Una galaxia monstruosa del universo primitivo da pistas de cómo surgió la Vía Láctea
Un equipo internacional de astrónomos ha «diseccionado» la galaxia espiral barrada más antigua y masiva jamás observada. Bautizada como J0107a, esta estructura cósmica se formó hace más de 11.000 millones de años y «sus entrañas» podrían decirnos cómo se originaron galaxias como la Vía Láctea.
Por Enrique Coperías
Izquierda: imagen en luz infrarroja de la galaxia J0107a captada por el telescopio espacial James Webb. Las dos galaxias en la parte inferior son objetos en primer plano sin relación con J0107a. Derecha: distribución del gas observada con ALMA, donde se aprecia cómo grandes concentraciones en los extremos de la barra central son canalizadas hacia el núcleo de la galaxia. Crédito: NASA / ALMA(ESO)/ NAOJ / NRAO
Un equipo internacional de astrónomos ha observado una de las galaxias espirales barradas más antiguas y activas jamás detectadas. El descubrimiento arroja nueva luz sobre cómo se formaron y evolucionaron estas estructuras cósmicas, incluida nuestra propia Vía Láctea.
El estudio, publicado tras una serie de observaciones con el radiotelescopio ALMA, ubicado en el desierto de Atacama, en Chile, ofrece la visión más clara hasta ahora de una galaxia de este tipo en el universo primitivo.
Las galaxias espirales barradas, como la Vía Láctea, presentan una estructura lineal en su centro —la barra— que canaliza gas hacia el núcleo, lo que favorece la formación de nuevas estrellas. Sin embargo, por qué solo la mitad de las galaxias espirales desarrollan esta característica sigue siendo un misterio, así como el papel preciso que desempeñan las barras en la evolución galáctica.
¿Qué son las galaxias monstruosas?
Para abordar estas incógnitas, investigadores liderados por Shuo Huang, del Observatorio Astronómico Nacional de Japón y la Universidad de Nagoya, centraron su atención en J0107a, una galaxia colosal situada a más de 11.000 millones de años luz, en la constelación de Cetus.
J0107a pertenece a una rara categoría de galaxia monstruosa, denominación que alude a su ritmo vertiginoso de formación estelar en los primeros tiempos del cosmos.
Hasta hace poco, estudiar estas galaxias lejanas resultaba extremadamente difícil, debido a su distancia y al velo de polvo interestelar que las rodea. Sin embargo, los avances en resolución del telescopio espacial James Webb han permitido desvelar estructuras espirales —e incluso barras— en algunos de estos objetos.
J0107a es, de momento, la galaxia espiral barrada más antigua y masiva conocida, lo que la convierte en una pieza clave para entender cómo surgieron estas estructuras.
Ilustración hiperrealista de la galaxia J0107a, una espiral barrada en el universo primitivo. La barra central brillante canaliza gas hacia el núcleo, mientras los brazos espirales muestran regiones activas de formación estelar. Imagen generada con DALL-E
¿Por qué es única a la galaxia J0107a?
El equipo de Huang descubrió que la distribución y el movimiento del gas en la barra de J0107a recuerdan sorprendentemente a los de galaxias actuales. No obstante, las similitudes acaban ahí: la concentración de gas es varias veces superior a la de galaxias modernas y la velocidad de flujo puede alcanzar varios cientos de kilómetros por segundo.
Este torrente de gas hacia el centro estaría alimentando una intensa actividad de formación estelar, un mecanismo de evolución galáctica que hasta ahora no había sido observado ni previsto por los modelos teóricos.
«Esperamos que la información detallada sobre la distribución y el movimiento del gas obtenida en estas observaciones proporcione pistas cruciales no solo sobre el origen de la diversidad galáctica, sino también sobre la formación y evolución de galaxias espirales barradas más normales», señala Huang.
Con este descubrimiento, la historia de galaxias como la nuestra empieza a revelarse no solo en las estrellas que vemos hoy, sino en los remolinos de gas que danzaban en los albores del tiempo. ▪️
Información facilitada por el National Institute of Natural Sciences
Fuente: Huang, S., Kawabe, R., Umehata, H. et al. Large gas inflow driven by a matured galactic bar in the early Universe. Nature 641, 861–865 (2025). DOI: https://doi.org/10.1038/s41586-025-08914-2