Emojis en mensajes de texto: una clave para mejorar las relaciones personales, según un estudio científico
Un estudio experimental demuestra que el uso de emojis en los mensajes de texto refuerza la percepción de atención emocional, aumentando la cercanía y satisfacción en las relaciones de amistad. Y no importa si es una carita, un corazón o una pizza: lo que cuenta es que esté allí. 🤔
Por Enrique Coperías
Collage artístico de emojis que representan expresiones digitales de afecto, atención y conexión emocional. Un estudio publicado en PLOS One revela que la presencia de emojis en mensajes de texto mejora la percepción de responsividad y fortalece la satisfacción en las relaciones personales, independientemente del tipo de emoji utilizado. Imagen generada con DALL-E
En la jungla de los mensajes instantáneos, donde las palabras a menudo llegan sin tono ni expresión, un pequeño dibujo puede marcar la diferencia entre un OK indiferente y un «OK 👍🏼» que transmite entusiasmo.
Un nuevo estudio publicado en la revista científica PLOS One revela que los emojis no son simples adornos digitales: pueden mejorar la percepción de la atención emocional del interlocutor y fortalecer los lazos afectivos en las relaciones entre amigos.
La autora del estudio, Eun Huh, investigadora del Departamento de Estudios de Comunicación de la Universidad de Texas en Austin, en Estados Unidos, lo resume de forma directa: «El estudio reveló que los emoticonos pueden mejorar la satisfacción en las relaciones al señalar una mayor atención emocional. Curiosamente, no es el tipo de emoji lo que importa, sino simplemente su presencia».
Contexto: ¿por qué estudiar emojis en la era de la mensajería digital?
El auge del uso de emojis en la mensajería es evidente: cada día se envían más de 10.000 millones en todo el mundo, especialmente entre los jóvenes. Estos símbolos digitales —que van desde caritas sonrientes hasta tacos, copas de vino o llamas de fuego— han colonizado nuestra forma de comunicarnos. Pero ¿son solo una moda visual?
El estudio de Huh sugiere que no: son herramientas emocionales poderosas.
«Los emojis actúan como equivalentes digitales del lenguaje no verbal, como los gestos o las expresiones faciales en una conversación cara a cara — explica Huh—. En un mensaje de texto, donde no puedes ver ni oír a la otra persona, los emojis aportan esa capa emocional que de otro modo se pierde».
Diseño del estudio: ¿cómo se midió el efecto de los emoticonos?
Para comprobar cómo los emojis afectan a nuestras percepciones, la autora diseñó un experimento con 260 adultos estadounidenses, de entre 23 y 67 años. Cada participante leyó quince conversaciones ficticias entre amigos en las que la única diferencia era la presencia o ausencia de emojis en las respuestas del interlocutor.
En todos los casos, los participantes debían imaginar que ellos mismos habían enviado el mensaje inicial y estaban leyendo la respuesta de un amigo.
Tras cada conversación, evaluaban cuánto sentían que su interlocutor había sido responsivo —es decir, atento, considerado y emocionalmente presente— y, además, calificaban su simpatía, la cercanía emocional y la satisfacción general con la relación.
El resultado fue rotundo: los mensajes que incluían emojis eran percibidos como significativamente más responsivos. Esa sensación de mayor atención emocional se traducía en percepciones más positivas de cercanía y satisfacción en la relación. En palabras simples: si tu amigo usa emojis al responderte, te cae mejor y sientes que te escucha.
No importa el emoji, importa que esté
Uno de los hallazgos más reveladores del estudio fue que no había diferencias significativas entre los distintos tipos de emojis. Ya fueran caritas (los llamados face emojis) o símbolos más abstractos, como fuegos artificiales, corazones y estrellas, el impacto era el mismo.
«La gente tiende a pensar que algunos emoticonos son más efectivos que otros para expresar emociones —reflexiona Huh—. Pero los datos sugieren que es su mera presencia la que activa la percepción de cercanía. No hace falta elegir el emoticón perfecto».
Esto tiene implicaciones interesantes para quienes temen malinterpretaciones o dudas estilísticas: en realidad, el simple acto de añadir un emoji —aunque sea una palmera o un rayito— puede marcar una gran diferencia emocional en la conversación.
Ejemplos de mensajes en los que los emojis refuerzan la atención emocional. Cortesía: Eun Huh, 2025, PLOS One, CC-BY 4.0
El poder de sentirse escuchado
El estudio se basa en un concepto clave de la psicología social: la responsividad percibida. Cuando una persona siente que su interlocutor la escucha, comprende y se preocupa por lo que dice, se incrementa la sensación de intimidad y confianza. Esta idea, ampliamente estudiada en contextos presenciales, empieza ahora a cobrar relevancia también en los entornos digitales.
«En la vida diaria, que alguien te mire a los ojos, asienta con la cabeza o te sonría mientras hablas te hace sentir validado —comenta Huh—. En el mundo digital, los emojis parecen desempeñar esa misma función».
El estudio demostró que esa percepción de responsividad no solo influye en lo que uno piensa del mensaje, sino que tiene un efecto en cadena: incrementa la simpatía hacia el otro, fortalece el vínculo emocional y eleva la satisfacción con la relación.
Según Huh, los emojis:
✅ Añaden matices emocionales al texto.
✅ Funcionan como sustitutos de gestos y expresiones faciales.
✅ Transmiten intención afectiva y refuerzan el tono emocional.
✅ Mejoran la claridad y reducen malentendidos.
✅ Aumentan la percepción de implicación emocional en la conversación.
Más allá del laboratorio: algunas limitaciones
Aunque los resultados son prometedores, Huh admite ciertas limitaciones en el diseño del estudio. Por ejemplo, se trató de interacciones simuladas, no de conversaciones reales, y solo se examinó la percepción de uno de los dos interlocutores, cuando las relaciones son —por naturaleza— bidireccionales.
«No podemos asegurar que estos efectos se mantengan en relaciones reales y prolongadas —aclara la autora. Y añade—: Pero sí creemos que este experimento permite aislar, con bastante precisión, el papel que juegan los emojis en la construcción de percepciones emocionales».
Tampoco influyeron variables como la edad, el género o la frecuencia con la que los participantes usaban emoticonos en su vida diaria. El efecto positivo se mantuvo constante, lo que sugiere que se trata de un fenómeno generalizado, no limitado a ciertos perfiles de usuario.
Para moverse mejor por WhatsApp, Telegram o TikTok
Los hallazgos del estudio aportan nuevas pistas sobre cómo gestionar nuestras interacciones cotidianas en plataformas como WhatsApp, Telegram, iMessage, Instagram o TikTok. En un mundo donde las conversaciones son cada vez más breves y asíncronas, un pequeño gesto, como añadir un emoji a un mensaje, puede tener un impacto emocional muy eficaz.
«Es como si ese emoji dijera: «Estoy aquí contigo, no solo te respondo por obligación, sino que me importa lo que dices», apunta Huh.
Así, un «¡Qué bien!» puede sonar distante o neutro. Pero un «¡Qué bien! 😄» puede transmitir alegría compartida y entusiasmo. Esa diferencia, aparentemente mínima, es percibida por el interlocutor como un signo de afecto.
Los autores recomiendan no mezclar emojis con sarcasmo textual sin dejar clara la intención. Foto: Sincerely Media
Expertos ajenos al estudio valoran los resultados
👩⚕️ Para Elena Cebrián, psicóloga especializada en relaciones interpersonales y comunicación digital, el estudio confirma algo que muchos intuían: «La comunicación emocional no desaparece en el entorno digital, sino que se transforma. Los emojis funcionan como marcadores afectivos que, si se usan bien, pueden mejorar el clima relacional entre las personas».
👨🏫 En la misma línea se expresa Juan Manuel Espinosa, profesor de sociolingüística de la Universidad Complutense de Madrid: «Este estudio aporta una base empírica sólida a lo que en lingüística llamamos paralingüística digital. Los emoticonos son el nuevo tono de voz, los nuevos gestos, y su uso revela actitudes, intenciones y emociones».
Ambos expertos coinciden en que queda por explorar el impacto de los emojis en contextos más complejos: relaciones de pareja, entornos profesionales o intercambios interculturales, donde su interpretación puede variar significativamente.
Aplicaciones prácticas: cómo mejorar tus relaciones digitales con emojis
Este estudio sugiere consejos útiles para mejorar la calidad emocional de nuestras conversaciones por mensaje:
✅ Buenas prácticas con emojis:
Usa emojis como señales de atención emocional.
Añade un emoji en respuestas importantes o afectivas.
No te obsesiones con cuál usar: lo que cuenta es poner alguno.
Combina texto y emoji para evitar ambigüedad.
En mensajes de apoyo, celebración o agradecimiento, un emoji puede reforzar el tono.
🛑 Evita:
Usar emojis en contextos formales sin conocer al receptor.
Mezclar emojis con sarcasmo textual sin dejar clara la intención.
Saturar el mensaje con símbolos que diluyan el contenido verbal.
El emoji como gesto de cuidado
Más allá de lo científico, el estudio de Huh sugiere una lección sencilla y valiosa: incluso en el espacio digital, los gestos importan. Y en los mensajes, un emoji puede ser ese gesto. No necesita ser el más original ni el más simpático. Solo tiene que estar ahí para decir, sin palabras, «me importas».
Porque quizá, en estos tiempos veloces y a veces impersonales, una simple carita sonriente vale más que mil palabras. ▪️
Fuente: Eun Huh. The impact of emojis on perceived responsiveness and relationship satisfaction in text messaging. PLOS ONE (2025). DOI: https://doi.org/10.1371/journal.pone.0326189