Frutas y verduras para dormir mejor: una dieta saludable mejora la calidad del sueño en solo una noche
Un estudio informa de que aumentar el consumo diario de frutas, verduras y cereales integrales está directamente relacionado con un sueño más profundo, continuo y reparador. Una alimentación saludable puede ser un remedio natural y eficaz contra el insomnio.
Por Enrique Coperías
Una joven duerme plácidamente mientras sueña con frutas y verduras, alimentos que consumidos a diario mejoran la calidad del sueño, según un estudio de las universidades de Chicago y Columbia. Imagen generada con DALL-E
La búsqueda de cómo dormir mejor ha llevado a millones de personas a probar todo tipo de estrategias: desde contar ovejas hasta recurrir al ruido blanco, a las infusiones, a mirarse la nuca o a las mantas pesadas. Pero según una nueva investigación, un factor decisivo podría estar en algo tan simple como la alimentación diaria.
Un equipo de científicos de la Universidad de Chicago y la Universidad de Columbia ha demostrado que una dieta rica en frutas, verduras y carbohidratos saludables se asocia con una mejora inmediata en la calidad del sueño. Los resultados, basados en datos objetivos y publicados recientemente en la revista Sleep Health, abren una vía natural, accesible y basada en la evidencia para combatir el insomnio y otros trastornos del sueño.
«Las modificaciones en la dieta podrían convertirse en un enfoque natural y rentable para mejorar el sueño», afirma Esra Tasali, directora del Centro del Sueño de la Universidad de Chicago y coautora del estudio.
Estudio sobre alimentos que mejoran el sueño
Ya se sabía que dormir mal tiende a llevar a una peor alimentación, como el abuso de las grasas y los azúcares, pero la dirección inversa no estaba tan clara: ¿puede una dieta saludable ayudar a dormir mejor?
Aunque estudios previos a este habían asociado de forma general una alimentación rica en vegetales con una mejor calidad del sueño reportada por los propios pacientes, esta nueva investigación es la primera en establecer una conexión temporal y medible: lo que se come durante el día influye en cómo se duerme esa misma noche.
El nuevo trabajo se realizó con adultos jóvenes sanos que registraron diariamente su alimentación a través de una aplicación y utilizaron monitores de sueño en la muñeca para medir parámetros objetivos del sueño, especialmente la fragmentación del sueño, es decir, cuántas veces una persona se despierta o pasa de fases profundas a más superficiales durante la noche.
Hasta un 16% de mejora en la calidad del sueño con una alimentación equilibrada
Los resultados mostraron una correlación clara: aquellos voluntarios que consumieron más frutas, verduras y carbohidratos complejos, como los cereales integrales, durante el día tuvieron noches más tranquilas, con menos interrupciones y mayor profundidad del sueño.
Según los modelos estadísticos del estudio, quienes cumplen con la recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de consumir cinco raciones diarias de frutas y verduras podrían experimentar hasta un 16% de mejora en la calidad del sueño respecto a quienes no las consumen. Una diferencia que, según los investigadores, resulta «altamente significativa».
«Es notable que un cambio tan significativo [en la calidad del sueño] pueda observarse en menos de veinticuatro horas», destaca Tasali.
Higiene del sueño y alimentación: recomendaciones clave
Aunque se trata de un estudio observacional y aún no se puede afirmar una relación causal directa, los resultados allanan el camino para futuras investigaciones que exploren en profundidad los mecanismos biológicos —digestivos, neurológicos y metabólicos— detrás de esta conexión entre lo que comemos y cómo dormimos:
✅ Frutas frescas y verduras aportan vitaminas y antioxidantes que regulan procesos metabólicos clave para el sueño.
✅ Cereales integrales y carbohidratos complejos ayudan a estabilizar los niveles de glucosa, favoreciendo así un sueño más profundo.
✅ Evitar cenas ricas en grasas o azúcares refinados mejora la conciliación del sueño.
Para Marie-Pierre St-Onge, coautora y directora del Centro de Excelencia en Sueño e Investigación Circadiana de Columbia, el mensaje es claro: «Pequeños cambios pueden impactar el sueño. Eso es algo esperanzador: el buen descanso está, en parte, en nuestras manos».
En tiempos en que el insomnio y los trastornos del sueño afectan a millones de personas —entre un 25-35% de la población adulta sufre insomnio transitorio y un 10%-15% padece insomnio crónico, según la Sociedad Española de Neurología— y sus consecuencias se extienden al sistema cardiovascular, la salud mental, la productividad e incluso las relaciones personales, estas evidencias ofrecen una herramienta accesible para mejorar el descanso: comer mejor, para dormir más y mejor.▪️
Información facilitada por la University of Chicago Medicine
Fuente: Boege, Hedda L. et al. Higher daytime intake of fruits and vegetables predicts less disrupted nighttime sleep in younger adults. Sleep Health (2025). DOI: 10.1016/j.sleh.2025.05.003