Andamios impresos en 3D para lesiones de médula espinal: el avance que podría devolver la movilidad
La combinación de impresión 3D, células madre y organoides abre una vía revolucionaria para reparar lesiones medulares. Un avance que, probado ya en animales, acerca la posibilidad de devolver movilidad a quienes hoy conviven con la parálisis.
Por Enrique Coperías
Las células madre pluripotentes inducidas (iPSC) son células adultas reprogramadas en el laboratorio para recuperar la capacidad de transformarse en casi cualquier tipo de tejido. Este avance evita dilemas éticos y abre la puerta a terapias personalizadas sin riesgo de rechazo. Cortesía: McAlpine Research Group / University of Minnesota
Las lesiones de la médula espinal son una de esas fronteras de la medicina que parecen infranqueables. Para quienes las sufren, a menudo tras accidentes de tráfico, caídas o traumatismos deportivos, la vida se divide en un antes y un después.
La pérdida de movilidad y sensibilidad, acompañada de complicaciones asociadas, convierte el día a día de los lesionados medulares en una carrera de obstáculos. Y, aunque la medicina ha logrado avances en el manejo clínico y la rehabilitación, hasta ahora no existía un tratamiento capaz de restaurar la función neurológica perdida.
En este escenario, un trabajo científico reciente ha encendido una luz de esperanza. Investigadores de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, y colaboradores han publicado en la revista Advanced Healthcare Materials un estudio en el que presentan un innovador enfoque para atajar las lesiones de médula: andamios impresos en 3D cargados con células madre humanas que se convierten en minimédulas espinales capaces de integrarse en un tejido lesionado.
Gracias a este avanace, que combina ingeniería, biología de células madre y neurociencia, los neurocientíficos han logró que ratas con la médula espinal completamente seccionada recuperen parte de su función motora.
Lesión medular: el desafío de reparar un puente roto
Según el National Spinal Cord Injury Statistical Center, más de 300.000 personas en Estados Unidos viven con una lesión medular. En España, la cifra ronda los mil nuevos casos al año, y en todo el mundo se cuentan por millones quienes conviven con parálisis permanente.
El problema central es que, una vez dañada, la médula espinal no regenera espontáneamente. Las neuronas mueren, las fibras nerviosas no vuelven a crecer y la cicatriz que se forma en la zona actúa como barrera física y química. La consecuencia es la desconexión total entre el cerebro y las extremidades.
«Un gran desafío en este campo es la muerte de células nerviosas y la imposibilidad de que las fibras vuelvan a crecer a través del sitio de la lesión», explican los investigadores. Cualquier terapia eficaz debe ser capaz de reconstruir ese puente roto de forma ordenada, algo que hasta ahora parecía imposible.
Organoides y bioimpresión, un tándem prometedor
El equipo de Minnesota apostó por una estrategia combinada. Por un lado, diseñaron andamios microscópicos de silicona mediante impresión 3D. Estos andamios presentan canales internos que funcionan como guías para orientar el crecimiento de las fibras nerviosas. Por otro, emplearon células progenitoras neuronales de médula espinal (sNPC), derivadas de células madre pluripotentes inducidas (iPSC), un tipo especial de células creadas en el laboratorio a partir de células adultas comunes, como las de la piel o la sangre.
Estas sNPC tienen la capacidad de diferenciarse en neuronas y otros tipos de células del sistema nervioso, y lo hacen con una característica clave: conservan la identidad regional de la médula, lo que aumenta las probabilidades de integrarse con el tejido huésped.
«Usamos los canales impresos en 3D del andamio para dirigir el crecimiento de las células madre, lo que garantiza que las nuevas fibras nerviosas crezcan de la forma deseada —explicó Guebum Han, primer autor del estudio, exinvestigador posdoctoral de Ingeniería Mecánica en la Universidad de Minnesota y actualmente en Intel. Y añade—: Este método crea un sistema de relevo que, al colocarse en la médula, evita la zona dañada».
El resultado es lo que los investigadores llaman andamios organoides, unas estructuras híbridas en las que las células no se limitan a sobrevivir, sino que se organizan en tejidos tridimensionales que recuerdan a una minimédula espinal.
De la placa de Petri al organismo vivo
El trabajo comenzó en el laboratorio. Tras imprimir los andamios y sembrar las células en sus canales, los científicos observaron cómo, con el paso de los días, las progenitoras se diferenciaban en múltiples tipos neuronales y formaban redes funcionales. Estas estructuras, cultivadas durante semanas, mostraban señales eléctricas comparables a las de neuronas maduras y se mantuvieron viables durante más de un año.
La prueba definitiva llegó cuando los investigadores trasplantaron los andamios organoides en ratas con la médula espinal completamente seccionada. Doce semanas después, los resultados fueron sorprendentes:
✅ Los animales que recibieron el implante mostraron una recuperación motora significativa frente a los grupos de control.
✅ Las pruebas eléctricas confirmaron que las señales emitidas desde el cerebro lograban atravesar la zona dañada y llegar a los músculos.
✅ La mayoría de las células trasplantadas se habían convertido en neuronas y extendían sus fibras en ambas direcciones, conectándose con el tejido huésped y estableciendo nuevas sinapsis.
En palabras sencillas: el andamio actuó como un puente vivo que restableció la comunicación entre las dos orillas de la médula rota.
Un nuevo amanecer para la medicina regenerativa
El impacto del hallazgo ha resonado más allá de la publicación científica.
«La medicina regenerativa ha inaugurado una nueva era en la investigación sobre lesiones medulares —señala Ann Parr, profesora de Neurocirugía en la Universidad de Minnesota y autora senior del estudio — Nuestro laboratorio está entusiasmado con el potencial de nuestras minimédulas espinales para llegar algún día a la práctica clínica».
La idea de que organoides personalizados —creados a partir de células del propio paciente— puedan implantarse para restituir funciones perdidas supone un cambio radical en la forma de afrontar estas lesiones. «El objetivo final es traducir este trabajo en tratamientos para las personas, y cada avance nos acerca un poco más», añade Parr.
Por su parte, Han destacó el papel de la ingeniería de precisión: «Este es el primer estudio que demuestra cómo se pueden combinar la impresión 3D, la biología de células madre y los tejidos cultivados en laboratorio para abordar directamente una lesión medular completa. Es una prueba de concepto, pero abre un camino que hasta ahora no existía».
¿Qué hace único a este enfoque?
Aunque se han intentado múltiples terapias celulares, este trabajo introduce varias innovaciones decisivas. Los autores del estudio destacan las siguientes:
1️⃣ Direccionalidad controlada: los canales del andamio orientan el crecimiento de los axones —prolongaciónes filiformes de una neurona por las que esta transmite impulsos nerviosos hasta una o varias células musculares, glandulares, nerviosas, etcétera— , algo que la simple inyección de células no logra.
2️⃣ Identidad regional: al derivar las sNPC de iPSC humanas, se obtienen células específicas de la médula, con menos riesgo de rechazo y mayor compatibilidad funcional.
3️⃣ Integración funcional: las nuevas neuronas no solo sobreviven, sino que forman sinapsis y transmiten señales, lo que se traduce en mejoras motoras.
4️⃣ Longevidad: los organoides muestran estabilidad a largo plazo en cultivo, una condición indispensable para pensar en aplicaciones clínicas.
La lesión de médula espinal sigue siendo uno de los mayores retos de la medicina moderna. Cada año, miles de personas sufren accidentes de tráfico, caídas o traumatismos que terminan en parálisis irreversible. Foto: Zachary Kyra-Derksen
Retos en el horizonte
A pesar del entusiasmo, los investigadores son conscientes de los desafíos pendientes, y citan algunos de ellos:
✅ Escalabilidad: trasladar esta tecnología de ratas a humanos, con médulas más largas y complejas, requerirá rediseñar los andamios y ajustar la densidad celular.
✅ Diversidad neuronal: para una recuperación completa será necesario integrar también neuronas sensoriales, además de las motoras.
✅ Materiales biodegradables: los andamios usados son de silicona, un material no degradable. En el futuro se busca emplear polímeros reabsorbibles.
✅ Validación clínica: hasta la fecha no existen ensayos en humanos que combinen andamios y células madre para lesiones medulares.
Más allá de la médula espinal: aplicaciones futuras
El estudio de Minnesota no es un punto final, sino un punto de partida. La visión de los autores es ambiciosa: combinar impresión 3D avanzada con células madre personalizadas y materiales inteligentes para fabricar tejidos vivos a medida, capaces de restaurar la conectividad perdida tras una lesión.
El equipo ya planea experimentar con combinaciones de neuronas motoras y sensoriales, y con andamios que repliquen las distintas capas de la médula. También trabajan en automatizar la fabricación para garantizar reproducibilidad y seguridad de cara a ensayos clínicos.
La relevancia de este avance va más allá de la médula espinal. Como señalan los investigadores, el concepto de organoides impresos en 3D podría aplicarse a otros órganos complejos —desde el corazón hasta el cerebro—, donde la necesidad de regeneración es igualmente urgente.
Impacto para los pacientes y la salud pública
Más allá de los datos técnicos, lo que late en el fondo de esta investigación es la esperanza de miles de personas que hoy conviven con una parálisis irreversible.
Cada paso hacia una terapia regenerativa supone acercarse a un futuro en el que un accidente o una enfermedad no condenen a una vida de dependencia. «Estamos en las primeras fases, pero por primera vez tenemos un camino claro», subraya Parr.
Ese camino se asienta en la convergencia de disciplinas: ingeniería, biología y medicina trabajando juntas. Y aunque todavía pasarán años antes de que los primeros ensayos clínicos lleguen a pacientes, lo cierto es que la idea de imprimir un puente vivo para reparar la médula ya no pertenece al terreno de la ciencia ficción.
La impresión 3D abre un futuro en movimiento
El desarrollo de andamios organoides impresos en 3D para lesiones medulares representa un cambio de paradigma en la medicina regenerativa. Este enfoque ha demostrado en modelos animales que es posible reconstruir conexiones neuronales perdidas y recuperar función motora tras una sección completa de la médula espinal.
Con declaraciones como la de Han —“este método crea un sistema de relevo que evita la zona dañada”— o la de Parr —“la medicina regenerativa abre una nueva era”—, el mensaje es esperanzador: aún estamos en la antesala, pero el horizonte de una terapia verdaderamente reparadora se vislumbra más cercano que nunca.
Para quienes viven con parálisis, esa promesa significa lo más valioso: volver a imaginar un futuro en movimiento.▪️
Reparación médula espinal: Preguntas & Respuestas
✅ ¿Puede este tratamiento curar la parálisis en humanos?
Aún no. Los ensayos se han realizado solo en ratas. Faltan años de investigación antes de que se pruebe en pacientes humanos.
✅ ¿Qué diferencia hay con otros tratamientos experimentales?
A diferencia de simples inyecciones de células madre, aquí las células se organizan en estructuras tridimensionales guiadas por un andamio impreso en 3D, lo que mejora la integración y la conectividad.
✅ ¿Qué beneficios tendría para los pacientes?
En el futuro, podría permitir recuperar movilidad y sensibilidad tras una lesión medular, reduciendo la dependencia y mejorando la calidad de vida.
✅ ¿Cuáles son los próximos pasos?
Escalar el modelo a médulas humanas más grandes y complejas.
Incorporar neuronas sensoriales y motoras para restaurar la función completa.
Desarrollar andamios biodegradables que se degraden una vez cumplida su función.
Iniciar ensayos clínicos con seguridad y eficacia demostradas.
Información facilitada por la Universidad de Minnesota
Fuente: Guebum Han, Nicolas S. Lavoie, Nandadevi Patil, Olivia G. Korenfeld, Hyunjun Kim, Manuel Esguerra, Daeha Joung, Michael C. McAlpine, Ann M. Parr. 3D-Printed Scaffolds Promote Enhanced Spinal Organoid Formation for Use in Spinal Cord Injury. Advanced Healthcare Materials (2025). DOI: https://doi.org/10.1002/adhm.202404817