La ciencia de Mortadelo y Filemón: por qué el CSIC homenajea a Francisco Ibáñez con una exposición que conecta humor, investigación y cultura científica

El CSIC rescata el ingenio de Francisco Ibáñez con una exposición que revisa cuatro décadas de ciencia vista desde el humor. Las portadas de Mortadelo y Filemón revelan cómo la cultura popular anticipó debates que hoy marcan la investigación.

Por Enrique Coperías

La exposición del CSIC redescubre a Ibáñez como cronista involuntario de los avances científicos. Entre desastres del profesor Bacterio y misiones imposibles, Mortadelo y Filemón trazan una historia alternativa de la investigación en España.

La exposición del CSIC redescubre a Ibáñez como cronista involuntario de los avances científicos. Entre desastres del profesor Bacterio y misiones imposibles, Mortadelo y Filemón trazan una historia alternativa de la investigación en España.

Cuando el cómic se convierte en divulgación científica

Mortadelo y Filemón nunca han necesitado excusas para dinamitar laboratorios, provocar desastres ambientales o empuñar inventos imposibles de la T.I.A.. Ahora, sus tropiezos pseudocientíficos se convierten en materia de divulgación. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha inaugurado en Sevilla la exposición La ciencia de Mortadelo y Filemón, un recorrido por 39 portadas originales creadas por Francisco Ibáñez entre 1975 y 2018 que ilustran, con humor ácido, las luces y sombras del progreso científico español.

La muestra estará abierta en la Casa de la Ciencia hasta el 15 de febrero de 2026 y viajará después por distintas ciudades españolas durante dos años.

El homenaje no es casual. Francisco Ibáñez (1936-2023), titán del cómic español, fue también —aunque quizá sin proponérselo— un cronista de la ciencia en la vida cotidiana. El CSIC reivindica ahora esa faceta: la de un autor capaz de convertir el deshielo de los glaciares, la ingeniería genética o los primeros trasplantes de órganos en material risible sin restarles importancia.

🗣️ «Esta exposición es un homenaje doble. Por un lado, al talento de Francisco Ibáñez, que supo retratar con ironía y lucidez los desafíos de la modernidad. Y, por otro, a la comunidad científica, que investiga, innova y comunica con rigor, sin perder de vista su compromiso con la sociedad», explicó durante la inauguración Pura Fernández, vicepresidenta adjunta de Cultura Científica y Ciencia Ciudadana del CSIC.

Cinco secciones para entender la ciencia al estilo de Ibáñez

La exposición se articula en cinco secciones temáticas.

1️⃣ La primera, Un mundo en movimiento bajo la lupa de la ciencia, presenta portadas donde Ibáñez observa la relación cambiante entre ciencia, naturaleza y sociedad. Allí aparecen glaciares que se deshacen en manos de Mortadelo, plagas descontroladas o epidemias recreadas con exageración cómica pero inequívocas referencias a problemas reales.

2️⃣ Le sigue Innovaciones tecnológicas incorporadas por la T.I.A., donde los inventos del profesor Bacterio vuelven a ocupar el centro del escenario. Los disparatados artilugios, de armas improbables a sistemas de vigilancia que nunca funcionan como deberían, sirven para recordar, desde la sátira, que la tecnología solo es útil si cumple su propósito. Lo contrario genera caos, fuego cruzado y más de una explosión en cadena, como bien saben los agentes más torpes del universo Bruguera.

3️⃣ La tercera sección está dedicada precisamente al profesor Bacterio: El laboratorio de Bacterio, aciertos y accidentes. Aquí la caricatura del científico loco permite reflexionar sobre los límites de la experimentación y la necesidad de ética y seguridad en los laboratorios. En manos de Ibáñez, estas fronteras suelen ser meras sugerencias, y los resultados —metamorfosis inesperadas, reacciones químicas descontroladas o inventos que se rebelan contra su creador— funcionan como recordatorios cómicos de lo que ocurre cuando la ciencia pierde el sentido común.

Portada de Objetivo eliminar al “Rana” (1993), en la que Mortadelo y Filemón investigan conspiraciones tecnocientíficas.

Portada de Objetivo eliminar al “Rana” (1993), en la que Mortadelo y Filemón investigan conspiraciones tecnocientíficas.

4️⃣ La cuarta parte, La ciencia en el espejo social de Mortadelo y Filemón, repasa cómo la sociedad interpreta —y a veces malinterpreta— el avance científico. Aparecen referencias a la pseudociencia, a la vida en la prehistoria o a la exploración galáctica: un menú variado que ilustra cómo la información científica se negocia en el espacio público, con filtraciones, distorsiones y bulos incluidos.

5️⃣ Por último, Ciencia de emergencia para tiempos revueltos aborda grandes amenazas contemporáneas: el cambio climático, la contaminación, los mosquitos invasores o el polvo sahariano, siempre desde el humor negro propio del dibujante.

Ciencia real detrás de los tebeos

El CSIC quiere que el homenaje vaya más allá de la nostalgia. La muestra incluye una web —lacienciademortadeloyfilemon.csic.es— que permite acceder, a través de códigos QR, a investigaciones reales del organismo. En cada sección, el visitante puede enlazar las situaciones disparatadas de la historieta con avances actuales en áreas como el cambio climático, la biomedicina, la tecnología agrícola y la astrofísica.

El objetivo es reforzar la idea de que, tras la exageración humorística, Ibáñez siempre trabajó con un pie puesto en la actualidad científica. Así lo explica su hija, Nuria Ibáñez, que participó en la inauguración junto a representantes del CSIC, Penguin Random House y autoridades locales:

🗣️ «Las historias que dibujaba fueron haciendo más referencias a la actualidad progresivamente, también a las que tenían que ver con la investigación científica. Era una forma de rejuvenecer a los personajes y conseguir que nuevas generaciones conectasen con los dibujos».

No es un fenómeno nuevo: desde los primeros trasplantes de órganos hasta los debates sobre organismos modificados genéticamente, Ibáñez supo incorporar elementos reales a la ficción sin perder la esencia del humor Bruguera. La exposición reivindica esa virtud narrativa, que combinaba sátira y divulgación sin intención moralizadora pero con el poder de despertar curiosidad.

Nuestro antepasado, el mico (2010), con un enorme simio que domina la escena.

Nuestro antepasado, el mico (2010), con un enorme simio que domina la escena.

Un legado que viaja por toda España

La ciencia de Mortadelo y Filemón no será una muestra estática. Tras permanecer en Sevilla hasta febrero de 2026, recorrerá centros y delegaciones del CSIC en toda España durante este año y 2027, además de otros museos de ciencia. El organismo también ha publicado un catálogo con todas las portadas y textos de la exposición, pensado tanto para investigadores como para lectores de cómic que quieran descubrir cómo la ciencia se filtró en el universo de la T.I.A. mucho antes de que los superhéroes dominaran la cultura popular.

El enfoque es coherente con la trayectoria del autor. Ibáñez, prolífico y meticuloso, trabajó durante décadas en la editorial Bruguera creando numerosos personajes, pero fue con Mortadelo y Filemón, que vieron la luz en enero de 1958, con quienes alcanzó un éxito masivo. Su humor visual, los juegos de palabras, la crítica social y la capacidad para retratar la actualidad lo convirtieron en una pieza clave de la cultura popular española del siglo XX y principios del XXI.

Los científicos del CSIC que han colaborado en la muestra —Fernando del Blanco (CID-CSIC) y Jon Arrizabalaga y Alfons Zarzoso (IMF-CSIC)— guiaron a los asistentes a través de este particular archivo de la ciencia dibujada. Su mirada experta ayuda a conectar cada portada con fenómenos reales: desde el deshielo de los polos hasta los riesgos de la biotecnología, pasando por la relación entre innovación y sociedad. Para muchos investigadores, la lectura infantil de Mortadelo y Filemón fue su primer contacto con conceptos científicos básicos, aunque llegaran empaquetados en humor slapstick y persecuciones imposibles.

En El coche eléctrico (2013), un vehículo ecoeficiente acaba siendo, cómo no, pasto de la destrucción y del desconcierto de sus protagonistas.

En El coche eléctrico (2013), un vehículo ecoeficiente acaba siendo, cómo no, pasto de la destrucción y del desconcierto de sus protagonistas.

Ciencia, humor y memoria colectiva

El homenaje a Ibáñez no es solo un gesto de agradecimiento institucional. También es una reflexión sobre el papel de la cultura popular en la percepción pública de la ciencia. Las aventuras de Mortadelo y Filemón conectaron durante décadas con lectores que quizá no frecuentaban museos ni blogs científicos, pero que aprendieron, entre carcajadas, que el cambio climático existía, que había riesgos biológicos nuevos o que la investigación podía fallar de maneras espectaculares.

La combinación de sátira e investigación puede parecer ligera, pero el CSIC la toma en serio. Las portadas seleccionadas funcionan como espejos deformantes de la realidad científica española, desde sus grandes logros hasta sus momentos de confusión social. En tiempos donde la desinformación científica circula con facilidad, recuperar esos referentes humorísticos se convierte en una forma eficaz de acercar la ciencia a públicos diversos.

La exposición también pone en valor el talante humano que impregnaba la obra de Ibáñez. Mortadelo y Filemón sobreviven a pandemias, derrumbes, misiones intergalácticas o desastres ecológicos gracias a su torpeza entrañable. Y es ese carácter, tan humano como imperfecto, el que permite al público identificarse con ellos y, al mismo tiempo, reírse de los fallos del sistema.

Con La ciencia de Mortadelo y Filemón, el CSIC celebra no solo a un creador irrepetible, sino la capacidad del humor para iluminar la ciencia desde perspectivas inesperadas. Un recordatorio de que, a veces, para entender la complejidad del mundo basta con seguir el rastro de destrucción que dejan dos agentes muy poco secretos y las ideas demasiado creativas del profesor Bacterio.▪️

Mortadelo y Filemón, creados por Francisco Ibáñez, protagonizan la nueva exposición del CSIC.

Mortadelo y Filemón, creados por Francisco Ibáñez, protagonizan la nueva exposición del CSIC.

  • Información facilitada por el CSIC

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