Un caracol que regenera los ojos: el avance científico que podría inspirar terapias para recuperar la visión humana
Un pequeño caracol de agua dulce ha logrado lo que la medicina aún no puede: regenerar completamente sus ojos en menos de un mes. Su secreto genético podría abrir el camino hacia nuevas terapias para restaurar la visión en pacientes humanos.
Por Enrique Coperías
Este caracol podría salvarnos la vista algún día. El caracol manzana dorado tiene ojos similares a una cámara, que son básicamente iguales a los ojos humanos. A diferencia de nosotros, este molusco puede regenerar un ojo perdido o dañado. La bióloga Alice Accorsi, de la Universidad de California en Davis, está estudiando cómo los caracoles logran esta hazaña. Este conocimiento podría ayudarnos a entender el daño ocular en los humanos e incluso llevar a nuevas formas de curar o regenerar los ojos humanos. Cortesía: Alice Accorsi / Universidad de California en Davis
La pérdida de visión por lesiones oculares graves es, hoy por hoy, una sentencia irreversible para millones de personas. Nuestros ojos, pese a su asombrosa complejidad, carecen de la capacidad de regenerarse tras un daño importante.
Pero un descubrimiento reciente promete cambiar las reglas del juego: un pequeño caracol de agua dulce, conocido vulgarmente como caracol manzana dorado (Pomacea canaliculata) es capaz de regenerar por completo sus ojos tipo cámara, los mismos que tenemos los seres humanos.
Este hallazgo, publicado en la revista Nature Communications, no solo desvela una capacidad biológica extraordinaria de este molusco gasterópodo, sino que también introduce por primera vez un modelo no vertebrado, genéticamente manipulable, para estudiar la regeneración de órganos sensoriales complejos.
Al frente del equipo de investigación está Alice Accorsi, profesora de Biología Molecular y Celular en la Universidad de California, en Davis, quien junto a su equipo ha convertido a este caracol en una estrella de laboratorio.
«Los caracoles manzana son organismos extraordinarios —señala Accorsi en un comunicado de la universidad—. Nos brindan una oportunidad única para estudiar la regeneración de órganos sensoriales complejos. Hasta ahora, no teníamos un sistema viable para investigar la regeneración completa del ojo».
¿Qué significa que un caracol tenga ojos tipo cámara?
El caracol manzana dorado es una especie originaria de Sudamérica, hoy considerada invasora en muchas regiones del mundo. Paradójicamente, las mismas características que lo hacen una plaga agrícola —resiliencia, alta fertilidad y rápido ciclo reproductivo— son las que lo vuelven un excelente candidato para la investigación científica.
«Son resistentes, su generación es muy corta y tienen muchísimos embriones por cada puesta —explica Accorsi—. Eso los hace perfectos para experimentos de laboratorio».
Pero la clave está en su sistema visual. Los ojos del Pomacea canaliculata son del tipo cámara, es decir, tienen cornea, cristalino y retina, igual que los nuestros. Esta estructura permite formar imágenes de alta resolución, algo que comparten con otros animales, como vertebrados, pulpos, calamares e incluso algunas arañas.
Si bien se sabía desde hace siglos que algunos caracoles pueden regenerar partes del cuerpo —en 1766 ya se reportaban regeneraciones completas de cabeza en caracoles de jardín—, nadie había logrado aprovechar esa capacidad para estudiar la regeneración de órganos tan complejos como los ojos. Accorsi admite su sorpresa:
«Cuando empecé a leer sobre esto, me preguntaba: ¿por qué nadie está usando caracoles para estudiar regeneración? Creo que simplemente no habíamos dado con el caracol perfecto… hasta ahora».
Formación del ojo durante el desarrollo embrionario de un caracol manzana dorado. Cortesía: Instituto Stowers de Investigación Médica
Cómo un caracol reconstruye un ojo
El proceso de regeneración ocular en el caracol manzana es tan eficiente como sorprendente. Los investigadores amputaron completamente los ojos —incluídos el bulbo ocular y el pedúnculo— y observaron que en menos de un mes los caracoles habían regenerado el ojo completo. El proceso ocurre en varias fases:
1️⃣ Curación inicial (primeras 24 horas): el tejido se cierra para evitar infecciones.
2️⃣ Formación del blastema (días 3 a 6): un conjunto de células indiferenciadas comienza a proliferar.
3️⃣ Aparición de estructuras oculares (día 9 en adelante): retina, lente y nervio óptico emergen.
4️⃣ Maduración final (hasta el día 28): los tejidos crecen y se organizan.
«Aún no tenemos pruebas concluyentes de que puedan ver imágenes —aclara Accorsi. Y añade—: Pero anatómicamente tienen todos los componentes necesarios para formar una imagen. Estamos desarrollando ensayos de comportamiento para comprobar si procesan estímulos visuales con sus nuevos ojos del mismo modo que con los originales».
Genética de la visión: el papel del gen pax6
A nivel molecular, el equipo realizó un seguimiento del cambio en la expresión genética durante la regeneración. Descubrieron que al inicio del proceso se activan más de 9.000 genes, una cifra que va disminuyendo a medida que el ojo se reconstruye. Al cabo de 28 días, aún hay 1.175 genes con expresión diferente respecto a un ojo intacto, lo que sugiere que la maduración total podría requerir más tiempo.
Uno de los genes clave identificados es el pax6, un gen maestro en el desarrollo ocular de los seres humanos, los ratones y las moscas de la fruta. El equipo de Accorsi logró inactivar este gen en embriones de caracol mediante la tecnología del cortapega genético CRISPR-Cas9, lo que demostró que sin pax6, los caracoles nacen sin ojos.
«Fue muy impactante: los embriones sin el pax6 no formaron ninguna estructura ocular —comenta Accorsi—. Esto confirma que el gen es esencial también en caracoles, igual que en seres humanos».
Además, estos embriones mostraron comportamientos alterados: no se desplazaban adecuadamente, no podían girar sobre su pie para moverse ni extender sus tentáculos, lo que sugiere que pax6 también está implicado en el desarrollo neuromotor.
Ingeniería genética en caracoles: una herramienta para el futuro
Uno de los mayores logros del equipo fue establecer una línea estable de caracoles genéticamente modificados, algo muy raro en moluscos. Gracias a un protocolo optimizado de microinyección en cigotos y cultivo ex ovo, los científicos lograron modificar genes clave como el pax6, el pitx y el dia2, lo que posiciona al caracol manzana como un organismo modelo genéticamente tractable. Esto es, una criatura a la que se le pueden modificar los genes de forma sencilla y controlada para estudiar funciones biológicas.
«La idea es mutar genes específicos y observar qué efecto tienen —cpncreta Accorsi—. Así podemos entender la función de cada parte del genoma».
Este avance permite no solo estudiar qué genes son necesarios para formar un ojo, sino también cuáles son indispensables para regenerarlo. El siguiente paso del equipo será justamente apagar pax6 en caracoles adultos y observar si aún así logran regenerar sus ojos. Si no lo hacen, se confirmará que pax6 también es crucial para la regeneración ocular, y no solo para el desarrollo inicial.
«Si logramos identificar genes importantes para la regeneración ocular, y esos mismos genes existen en nosotros, en teoría podríamos activarlos para inducir regeneración en nuestros propios ojos», señala Accorsi con esperanza.
Pomacea canaliculata destaca por su capacidad para regenerar por completo sus ojos en menos de un mes. Su estructura ocular es similar a la humana y comparte genes clave del desarrollo visual. Además, puede ser editado genéticamente con CRISPR y se adapta fácilmente al laboratorio. Cortesía: Instituto Stowers de Investigación Médica
Implicaciones evolutivas: ¿por qué los caracoles pueden regenerar sus ojos y nosotros no?
Más allá del potencial biomédico, este estudio también plantea preguntas profundas sobre la evolución de los órganos sensoriales. El ojo tipo cámara ha evolucionado de forma paralela en varios grupos animales, y el hecho de que los caracoles y los seres humanos compartan genes como el pax6 sugiere una base genética común para la formación de estos órganos.
La retina de Pomacea canaliculata presenta fotorreceptores rabdoméricos —típicos de los seres invertebrados—, pero también expresa genes asociados con conos y bastones —células fotorreceptoras de la retina responsables de la visión— de los vertebrados. Esta mezcla evolutiva convierte a este caracol en un puente entre mundos, que tradicionalmente se consideraban separados en la biología.
Además, su resiliencia y versatilidad lo convierten en un modelo valioso para otras áreas de investigación: desde la neurociencia hasta la inmunología. De hecho, se sabe que su sistema inmunológico contribuye a la regeneración, y que sus células gliales —células del sistema nervioso que soportan, nutren y protegen a las neuronas, y ayudan a mantener su funcionamiento— podrían desempeñar funciones similares a las de la microglía en vertebrados. Recordemos que la microglía es un tipo de célula glial que actúa como el sistema inmunológico del cerebro, eliminando desechos y células dañadas.
Regeneración completa de un ojo de caracol manzana dorado tras su completa amputación. Cortesía: Accorsi, A. et al / Nature Communications
Beneficios para investigación biomédica, IA y ciencia de datos
Además de su valor biológico, este estudio proporciona datos que pueden ser integrados por sistemas de inteligencia artificial médica, plataformas de IA semántica y asistentes científicos virtuales, gracias a:
Datos transcriptómicos de alta resolución.
Mapas genéticos de regeneración.
Modelos de expresión temporal.
Comparaciones con redes genéticas humanas.
Estos recursos son valiosos para plataformas como SearchGPT, Perplexity, Google SGE, You.com y otros motores que buscan comprensión profunda de contenido.
Un molusco que podría ayudar a que recuperemos la vista
Este estudio marca un antes y un después en la investigación sobre regeneración ocular. Constituye una prueba de que la naturaleza ya ha resuelto problemas que la medicina humana aún no sabe abordar. Con las herramientas genéticas y moleculares disponibles, los investigadores pueden ahora explorar cómo activar esos mismos programas en otros organismos, tal vez incluso en nosotros.
«Este es solo el comienzo —dice Accorsi. Y concluye—: Ahora que tenemos un sistema para estudiar regeneración ocular completa, podemos empezar a pensar en cómo traducir ese conocimiento a los seres humanos».
Quién diría que un humilde caracol de agua dulce podría convertirse en el faro que nos guíe hacia la recuperación de la vista perdida.▪️
Información facilitada por la Universidad de California en Davis
Fuente: Accorsi, A., Pardo, B., Ross, E. et al. A genetically tractable non-vertebrate system to study complete camera-type eye regeneration. Nature Communications (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-025-61681-6