homo sapiens y Homo neanderthalensis.
¿Quién ocupó la Sima de los Huesos?
Hay que decir que los fósiles descubiertos en la Sima de los Huesos, uno de los yacimientos clave de la sierra de Atapuerca, con más de 7.000 restos recuperados hasta la fecha, fueron atribuidos inicialmente a la especie Homo heidelbergensis, considerada como el homínido que habitó Europa antes de la aparición de los neandertales (Homo neanderthalensis). Esta denominación proviene de una mandíbula hallada en la localidad alemana de Heidelberg, que sirvió de base para definir este taxón.
No obstante, un estudio dirigido por el paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga, del Centro Mixto UCM-ISCIII de Evolución y Comportamiento Humanos de Madrid, publicado en Science en 2014, cuestionó esta clasificación. La investigación proponía excluir a la población de la Sima de los Huesos de Homo heidelbergensis, al evidenciar un conjunto de rasgos morfológicos claramente alineados con Homo neanderthalensis.
Esta reevaluación se vio reforzada por dos estudios genéticos posteriores, publicados en la revista Nature en los años 2014 y 2016, que confirmaron la estrecha afinidad entre los homínidos de la Sima y los neandertales. Los análisis del ADN antiguo demostraron que pertenecían al linaje evolutivo neandertal, situándolos como antecesores directos dentro de esa rama del árbol evolutivo humano.
¿Por qué es importante el grosor del esmalte en evolución humana?
Pues bien, el esmalte dental actúa como una cápsula del tiempo evolutiva. Su grosor se asocia con estados morfológicos primitivos o derivados. Mientras el esmalte grueso se considera una condición primitiva compartida por los humanos modernos y la mayoría del registro fósil, el esmalte fino se relaciona con rasgos derivados característicos de los neandertales.
«El principal objetivo de este estudio ha sido determinar si los dientes de ambas poblaciones [Homo antecessor y los homínidos de la Sima de los Huesos] muestran un esmalte grueso, considerado el estado primitivo presente en la mayoría del registro fósil y en humanos modernos, o si, por el contrario, tienen un esmalte fino, una característica derivada que comparten los neandertales», comenta Martín-Francés en un comunicado del CENIEH.
Los 174 premolares analizados proceden de individuos fósiles de Atapuerca y de humanos actuales de Europa, África y Asia. Escaneados mediante microtomografía computarizada (microCT), los dientes han sido reconstruidos en 3D con una resolución de 18 micras, lo que ha permitido distinguir con precisión entre el esmalte, la dentina y otros tejidos dentales.
Premolares y maxilar de Homo antecessor, especie que hace un millón de años practicaba la antropofagia. Cortesía: Martín-Francés et al
Enseñar los dientes a la comunidad científica
La variabilidad detectada en los fósiles de Atapuerca es notable. En los homínidos de la Sima de los Huesos, los premolares superiores presentan esmalte fino —como el de los neandertales—, mientras que los inferiores conservan un esmalte más grueso, similar al de los humanos modernos.
Sin embargo, en Homo antecessor ocurre justo lo contrario: los premolares superiores muestran una notable variación entre individuos, pero los inferiores tienden hacia el esmalte fino, más derivado o evolucionado, es decir, más reciente en la evolución.
Para la investigadora, esta diversidad interna lanza una advertencia clara a la comunidad científica: «La gran variabilidad que hemos observado en los dientes de Atapuerca es un aviso importante: no se pueden sacar conclusiones definitivas sobre el grosor del esmalte (y si es una condición primitiva o derivada) a partir de un solo diente».
Dos hipótesis dentales, a prueba
Más allá del grosor, el estudio también ha puesto a prueba dos hipótesis clave sobre la relación entre la estructura dental y su morfología:
✅ Por un lado, los investigadores han confirmado que existe una asociación entre el grosor del esmalte y el tamaño de la corona dental: cuanto más pequeña es la corona, más grueso tiende a ser el esmalte, una tendencia observable en los Homo sapiens modernos.
✅ Por otro lado, no se ha hallado evidencia de que un esmalte más fino esté necesariamente vinculado a una mayor complejidad morfológica de la dentina, como se había sugerido para los neandertales.
La investigación abre así nuevas vías para explorar las dinámicas evolutivas del Pleistoceno medio. «Es importante seguir investigando esta posible relación en otras clases dentales, como los incisivos centrales, que en el TD6 y SH también muestran una morfología compleja similar a la neandertal» señala Martín-Francés.
En palabras de esta antropóloga, «investigaciones futuras en otros dientes y nuevos análisis sobre las posibles causas de esta variación nos ayudarán a comprender este aspecto de nuestra historia evolutiva».
No cabe duda de que en el intrincado mosaico de la evolución humana los dientes fósiles siguen siendo una de las piezas más reveladoras.▪️
Información facilitada por el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana
Fuente: Laura Martín-Francés, María Martinón-Torres, Marina Martínez de Pinillos, Song Xing, Christophe Soligo, Cecilia García-Campos, Mario Modesto-Mata, José María Bermúdez de Castro. Crown tissue proportions and enamel thickness distribution in early Pleistocene Homo antecessor maxillary premolars (Atapuerca, Spain). American Journal of Biological Anthropology (2025). DOI: https://doi.org/10.1002/ajpa.24679