La mochila giroscópica que mejora el equilibrio y la movilidad de las personas con ataxia
Una innovación nacida de la tecnología espacial abre nuevas posibilidades en la rehabilitación neurológica. El GyroPack, una mochila giroscópica pionera, promete devolver autonomía y confianza a quienes conviven con la ataxia, un trastorno neurológico causado por el mal funcionamiento del cerebelo.
Por Enrique Coperías
El GyroPack, una mochila innovadora, utiliza tecnología giroscópica similar a la empleada en estaciones espaciales o grandes satélites para mantener la orientación del usuario con ataxia. Cortesía: Delft University of Technology
Una mochila que utiliza principios de la ingeniería aeroespacial podría convertirse en un aliado insospechado para las personas con ataxia, un trastorno neurológico que afecta gravemente al equilibrio y la coordinación.
El dispositivo, bautizado como GyroPack, ha sido desarrollado por un consorcio de investigadores de la Universidad Técnica de Delft (TU Delft), el Erasmus Medical Centre de Róterdam y el Radboud University Medical Center, en los Países Bajos, y recientemente fue probado en pacientes con ataxia en un ensayo clínico publicado en la revista npj Robotics.
Los resultados, aún preliminares, muestran que el GyroPack puede mejorar la estabilidad al caminar y al estar de pie, y reduce la dependencia de andadores y otros dispositivos de movilidad voluminosos. Para muchos pacientes, podría representar algo más que un avance técnico: una oportunidad de recuperar parte de su independencia y libertad de movimiento en la vida cotidiana.
Qué es la ataxia y cómo afecta al equilibrio
La ataxia es un conjunto de enfermedades degenerativas que dañan el cerebelo, la zona del encéfalo responsable de coordinar los movimientos. La consecuencia es una marcha inestable, con los pies muy separados, giros inseguros y caídas frecuentes. A medida que progresa la enfermedad, incluso permanecer de pie sin apoyo puede convertirse en un reto.
«Algunas personas con ataxia, a menudo jóvenes, dependen de un andador —explica el doctor Jorik Nonnekes, especialista en rehabilitación y líder del estudio en Radboudumc—. Estos dispositivos pueden ser pesados e incómodos, y muchos pacientes los encuentran estigmatizantes».
El impacto va más allá de la movilidad física: limita la participación en la vida social, aumenta el aislamiento y reduce drásticamente la calidad de vida; hay que recordar que la ataxia también provoca cambios en el habla, movimientos oculares de vaivén que no se pueden controlar, pérdida auditiva y dificultad para tragar. Hasta ahora, no existían alternativas prácticas que ofrecieran estabilidad sin imponer cargas adicionales en términos de volumen o riesgo de estigmatización.
GyroPack: cómo funciona la mochila giroscópica
La inspiración para el GyroPack proviene del espacio. Su tecnología se basa en los giroscopios de control de momento, los mismos que permiten a satélites y estaciones espaciales orientarse en la ingravidez. En este caso, los giroscopios giran a gran velocidad dentro de la mochila y, cuando el tronco de la persona se inclina, generan automáticamente una fuerza compensatoria que amortigua ese movimiento.
«Cuando supe de esta tecnología, inmediatamente vi su potencial para ayudar a personas con ataxia», recuerda Nonnekes. El sistema lleva más de una década en desarrollo en el grupo de investigación de Heike Vallery en la TU Delft y el Erasmus MC, pero ahora ha sido optimizado para uso médico.
El GyroPack actual pesa unos seis kilos e integra dos giroscopios que permiten crear distintas condiciones de uso: modo activo, modo placebo (con los giroscopios anulados, pero en funcionamiento mecánico para que el usuario no perciba diferencia) y condición sin mochila.
El estudio clínico: pruebas con pacientes reales
Para comprobar su eficacia, los investigadores reclutaron a catorce personas con ataxia moderada o avanzada, de entre dieciocho y setenta años de edad, con una media de edad de 57. Cada participante realizó una serie de cinco pruebas de equilibrio y movimiento:
✅ Mantenerse de pie con los pies juntos.
✅ Caminar durante dos minutos en cinta.
✅ Girar sobre sí mismos 360°.
✅ Adoptar la postura tándem (un pie delante del otro).
✅ Resistir perturbaciones simuladas en la cinta, que empujaba hacia adelante o hacia atrás.
Estas pruebas se repitieron bajo las tres condiciones mencionadas: sin mochila, con mochila en modo placebo y con mochila en modo asistido. El diseño, con control ciego al usuario, permitió distinguir mejoras reales de posibles efectos placebo.
Muchas personas con ataxia se mueven con ayuda de un andador. La mochila giroscópica podría liberarles de este apoyo, que muchos encuentran voluminoso e incómodo, sobre todo en determinadas circunstancias. Esto podría mejorar enormemente su movilidad y su calidad de vida. Foto: Pixabay
Resultados principales del GyroPack
Los hallazgos fueron modestos, pero alentadores. En el estudio, se destacan estos cuatro:
✅ Más tiempo de pie: con la mochila en modo activo, los participantes lograron mantenerse en posición más tiempo que sin dispositivo.
✅ Menor variabilidad al caminar: uno de los hallazgos más consistentes fue la reducción de la variabilidad en la velocidad angular del tronco, un marcador de inestabilidad y riesgo de caídas. También mejoró el control del centro de masa extrapolado, otro parámetro biomecánico relevante.
✅ Sin grandes mejoras en giros o perturbaciones: en tareas como los giros sobre sí mismos o la recuperación tras empujones, las diferencias no alcanzaron significación estadística.
Lo llamativo es que incluso en el modo placebo algunos pacientes mostraron mejoras respecto a no llevar mochila. Según los investigadores, esto puede deberse al efecto estabilizador del peso adicional, a una ligera asistencia residual del sistema o a la sugestión psicológica.
Nonnekes lo resume así: «Los pacientes estaban visiblemente más estables y podían, por ejemplo, caminar en línea recta con mucha más eficacia cuando los giroscopios estaban activos».
El efecto placebo en la tecnología médica
Uno de los logros metodológicos del estudio fue haber incorporado un grupo placebo con mochila indistinguible del modo activo. Esto permitió comprobar que, aunque la percepción subjetiva de ayuda era similar en ambas condiciones, las métricas objetivas mostraban una diferencia clara a favor del modo asistido.
«Los resultados demuestran que no se trata solo de sugestión», destacan los autores. Y añade—: La reducción significativa de la variabilidad en la marcha bajo el modo asistido confirma un efecto real de estabilización».
Pese a la promesa del GyroPack, el camino hacia su uso cotidiano aún presenta obstáculos. Entre los más importantes destacan estos tres:
✅ El peso: seis kilos siguen siendo una carga considerable para personas con movilidad reducida.
✅ El ruido: los giroscopios alcanzan hasta 86 decibelios, similar al tráfico intenso, lo que resulta molesto en entornos sociales.
✅ Potencia limitada: la fuerza máxima alcanzada en el ensayo fue de 4,3 newton-metro, mientras que prototipos anteriores lograban hasta 15.
En su forma actual, la mochila giroscópica no es apta para un uso diario prolongado, pero sí puede resultar útil en rehabilitación clínica como apoyo al entrenamiento del equilibrio.
Futuro: de la clínica al uso diario
El equipo trabaja ahora en hacer el dispositivo más ligero, silencioso y fácil de usar. «Aún no es adecuado para el día a día —admite Nonnekes—. Pero en el futuro podría ayudar a las personas con ataxia a participar más libremente en su vida diaria. Podrían acudir a eventos sociales sin necesidad de un andador, que muchos encuentran voluminoso e incómodo. Esto podría mejorar enormemente su movilidad y su calidad de vida».
Los investigadores también exploran la posibilidad de que la mochila se adapte a tareas específicas, ofreciendo mayor soporte según la actividad, y su aplicación en telerehabilitación y realidad virtual.
Para Heike Vallery, ingeniera biomecánica de la TU Delft y codesarrolladora del GyroPack, la innovación representa una nueva categoría de wearables robóticos: dispositivos portátiles que no sustituyen la función del cuerpo, sino que la amplifican y corrigen cuando falla.
La mochila giroscópica, añade, no resuelve todos los problemas de la ataxia, pero sí aborda uno de los aspectos más limitantes: la inestabilidad del tronco y el riesgo de caídas.
Una voluntaria prueba el GyroPack. Cortesía: Lotte van de Venis
Una nueva categoría de wearables médicos
Más allá de las métricas, este proyecto conecta con una aspiración muy humana: recuperar la autonomía. Para un paciente con ataxia, poder caminar unos metros sin tambalearse o mantenerse de pie sin ayuda no es solo una mejora biomecánica, sino un cambio en la percepción de sí mismo.
“Se trata de devolver libertad a personas que la han ido perdiendo poco a poco”, resume Nonnekes. “El GyroPack no es una cura, pero puede ser una herramienta que cambie la forma en que viven su enfermedad neurológica”.
El GyroPack demuestra que la frontera entre la ciencia espacial y la medicina puede difuminarse en beneficio de los pacientes. Su combinación de tecnología avanzada y orientación práctica abre un horizonte en el que las personas con ataxia no dependan exclusivamente de andadores y sillas de ruedas, sino que puedan confiar en un accesorio tan cotidiano como una mochila.
El camino por recorrer es largo: habrá que perfeccionar el diseño, validar su eficacia en la vida diaria y garantizar su accesibilidad. Pero el mensaje es claro: la innovación tecnológica puede transformar la vida de quienes conviven con la ataxia y el desequilibrio constante.▪️
Información facilitada por el Radboud University Medical Center
Fuente: Sterke, B.T., van de Venis, L., Poggensee, K.L. et al. Gyroscopic wearable improves balance performance in people with degenerative ataxia – a sham-controlled robotics study. npj Robot (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s44182-025-00041-4