La hipótesis del mono borracho: ¿por qué nos atrae el alcohol?
Los chimpancés silvestres ingieren a diario pequeñas dosis de alcohol al comer frutas fermentadas: el equivalente a dos copas de vino. Un nuevo estudio demuestra que nuestra atracción por el güisqui o la cerveza hunde sus raíces en un legado evolutivo que comenzó mucho antes de la agricultura.
¿Por qué nos gusta (tanto) el alcohol? La respuesta la tienen los chimpancés «ladrones de fruta»
Antes de que el ser humano fabricara vino o cerveza, ya había chimpancés y gorilas emborrachándose con las fruta fermentada que recogían del suelo. Un nuevo estudio sugiere que esa antigua costumbre simiesca, bautizada como «scrumping» podría explicar por qué hoy nos gusta tanto el alcohol.


 
