Avance clave en la vacuna universal contra el cáncer: una inyección de ARNm logra eliminar tumores en ratones

Una vacuna experimental de ARN mensajero logra eliminar tumores en ratones sin dirigirse a un cáncer específico. El hallazgo abre la puerta a una posible vacuna universal contra múltiples tipos de cáncer.

Por Enrique Coperías

Un hallazgo inesperado en ratones sugiere que una vacuna de ARNm podría activar el sistema inmune contra el cáncer sin necesidad de personalización, acercando así la posibilidad de diseñar una vacuna universal.

Un hallazgo inesperado en ratones sugiere que una vacuna de ARNm podría activar el sistema inmune contra el cáncer sin necesidad de personalización, acercando así la posibilidad de diseñar una vacuna universal. Foto: Anastasiia Nelen

Un hallazgo inesperado en un estudio con ratones podría abrir el camino hacia una vacuna universal contra el cáncer. Investigadores de la Universidad de Florida, en Estados Unidos, han demostrado que una vacuna experimental basada en ARN mensajero (ARNm) puede potenciar los efectos de la inmunoterapia en modelos animales, incluso sin estar dirigida a un tipo específico de tumor.

El trabajo, publicado en la revista Nature Biomedical Engineering, representa un paso importante en el objetivo de despertar al sistema inmunitario para que reconozca y combata las células cancerosas de manera contundente y eficaz.

La clave del estudio radica en una combinación que actúa como un doble golpe:

✅ Por un lado, una formulación de ARNm diseñada para provocar una respuesta inmune potente. Se trata de una tecnología ya conocida por su papel en las vacunas contra la covid-19.

✅ Por otro, medicamentos ya conocidos en oncología: los denominados inhibidores de puntos de control inmunitario.

Al combinar ambos elementos, los investigadores observaron una respuesta antitumoral significativamente más intensa. Pero lo que más sorprendió al equipo fue que esta eficacia no dependía de atacar una diana tumoral concreta, sino de activar el sistema inmune como si estuviera respondiendo a una infección viral.

¿Qué diferencia a esta vacuna de otras terapias contra el cáncer?

«Lo inesperado y emocionante de este trabajo es que incluso una vacuna que no está dirigida a un tumor concreto ni a un virus puede generar efectos específicos contra el cáncer, siempre que sea de ARNm», explica Elias Sayour, oncólogo pediátrico y autor principal del estudio.

Sayour lidera el Laboratorio de Ingeniería de ARN de la Universidad de Florida y es uno de los investigadores principales del Centro para Terapias contra Tumores Cerebrales Preston A. Wells Jr.

Este enfoque supone un cambio de paradigma. Hasta ahora, la investigación en vacunas contra el cáncer ha seguido dos rutas principales:

Identificar proteínas comunes a muchos tumores para diseñar vacunas universales.

✅ Crear vacunas personalizadas a partir de las células tumorales de cada paciente.

Este nuevo estudio plantea una tercera vía: usar vacunas genéricas, no específicas, para desencadenar una respuesta inmune lo bastante fuerte como para que el cuerpo reconozca y ataque los tumores.

¿Es posible una vacuna universal contra el cáncer?

«El estudio sugiere que estimular de forma general el sistema inmunitario puede generar una respuesta anticancerígena potente —señala Duane Mitchell, coautor del artículo y codirector del mismo centro de investigación. Y añade—: Esto abre la puerta a una vacuna contra el cáncer que sea aplicable de forma amplia, incluso como un producto listo para usarse, sin necesidad de personalización».

La tecnología no parte de cero. Sayour lleva más de ocho años explorando las posibilidades terapéuticas del ARNm, el mismo tipo de molécula que revolucionó la vacunación durante la pandemia de COVID-19.

El ARN mensajero actúa como una plantilla para producir proteínas dentro de las células, incluidas las tumorales. En 2023, su equipo logró un avance pionero: en un pequeño ensayo clínico en seres humanos, una vacuna personalizada de ARNm consiguió reprogramar rápidamente el sistema inmunitario de pacientes con glioblastoma, un tipo de cáncer cerebral de mal pronóstico.

Representación artística de una vacuna experimental de ARNm dirigida contra el cáncer, capaz de activar el sistema inmunológico y potenciar la inmunoterapia incluso sin estar diseñada para un tumor específico.

Representación artística de una vacuna experimental de ARNm dirigida contra el cáncer, capaz de activar el sistema inmunológico y potenciar la inmunoterapia incluso sin estar diseñada para un tumor específico, según el estudio de la Universidad de Florida. Imagen generada con DALL-E

Un ARNm azote del sistema inmunológico

En esta nueva investigación, los científicos probaron a diseñar una formulación generalizada de ARNm, esto es, no dirigida contra una proteína específica del tumor, sino pensada únicamente para activar con fuerza el sistema inmunológico.

Al igual que en las vacunas frente a la covid-19, el ARNm se encapsuló en nanopartículas lipídicas, pero en lugar de llevar las instrucciones sobre cómo producir las proteínas espiga que sobresalen de la superficie del coronavirus SARS-CoV-2, portaba las claves para que el propio sistema inmune empiece a reconocer y atacar a las células tumorales, incluso sin portar instrucciones específicas contra ellas.

En vez de estar diseñada para atacar una proteína concreta del cáncer, esta vacuna de ARNm está pensada para activar con fuerza el sistema inmunológico. Esa activación general provoca una respuesta tan intensa que el propio sistema inmune empieza a reconocer y atacar las células tumorales, incluso sin instrucciones específicas contra ellas.

¿Qué tipos de cáncer se trataron en el estudio?

Los resultados en modelos de ratón con melanoma fueron especialmente prometedores al combinar la vacuna con inhibidores de control inmunitario PD-1, un tipo de inmunoterapia contra el cáncer que ayuda a que las células del sistema inmune, en concreto, los linfocitos T, reconozcan los tumores como amenazas.

Pero incluso en solitario, la vacuna mostró efectos beneficiosos en ratones con cáncer de piel, hueso y cerebro. En algunos casos, los tumores desaparecieron por completo.

El mecanismo antitumoral parece estar relacionado con la expresión de la PD-L1. Se trata de una proteína que actúa como un freno que controla las respuestas inmunitarias del cuerpo. La PD-L1 se encuentra en algunas células normales y está en cantidades más altas que lo normal en algunos tipos de células cancerosas.

¿Por qué es importante este descubrimiento?

Cuando se une a otra proteína, la citada PD-1, la PD-L1 no permite que los linfocitos T destruyan las células que contienen PD-L1, como las células cancerosas. Los medicamentos contra el cáncer llamados inhibidores de puntos de control inmunitario se adhieren a la PD-L1 e impiden que esta proteína se una a PD-1. Así, al ser estimulada por la vacuna, hace que las células anormales sean más vulnerables al ataque inmunológico.

«Activar el sistema inmune de este modo permite que los linfocitos T, que antes no reaccionaban contra el tumor, empiecen a multiplicarse y a destruirlo», apunta Sayour.

Las implicaciones de este enfoque son potencialmente revolucionarias. «Podría tratarse de una manera universal de activar la respuesta inmune frente al cáncer —dice Mitchell—. Y eso sería algo profundo, si consiguiéramos trasladarlo con éxito a ensayos en humanos».

En palabras de Sadeem Qdaisat, coautor de la publicación, este estudio representa un punto de inflexión en la lucha contra el cáncer. No solo refuerza la validez del ARNm como plataforma terapéutica, sino que demuestra que una vacuna no específica puede entrenar al sistema inmunológico para atacar tumores con eficacia.

La posibilidad de una vacuna oncológica universal, no personalizada, que sea eficaz y accesible, podría cambiar el paradigma del tratamiento del cáncer en las próximas década. ▪️

Anterior
Anterior

¿Por qué queremos estar en pareja? Las verdaderas razones detrás del deseo de tener una relación romántica

Siguiente
Siguiente

Ocho bebés nacen sanos gracias a una técnica de donación mitocondrial que evita enfermedades hereditarias