Los relojes inteligentes que quieren revolucionar el control del embarazo

De contar pasos a salvar vidas: los relojes inteligentes empiezan a mostrar su potencial como aliados en la salud materna. Un estudio asegura que podrían anticipar riesgos en el embarazo gracias al análisis continuo de datos biométricos.

Por Enrique Coperías

Una embarazada muestra a su médico los datos de su reloj inteligente, un ejemplo del uso de dispositivos portátiles para monitorizar la salud materna y detectar posibles riesgos durante el embarazo.

Una embarazada muestra a su médico los datos de su reloj inteligente, un ejemplo del uso de dispositivos portátiles para monitorizar la salud materna y detectar posibles riesgos durante el embarazo. Imagen conceptual generada con DALL-E

Cada día, millones de personas consultan en su muñeca cuántos pasos han dado, cómo han dormido o cuál es su frecuencia cardiaca en reposo. Lo que hasta hace poco parecía un entretenimiento saludable podría convertirse en una revolución médica: la forma de vigilar un embarazo, anticipar complicaciones y salvar vidas.

Así lo sugiere un estudio publicado en la revista médica The Lancet, fruto de la plataforma digital PowerMom, que ha seguido a miles de embarazadas en Estados Unidos gracias a dispositivos portátiles como Apple Watch, Garmin y Fitbit.

Los resultados muestran que estos sensores portátiles no solo capturan cambios fisiológicos típicos de la gestación, sino que incluso podrían ayudar a detectar patrones anómalos que alerten de riesgos como parto prematuro y aborto espontáneo.

Cómo los dispositivos portátiles transforman el monitoreo del embarazo y la salud materna

El embarazo es un viaje biológico de enorme complejidad. El corazón late más rápido, la sangre circula con mayor volumen, las hormonas fluctúan y los ritmos de sueño y actividad se transforman. La medicina lo sabe desde hace décadas, pero hasta ahora estas variaciones solo podían observarse en la consulta, en visitas espaciadas a lo largo de las cuarenta semanas de gestación.

La irrupción de la salud digital ha cambiado ese panorama. El equipo de Scripps Research diseñó PowerMom, una aplicación que combina encuestas periódicas con datos de relojes y pulseras inteligentes. Más de 5.600 mujeres participaron entre 2021 y 2024; unas setecientas de ellas consintieron en compartir su información biométrica en tiempo real.

El objetivo era ambicioso: averiguar si esos sensores de uso cotidiano pueden convertirse en una herramienta mínima, no invasiva y accesible para seguir el embarazo, detectar complicaciones y reducir desigualdades en un país donde hasta la mitad de las mujeres viven en lo que los expertos llaman desiertos de maternidad, zonas sin acceso cercano a obstetras.

«Los dispositivos portátiles ofrecen una oportunidad única para desarrollar soluciones innovadoras que aborden el alto número de resultados adversos en los embarazos en Estados Unidos —, explica Giorgio Quer, coautor principal del estudio. Y añade—: Nuestros resultados muestran que las señales recogidas a través de sensores portátiles siguen los cambios esperados en los niveles hormonales y pueden detectar patrones únicos propios de los embarazos que llegan a término con éxito, lo que potencialmente permite monitorizar la salud materna durante toda la gestación y el posparto».

Qué pueden medir los relojes inteligentes durante el embarazo

Los investigadores analizaron tres señales principales: la frecuencia cardiaca en reposo, el número de pasos diarios y la duración del sueño. Todas mostraron variaciones claras y consistentes a lo largo del embarazo.

✅ Frecuencia cardiaca en reposo: al inicio del primer trimestre, descendió levemente con respecto al nivel previo al embarazo, para luego subir hasta un pico alrededor de la quinta semana. Posteriormente cayó de nuevo y, a partir de la novena semana, se elevó de manera continua hasta alcanzar su máximo unas ocho o nueve semanas antes del parto, con un promedio de casi diez latidos por minuto por encima del nivel basal. Tras el nacimiento, se desplomó hasta situarse incluso por debajo del punto de partida, y no volvió a estabilizarse hasta medio año después.

✅ Actividad física: como cabría esperar, el número de pasos descendió durante todo el embarazo, y alcanzó su mínimo tres días después del parto. Aunque repuntó progresivamente, seguía sin recuperar el nivel previo medio año más tarde.

✅ Sueño: la señal menos robusta —pues solo algunos dispositivos portátiles la midieron con precisión suficiente— mostró también cambios notorios, con alteraciones en la duración y calidad del descanso durante la gestación y el posparto.

Estos datos, por sí mismos, ya serían un mapa fisiológico útil. Pero lo más innovador del estudio fue compararlos con los cambios hormonales descritos en la literatura científica.

Hormonas del embarazo y biometría digital: una conexión reveladora

El embarazo está orquestado por un cóctel de hormonas:

La gonadotropina coriónica humana (hCG), que dispara las primeras señales.

La progesterona, clave para mantener el útero preparado.

Los estrógenos, que modulan el sistema cardiovascular; la prolactina, que anticipa la lactancia; o el cortisol, que refleja la respuesta al estrés.

Al alinear las curvas de frecuencia cardiaca y actividad física con los picos de estas hormonas, los científicos hallaron una sorprendente sincronía. El ascenso y descenso de los latidos en reposo acompañaba de cerca los vaivenes de la progesterona y los estrógenos. Esta coincidencia sugiere que los dispositivos portátiles no solo registran datos externos, sino que también capturan la huella interna de la biología materna.

«Las hormonas desempeñan un papel clave en los resultados del embarazo —señala Tolúwalàṣẹ Àjàyí, coautora principal e investigadora líder de PowerMom. Y continúa—: Descubrir la asociación entre la frecuencia cardiaca y los cambios hormonales podría abrir nuevas vías para predecir el inicio de un embarazo o identificar señales de desenlaces adversos, como la diabetes gestacional o la preeclampsia».

Complicaciones en el embarazo: lo que los wearables podrían anticipar

Una de las grandes preguntas era si los relojes inteligentes podrían diferenciar entre embarazos saludables y aquellos con desenlaces adversos, como es el caso del aborto espontáneo, que ocurre entre el 10% y el 20% de los embarazos y de la muerte fetal, cuya incidencia es de entre 3 y 7 por cada 1.000 nacimientos,.

Aunque la muestra de estos últimos fue reducida —apenas nueve casos con datos completos—, los investigadores observaron patrones distintos en la frecuencia cardiaca en reposo. La señal no seguía la misma trayectoria que en los embarazos con resultado positivo.

Es una pista preliminar, pero de confirmarse con cohortes mayores podría abrir la puerta a sistemas de alerta temprana que avisen a la madre y a los médicos de que algo no marcha bien. En un futuro no muy lejano, un algoritmo podría detectar desviaciones en tiempo real y recomendar una consulta inmediata, incluso antes de que aparezcan síntomas perceptibles.

Ciencia ciudadana en acción

Otro aspecto novedoso es la propia metodología: se trata de un estudio descentralizado y digital. Las participantes no acudían a un hospital a que les colocaran sensores experimentales; bastaba con que conectaran su reloj inteligente habitual a la aplicación y respondieran cuestionarios periódicos.

Este enfoque, además de abaratar costes, facilita la participación de mujeres en áreas rurales o con dificultades para desplazarse. Es también una forma de empoderar a las embarazadas, que se convierten en protagonistas activas del seguimiento de su propia salud.

No obstante, este modelo plantea interrogantes éticos: ¿quién es dueño de los datos de salud? ¿Cómo se protege la privacidad en un campo tan sensible como el reproductivo? Los autores insisten en que la información se procesó de manera agregada y con consentimiento informado, pero reconocen que la reutilización de datos de salud digital por parte de empresas privadas sigue siendo un debate abierto.

Los sensores portátiles pueden registrar cambios fisiológicos antes, durante y después del embarazo, lo que permite a los investigadores analizar su asociación con las fluctuaciones hormonales propias de la gestación.

Los sensores portátiles pueden registrar cambios fisiológicos antes, durante y después del embarazo, lo que permite a los investigadores analizar su asociación con las fluctuaciones hormonales propias de la gestación. Cortesía: Giulia Milan / Scripps Research. Creado con BioRender.com.

Limitaciones del estudio y retos futuros de la salud digital

Los investigadores son cautos: este es solo un primer paso. Entre las limitaciones destacan:

El tamaño reducido de la muestra con datos completos, sobre todo en los casos con complicaciones.

La variabilidad entre distintos dispositivos portátiles y marcas, que obliga a estandarizar mediciones.

La falta de información detallada sobre factores sociales y ambientales que también influyen en el embarazo.

El hecho de que muchas participantes ya eran usuarias de tecnología y, por tanto, no representan al conjunto de la población, donde persiste la brecha digital.

El siguiente objetivo es realizar estudios prospectivos con muestras más amplias, integrando además modelos personalizados que tengan en cuenta la edad, el peso, el historial clínico y el contexto social de cada mujer. La meta: desarrollar algoritmos predictivos que anticipen de forma fiable el inicio del parto, el riesgo de parto prematuro o la probabilidad de un aborto espontáneo.

«Queremos entender si estos patrones son consistentes en distintos subgrupos según la edad y el acceso a la atención médica. Nuestro objetivo es determinar si este enfoque podría, eventualmente, contribuir a una atención del embarazo más personalizada», apunta Giulia Milan, primera autora del trabajo y estudiante de posgrado en la Universidad de California en San Diego.

Más allá del embarazo: gripre y covid-19

La relevancia potencial es enorme, sobre todo en un país como Estados Unidos, donde las muertes maternas se han disparado en la última década y las desigualdades son flagrantes: una mujer negra tiene casi tres veces más probabilidades de morir durante el embarazo o el parto que una mujer blanca.

En ese contexto, la posibilidad de monitorizar a distancia a las embarazadas cobra un valor añadido. Los autores destacan que los relojes inteligentes podrían convertirse en aliados cruciales en zonas con escaso acceso a obstetras, ofreciendo alertas tempranas que permitan intervenciones a tiempo.

Por otro lado, el estudio también invita a reflexionar sobre un horizonte más amplio. Si un reloj inteligente puede registrar el pulso de la biología materna, ¿por qué no aplicarlo a otros campos? Ya existen investigaciones sobre el uso de estos dispositivos portátiles para detectar infecciones, brotes de gripe o incluso de covid-19. La combinación de sensores portátiles e inteligencia artificial promete inaugurar una medicina más preventiva, personalizada y participativa.

La revolución pendiente

Aún falta camino por recorrer para que los ginecólogos receten un reloj inteligente como si fuera un análisis de sangre. Pero la tendencia es clara: la salud digital está entrando de lleno en el terreno reproductivo, tradicionalmente uno de los más medicalizados y, a la vez, uno de los más necesitados de innovación accesible.

La pregunta ya no es si los dispositivos portátiles pueden captar los cambios del embarazo. La evidencia dice que sí. La cuestión es cómo convertir esa información en una herramienta clínica segura, fiable y equitativa.

Si la promesa se cumple, el futuro podría parecerse a esto: una mujer embarazada recibe en su teléfono una notificación de su aplicación de salud. El reloj inteligente ha detectado una desviación en su frecuencia cardiaca en reposo, asociada en estudios previos a mayor riesgo de parto prematuro. En lugar de esperar semanas hasta su próxima cita, acude al hospital ese mismo día. Allí, una exploración confirma que efectivamente algo se estaba gestando antes de tiempo. Y esa alerta temprana, silenciosa y anticipada, permite intervenir a tiempo y evitar una tragedia. ▪️

Reloj inteligente y embarazo: Preguntas & Respuestas

⌚️ ¿Cómo pueden los relojes inteligentes ayudar en el embarazo?

Los relojes inteligentes monitorizan la frecuencia cardiaca, el sueño y la actividad física. Estos datos reflejan cambios hormonales y permiten detectar patrones asociados con el progreso del embarazo y posibles complicaciones.

⌚️¿Qué complicaciones del embarazo podrían detectar los wearables?

Los estudios sugieren que podrían anticipar signos de aborto espontáneo, parto prematuro, preeclampsia y diabetes gestacional.

⌚️¿Son fiables los relojes inteligentes en el seguimiento del embarazo?

Aunque prometedores, los datos aún son preliminares. Se necesitan estudios con más mujeres y diferentes perfiles para validar su uso clínico.

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