Nueva biopsia líquida detecta el cáncer de colon en fases tempranas con un 95% de precisión

Un simple análisis de sangre basado en ARN logra identificar el cáncer colorrectal en sus etapas iniciales, y supera los límites de las pruebas no invasivas actuales.

Por Enrique Coperías

Un nuevo test desarrollado por investigadores de Chicago utiliza modificaciones químicas del ARN en lugar de ADN para detectar el cáncer colorrectal en etapas tempranas

Un nuevo test desarrollado por investigadores de Chicago utiliza modificaciones químicas del ARN en lugar de ADN para detectar el cáncer colorrectal en etapas tempranas. Estas alteraciones son más estables y permiten identificar la actividad celular y tumoral incluso con niveles bajos de ARN. Foto:
Emin Bay

Por primera vez, un equipo de científicos ha logrado detectar cáncer colorrectal en sus primeras etapas con un simple análisis de sangre que analiza el ARN y no el ADN, como ocurre en las biopsias líquidas convencionales.

El nuevo método, desarrollado por investigadores de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, logra una precisión del 95% incluso en fases incipientes de la enfermedad, y supera con creces la sensibilidad de los test comerciales actuales.

Las biopsias líquidas han revolucionado la forma de detectar y monitorizar el cáncer. A diferencia de las biopsias tradicionales, que requieren extraer tejido del tumor, estas pruebas identifican fragmentos de material genético liberados por las células cancerosas en la sangre. Sin embargo, su efectividad disminuye drásticamente cuando el tumor apenas ha comenzado a desarrollarse.

«Este ha sido siempre uno de los principales desafíos: simplemente no hay suficiente ADN tumoral circulante en la sangre en los estadios iniciales», explica Chuan He, profesor de Química y Biología Molecular en la Universidad de Chicago y autor principal del estudio publicado en Nature Biotechnology.

Un cambio de paradigma: de ADN a ARN modificado

Ante esa limitación, el equipo de investigación decidió cambiar de enfoque y poner el foco en el ARN. Esta molécula, que actúa como intermediaria entre el ADN y la síntesis de proteínas, puede mostrar con mayor fidelidad la actividad celular. Pero no se trata solo de medir cuántas moléculas de ARN circulan en el plasma: la clave está en sus modificaciones químicas.

El laboratorio de He, pionero en el estudio de las funciones biológicas del ARN modificado, descubrió que ciertos cambios químicos en estas moléculas se mantienen estables independientemente de su abundancia. Así, en lugar de contar moléculas, el nuevo test se fija en el porcentaje de ARN modificado, un indicador más fiable y menos dependiente del estado de la muestra.

La sorpresa llegó cuando los investigadores, liderados por el estudiante Cheng-Wei Ju y el exinvestigador posdoctoral Li-Sheng Zhang, detectaron no solo ARN humano en los análisis, sino también ARN procedente de bacterias intestinales. Y es que en presencia de un tumor, la microbiota también se ve alterada.

«Cuando un tumor crece en el intestino, el entorno cambia drásticamente, y eso afecta a los microorganismos más cercanos», señala He.

¿Por qué el ARN microbiano mejora la detección precoz?

El hallazgo es relevante porque la microbiota intestinal se renueva mucho más rápido que las células humanas, lo que implica que sus señales genéticas pueden aparecer antes en la sangre. Esto otorga a la prueba un poder de detección precoz sin precedentes.

Según los resultados del estudio, los niveles de modificaciones en el ARN microbiano permiten distinguir entre pacientes sanos y personas con cáncer colorrectal en fases iniciales con una precisión que roza el 95%. En comparación, los test comerciales basados en heces y en la cantidad de ADN o ARN detectan menos de la mitad de los casos en etapas tempranas.

Se trata de la primera vez que las modificaciones del ARN se utilizan como biomarcadores para el cáncer, y los resultados prometen cambiar el paradigma del diagnóstico precoz.

«Poder detectar el cáncer en estas etapas iniciales no tiene precedentes», afirma He.

El trabajo ha sido posible gracias a la colaboración con el gastroenterólogo Marc Bissonnette, también de la Universidad de Chicago, y ha contado con el apoyo del Ludwig Center for Metastasis, la Fundación Rolfe, los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., el Consejo de Investigación de Hong Kong y el Instituto Médico Howard Hughes.

Las biopsias líquidas de ARN abren la puerta a desarrollar pruebas no invasivas, altamente sensibles y basadas en sangre que podrían complementar —o incluso sustituir en algunos casos— a las colonoscopias o análisis de heces. Y lo más importante: podría salvar muchas vidas mediante un diagnóstico más temprano. ▪️

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