Cada persona tiene una huella respiratoria única, y tu nariz podría decir cómo estás
¿Sabías que tu forma de respirar es tan única como tu voz o tus huellas dactilares? Un equipo de investigadores ha descubierto que la respiración nasal humana genera un patrón personal —una especie de huella respiratoria— que permite identificar a una persona con un 96.8% de precisión.
Por Enrique Coperías
Unos tubos situados bajo la nariz medían el flujo de aire de cada fosa nasal, revelando la huella dactilar respiratoria única de cada persona. Cortesía: Soroka et al., Current Biology
Un equipo de neurocientíficos del Instituto Weizmann de Ciencias, en Israel, ha dado a conocer algo tan sorprendente como revelador: cada ser humano posee una huella respiratoria única que puede servir para identificarlo con una precisión cercana al 97%.
Este patrón no solo es personal e intransferible, sino que también refleja nuestro estado fisiológico, emocional y cognitivo, convirtiéndose así en una especie de firma biométrica"que se graba con cada inhalación y exhalación.
El estudio, publicado en la revista Current Biology, marca un antes y un después en la forma en que entendemos la respiración. Hasta ahora, medir cómo respiramos había servido principalmente para detectar problemas pulmonares o evaluar la función respiratoria de manera puntual, en sesiones que duran entre uno y veinte minutos.
Pero esta investigación propone un enfoque radicalmente distinto: observar la respiración como una secuencia continua de datos durante veinticuatro horas, como si fuera una banda sonora cerebral.
¿Cómo se toma la huella respiratoria?
La inspiración del estudio vino de una fuente insospechada: el sentido del olfato. El laboratorio dirigido por Noam Sobel lleva años explorando cómo el cerebro procesa los olores. Y una observación crucial es que esa información se recibe principalmente durante la inhalación.
«Eso nos hizo pensar: si el cerebro regula cuándo y cómo inhalamos para oler, y cada cerebro es único, ¿no debería eso traducirse en patrones de respiración también únicos?», se pregunta Sobel.
Así fue como el equipo desarrolló un dispositivo portátil innovador, ligero y discreto, que permite registrar el flujo de aire en cada fosa nasal durante todo un día. El aparato, equipado con tubos suaves colocados bajo las narinas, es lo suficientemente cómodo como para usarse mientras se duerme, trabaja o se camina por la calle.
De los cien jóvenes adultos sanos que participaron en el experimento, los investigadores analizaron finalmente los datos de 97, y lograron identificarlos por sus patrones respiratorios con un 96,8% de precisión.
«Pensé que sería muy difícil identificar a alguien solo por cómo respira, sobre todo porque cada persona hace cosas distintas a lo largo del día: correr, estudiar, descansar.. — admite Timna Soroka, coautora principal del estudio. Y añade—: Pero resulta que sus patrones respiratorios eran sorprendentemente distintos».
Respirar como un identificador biométrico
Lo más interesante es que esta firma respiratoria se mantiene estable en el tiempo. Al repetir las mediciones a lo largo de casi dos años en una parte del grupo, el sistema seguía reconociendo a los participantes con la misma precisión. La comparación con tecnologías de reconocimiento de voz no es exagerada: en algunos casos, la respiración resulta más fiable.
¿Cómo funciona esta identificación? Los investigadores analizaron veinticuatro parámetros respiratorios diferentes, como el volumen y duración de las inhalaciones y exhalaciones, así como las pausas entre ellas, utilizando herramientas avanzadas de inteligencia artificial (IA).
También exploraron miles de características temporales con otro software especializado. Y, aunque algunos parámetros eran más informativos que otros, el rendimiento óptimo se alcanzaba combinando muchos factores al mismo tiempo.
Durante el sueño, la precisión del reconocimiento bajaba ligeramente, aunque seguía siendo elevada. Esto podría deberse a que el dispositivo se descoloca mientras que el usuario duerme o a que la respiración cambia en las distintas fases del sueño. Sin embargo, en pruebas más controladas, incluso una hora de respiración registrada bastaba para identificar a una persona con un 43% de exactitud durante el sueño y con casi un 29% durante la vigilia.
Dispositivo discreto en la nuca, que registraba el flujo de aire a través de tubos blandos conectados a la nariz. Cortesía: Soroka et al. Current Biology
Respiración e índice de masa corporal
Pero la identificación individual es solo una parte de esta historia. Lo verdaderamente novedoso es que estos patrones respiratorios también ofrecen pistas fiables sobre aspectos del estado físico y mental de las personas.
Uno de los hallazgos más claros es la relación con el índice de masa corporal (IMC). Por ejemplo, durante el sueño, personas con mayor IMC tienden a presentar mayores volúmenes de exhalación. Incluso utilizando solo datos relacionados con el ciclo nasal —una oscilación natural entre la dominancia de una u otra fosa nasal, controlada por el sistema nervioso autónomo— los investigadores lograron predecir el IMC con una correlación estadísticamente significativa.
Además, el equipo pudo distinguir entre estados de sueño y vigilia con un 100% de precisión en algunas pruebas, solo analizando los patrones respiratorios. Este descubrimiento sugiere que nuestro sistema nervioso central modula la respiración de manera tan consistente que puede revelar en qué estado nos encontramos, sin necesidad de otros sensores.
Respiración y salud emocional: la gran conexión
Quizás lo más provocador del estudio es su conexión con la salud mental. En el experimento, los participantes completaron cuestionarios estándar sobre ansiedad, depresión y rasgos del espectro autista. Aunque ninguno presentaba condiciones clínicas diagnosticadas, los datos revelaron correlaciones claras entre la forma de respirar y estos aspectos psicológicos:
✅ Por ejemplo, quienes obtenían puntuaciones más altas en ansiedad tendían a hacer inhalaciones más breves y a mostrar una mayor variabilidad en las pausas respiratorias durante el sueño.
✅ En el caso de la depresión, las personas con puntuaciones elevadas tenían un flujo inspiratorio más fuerte y pausas exhalatorias más largas.
✅ Incluso rasgos relacionados con el espectro autista se reflejaban en detalles como la duración de las pausas tras inhalar o la frecuencia de estas pausas durante la noche.
«Intuitivamente asumimos que si estás ansioso o deprimido, eso cambia tu forma de respirar —reflexiona Sobel. Y continúa—: Pero podría ser al revés: tal vez es la forma en que respiras lo que genera esos estados. Y si eso es cierto, quizá podamos modificar la respiración para mejorar esas condiciones».
Esa hipótesis tiene un enorme potencial terapéutico. De hecho, los autores ya están explorando si es posible imitar patrones de respiración saludables —detectados en personas con mejores indicadores de salud mental— para inducir cambios positivos en el estado emocional. «Queremos ir más allá del diagnóstico hacia el tratamiento, y somos cautelosamente optimistas», afirma Sobel.
Aplicaciones futuras: salud mental, medicina personalizada y más
Por supuesto, aún quedan retos. El dispositivo actual, aunque funcional, tiene limitaciones: al colocarse bajo la nariz, puede asociarse visualmente con enfermedades, algo que podría desalentar su uso en contextos cotidianos. También se mueve o se cae con facilidad durante el sueño, y no mide la respiración por la boca, lo que limita su capacidad de registro en algunos casos.
El equipo está trabajando ya en versiones más discretas y cómodas que puedan integrarse en la vida diaria.
Mientras tanto, los hallazgos abren una nueva vía para monitorizar la salud de forma no invasiva. Si bien faltan estudios clínicos que validen su aplicación en poblaciones con trastornos diagnosticados, las implicaciones son prometedoras:
✳️ Diagnóstico precoz de trastornos mentales.
✳️ Monitoreo continuo del bienestar emocional.
✳️ Identificación personal en sistemas biométricos.
✳️ Terapias basadas en la respiración guiada
✳️ Optimización del sueño y control del estrés
En un mundo que busca cada vez más herramientas personalizadas y predictivas para el cuidado de la salud, este estudio propone una alternativa novedosa, elegante y profundamente humana: escuchar cómo respiramos. Porque, como concluyen sus autores, la respiración no es solo un acto fisiológico; es también un reflejo de quiénes somos. ▪️
Fuente: Soroka, Timna et al. Humans have nasal respiratory fingerprints. Current Biology (2025). DOI: 10.1016/j.cub.2025.05.008