Un planeta provoca erupciones en su estrella: primer caso confirmado de interacción magnética entre un exoplaneta y su sol

Un equipo internacional de astrónomos ha conseguido las primeras pruebas inequívocas de que un planeta puede inducir fulguraciones —violentas erupciones de energía— en su estrella anfitriona. El hallazgo, que arroja nueva luz sobre las complejas dinámicas entre astros y sus mundos cercanos, marca un hito en la astrofísica moderna.

Por Enrique Coperías

Impresión artística del joven sistema estelar-planetario HIP 67522, en el que un planeta desencadena erupciones energéticas en su estrella anfitriona.

Impresión artística del joven sistema estelar-planetario HIP 67522, en el que un planeta desencadena erupciones energéticas en su estrella anfitriona. Crédito: AIP / J.Fohlmeiste

Por primera vez, los astrónomos han encontrado una evidencia directa de que un planeta puede desencadenar erupciones violentas en su sol. Este fenómeno, conocido como interacción magnética entre estrella y planeta, se había predicho teóricamente, pero nunca se había observado con tanta claridad.

El fabuloso hallazgo, liderado por un equipo internacional de científicos del Instituto Holandés de Radioastronomía (ASTRON) y el Instituto Leibniz de Astrofísica de Potsdam (AIP), ofrece nuevas claves sobre la evolución temprana de los sistemas planetarios.

El protagonista del estudio, publicado en la revista Nature, es el sistema estelar HIP 67522, situado a unos 408 años luz de la Tierra, en la constelación de Centauro. Se trata de un sistema joven en el que un planeta gigante, en una órbita extraordinariamente próxima a su estrella, completa una vuelta en menos de siete días.

Según han descubierto los científicos, cada vez que el planeta transita frente a su estrella —desde nuestra perspectiva terrestre—, se desencadenan fulguraciones estelares con una frecuencia inusitada.

Tres años de espectáculo pirotécnico

«Hemos encontrado la primera evidencia clara de una interacción estrella-planeta en la que este último desencadena erupciones energéticas en su estrella —explica Ekaterina Ilin, astrofísica del Instituto Holandés de Radioastronomía (ASTRON) y autora principal del estudio. Y añade—: Lo más emocionante es que esta interacción ha persistido durante al menos tres años, lo que nos ha permitido estudiarla en detalle».

La investigación, en la que también participan Harish K. Vedantham, del ASTRON, y Katja Poppenhäger, del Instituto Leibniz de Astrofísica de Potsdam, se basa en cinco años de observaciones combinadas de los telescopios espaciales TESS (NASA) y CHEOPS (Agencia Espacial Europea o ESA). Gracias a este extenso conjunto de datos, los astrónomos han podido demostrar que el planeta perturba las líneas del campo magnético de su estrella, lo que provoca descargas súbitas de energía: un auténtico espectáculo pirotécnico cósmico.

«Este tipo de interacción estrella-planeta se había anticipado desde hace tiempo, pero obtener evidencia observacional solo ha sido posible ahora, gracias a los grandes telescopios espaciales», subraya Poppenhäger.

Ilustración del sistema HIP 67522, con su estrella anfitriona y el planeta HIP 67522 b en órbita.

Ilustración del sistema HIP 67522, con su estrella anfitriona y el planeta HIP 67522 b en órbita. Se observa una potente fulguración estelar dirigida hacia el planeta, junto con las líneas del campo magnético que revelan la conexión magnética entre ambos cuerpos. Crédito: Danielle Futselaar

Implicaciones para la evolución planetaria y la habitabilidad

Pero el intercambio de energía no solo afecta a la estrella: también tiene consecuencias drásticas para el propio planeta. Los datos muestran que, debido a esta interacción, la estrella fulgura unas seis veces más de lo que lo haría en condiciones normales. Las observaciones del telescopio espacial James Webb revelan, además, una atmósfera planetaria inusualmente expandida, posiblemente hinchada por la lluvia constante de radiación.

«El planeta está sometiéndose a un bombardeo intenso de partículas y radiación generadas por estas fulguraciones inducidas —señala Vedantham—. Este clima espacial autoinfligido probablemente hace que la atmósfera del planeta se infle y acelera notablemente su pérdida».

HIP 67522 se perfila así como un sistema arquetípico para estudiar cómo las interacciones magnéticas entre estrellas y planetas influyen en la evolución planetaria, especialmente en etapas tempranas.

El equipo planea continuar las observaciones para entender mejor cómo se transporta y libera la energía en este vínculo estelar, cuán común es este fenómeno entre los sistemas planetarios jóvenes y qué implicaciones tiene para la capacidad de los planetas jóvenes de conservar sus atmósferas primigenias.▪️

Anterior
Anterior

¿Es mejor el agua con electrolitos, la alcalina o simplemente la del grifo? La ciencia responde

Siguiente
Siguiente

Cómo evolucionó el embarazo en los mamíferos: claves celulares, genéticas y moleculares de una revolución evolutiva