La medicina medieval era más inteligente de lo que crees… y extrañamente similar a las tendencias de salud en TikTok

La medicina medieval no era tan oscura como creíamos: observación, ciencia y remedios naturales convivían en manuscritos que hoy dialogan con las tendencias de TikTok. Un nuevo estudio internacional afirma que muchas prácticas del pasado podrían estar más vigentes de lo que imaginamos.

Por Enrique Coperías

Un médico medieval aplica un ungüento de hueso de melocotón y aceite de rosas para aliviar el dolor de cabeza, según una receta encontrada en manuscritos del siglo IX, ahora reivindicada por la ciencia moderna.

Un médico medieval aplica un ungüento de hueso de melocotón y aceite de rosas para aliviar el dolor de cabeza, según una receta encontrada en manuscritos del siglo IX, ahora reivindicada por la ciencia moderna. Imagen generada con DALL-E

Durante siglos, la medicina de la Alta Edad Media ha sido vista como una amalgama de superstición, brebajes estrafalarios y oscurantismo intelectual.

Pero un ambicioso proyecto internacional acaba de desafiar esa patética imagen: lejos de limitarse a rezos y remedios mágicos, los médicos medievales practicaban una forma de ciencia observacional sorprendentemente sofisticada y, en muchos casos, no tan distinta a las tendencias actuales de salud y bienestar promovidas en plataformas como TikTok y otras redes sociales.

La iniciativa, conocida como Corpus of Early Medieval Latin Medicine (CEMLM), ha reunido y catalogado más de trescientos manuscritos médicos anteriores al siglo XI, hasta duplicar prácticamente el número de textos médicos conocidos de esta época.

La medicina alternativa de hoy, ayer en los manuscritos medievales

Dirigido por un equipo académico con participación de universidades como Binghamton (Estados Unidos), Utrecht (Países Bajos) y St. Andrews (Reino Unido), el proyecto ha desenterrado un panorama de prácticas médicas inesperadamente ricas y variadas, que combinaban observación empírica, conocimiento botánico y enfoques que hoy consideraríamos propios de la medicina natural o alternativa.

«Durante mucho tiempo hemos asumido que la medicina en los siglos oscuros era marginal y supersticiosa. Pero lo que vemos es un interés genuino por observar la naturaleza, recopilar datos y experimentar con sustancias», explica Meg Leja, profesora de Historia en la Universidad de Binghamton y una de las responsables del catálogo.

En los márgenes de manuscritos sobre gramática, teología o poesía —porque sí, los textos médicos muchas veces convivían de forma casi casual con otros saberes— aparecen fórmulas para aliviar dolencias, mejorar el aspecto físico o incluso controlar el cuerpo.

Los manuscritos medievales, como el manual de herbolaría Cotton MS Vitellius C III, destacan usos de las hierbas que reflejan las tendencias de bienestar actuales. Cortesía: The British Library

Remedios medievales para las migrañas y la calvicie

Algunas de estas recetas no desentonarían entre las recomendaciones virales de redes sociales: para el dolor de cabeza, por ejemplo, se sugería triturar el hueso de un melocotón y mezclarlo con aceite de rosas para aplicarlo en la frente. Curiosamente, un estudio publicado en 2017 reveló que el aceite de rosa puede tener efectos analgésicos frente a las migrañas.

Otro ejemplo peculiar es el champú de lagarto, en el que se usaban restos del reptil con fines capilares: desde fomentar una melena abundante hasta facilitar la depilación, anticipándose con siglos de distancia a los rituales de belleza actuales.

«Muchas de las recomendaciones que encontramos en estos manuscritos medievales circulan hoy bajo la etiqueta de medicina alternativa. Pero no son nuevas en absoluto: son prácticas con milenios de historia», señala Leja.

Representación de la hierba acedera y descripción de sus usos médicos, sacada de una colección de varios herbarios del Museo Meermano, en La Haya.

Representación de la hierba acedera y descripción de sus usos médicos, sacada de una colección de varios herbarios del Museo Meermano, en La Haya. Cortesía: The Hague, Museum Meermanno

Revalorizando el conocimiento olvidado

El nuevo catálogo médico medieval, ya disponible en línea, no se limita a reproducir los textos de figuras consagradas como Hipócrates, sino que incorpora documentos utilizados por personas comunes, con enfoques más prácticos que académicos. Leja subraya que esto permite entender la medicina medieval «en toda su plenitud», más allá de las autoridades clásicas que solían protagonizar los estudios anteriores.

Pese a la escasez de fuentes —que en parte justifica el calificativo de oscuros para estos siglos—, el equipo defiende que en la Alta Edad Media no había una actitud contraria a la ciencia. Al contrario: existía una preocupación evidente por la salud, el cuerpo y el conocimiento del entorno.

El trabajo del CEMLM no ha terminado. El equipo sigue localizando y digitalizando manuscritos médicos, además de preparar nuevas ediciones y traducciones que puedan servir tanto a investigadores como a docentes. El objetivo, según sus impulsores, es desterrar los clichés sobre la medicina medieval y reivindicar una época menos ignorante —y más curiosa— de lo que siempre nos han contado. ▪️

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