Cómo convierte el cerebro las palabras en sonidos: el giro precentral medio desafía el dominio del área de Broca
Un nuevo estudio neurocientífico revela que hablar requiere mucho más que el área de Broca: una región poco conocida, el giro precentral medio, es clave para secuenciar sonidos y producir el habla.
Por Enrique Coperías
¿Cómo convierte el cerebro las palabras que queremos decir en los sonidos del habla? Un nuevo estudio cuestiona la visión tradicional de cómo el cerebro encadena los sonidos para formar palabras y orquesta los movimientos para pronunciarlas. Foto: Christina Langford-Miller
Hablar parece sencillo. Pero cada palabra que decimos es el resultado de una compleja coreografía neuromuscular que el cerebro ensaya en silencio antes de emitir un solo sonido.
Durante más de un siglo, la neurociencia ha atribuido esta labor de planificación del habla a una pequeña pero famosa región del lóbulo frontal: el área de Broca. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Nature Human Behaviour sacude esa visión tradicional y amplía el mapa cerebral del lenguaje.
El trabajo, liderado por el neurocirujano Edward Chang, profesor de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), identifica un actor inesperado en la generación del habla: el giro precentral medio (mPrCG). Esta región, situada entre los centros motores clásicos, había sido asociada principalmente al control de la laringe.
Pero los datos obtenidos por Chang y su equipo apuntan a que desempeña un papel mucho más sofisticado: secuenciar los sonidos del lenguaje para transformarlos en palabras articuladas.
«Resulta que esta parte del cerebro tiene una función mucho más interesante e importante», explica Chang. «Encadena los sonidos del habla para formar palabras, lo cual es crucial para poder pronunciarlas».
El experimento: grabar el cerebro mientras habla
La revelación es fruto de un cuidadoso trabajo clínico y experimental. Los investigadores analizaron la actividad cerebral de catorce pacientes con epilepsia que se sometían a una cirugía en la que se implantan electrodos directamente sobre la corteza cerebral para localizar los focos de las convulsiones.
Aprovechando esta única oportunidad de acceso al cerebro humano en funcionamiento, el equipo pidió a los pacientes que repitieran sílabas simples como «ba-ba-ba» o secuencias más complejas como «ba-da-ga», mientras registraban la actividad en el giro precentral medio.
El resultado fue claro: cuanto más complicada era la secuencia, mayor resultaba ser la activación cerebral de esta región. Además, la intensidad de esa actividad predecía con precisión cuándo comenzaban a hablar los participantes, lo que sugiere que esta zona no solo participa en la preparación de los sonidos, sino también en dar la señal para ejecutarlos.
La apraxia del habla y la evidencia clínica
Hay que señalar que este descubrimiento no fue completamente inesperado. Chang ya había tenido una pista años atrás, cuando observó que pacientes a los que se les extirpaba un tumor en esta área desarrollaban apraxia del habla, un trastorno en el que las personas pierden la coordinación necesaria para pronunciar palabras, aunque sepan perfectamente lo que quieren decir. Curiosamente, lesiones en el área de Broca no producían el mismo efecto.
Chang y la entonces estudiante de posgrado Jessie Liu, también observaron actividad asociada a la planificación del habla en el mPrCG mientras desarrollaban un dispositivo para que las personas con parálisis pudieran comunicarse.
Los investigadores también estimularon directamente la mPrCG en algunos pacientes durante la tarea de repetición de sílabas. La estimulación no afectaba a secuencias sencillas, pero sí alteraba las complejas, y provocaba errores similares a los observados en la apraxia del habla. Es una prueba más de que esta región funciona como una especie de puente entre la intención comunicativa y la acción muscular concreta que permite hablar.
«Desempeña una función vital que se creía que pertenecía al área de Broca, pero que no encajaba del todo en ella —señala Jessie Liu, primera autora del estudio y ahora investigadora postdoctoral.
Implicaciones: trastornos del habla, interfaces neuronales y neurocirugía
En palabras de Liu, más allá del descubrimiento anatómico, este trabajo abre nuevas vías para:
✅ Comprender mejor los trastornos del lenguaje como la apraxia del habla.
✅ Desarrollar interfaces cerebro-computadora que permitan hablar a personas con parálisis.
✅ Diseñar intervenciones quirúrgicas que protejan las funciones del habla.
«Esto nos marca una nueva dirección en la investigación, en la que entender cómo la mPrCG hace esto nos llevará a una comprensión más completa de cómo hablamos», concluye Jessie Liu, coautora del estudio.
El estudio cuestiona el modelo clásico de un cerebro del lenguaje dominado por la área de Broca, y propone una arquitectura más distribuida y dinámica, donde el giro precentral medio se presenta como un eslabón esencial entre lo que pensamos y lo que decimos, según Chang.
En la era de la neurotecnología, comprender cómo el cerebro convierte las palabras en sonidos no es solo una pregunta científica: es una puerta abierta a restaurar la comunicación en quienes la han perdido. ▪️
Información facilitada por la Universidad de California en San Francisco
Fuente: Liu, J.R., Zhao, L., Hullett, P.W. et al. Speech sequencing in the human precentral gyrus. Nature Human Behaviour (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41562-025-02250-1