Una figurilla paleolítica «extremadamente rara» encontrada en Israel representa a un ganso intentando aparearse con una mujer
El hallazgo de una figurilla de 12.000 años en el norte de Israel ha sorprendido a los arqueólogos por su escena insólita: un ganso encaramado sobre una mujer en plena interacción íntima. La extraña pieza, confeccionada por una artesana, podría revelar una de las primeras expresiones conocidas de simbolismo y mitología en la prehistoria.
Por Enrique Coperías
Figurilla natufiense de arcilla, datada en 12.000 años y hallada en Nahal Ein Gev II, que muestra a una mujer inclinada hacia delante y a un ganso envolviéndola (junto a una reconstrucción artística). Cortesía: Laurent Davin.
En una pequeña aldea prehistórica que dominaba las aguas tranquilas del mar de Galilea, un gesto en apariencia íntimo —una mujer agachada bajo un ganso posado sobre su espalda— quedó inmortalizado en arcilla hace 12.000 años. La escena, minúscula pero detallada, ha llegado hasta nosotros convertida en un hallazgo excepcional: la figurilla de interacción humano-animal más antigua conocida, y, además, la primera representación naturalista de una mujer en el suroeste de Asia.
El descubrimiento lo realizó un equipo internacional dirigido por el arqueólogo Laurent Davin, del Departamento de Prehistoria, en la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel), en el yacimiento de Nahal Ein Gev II (NEG II), un asentamiento del periodo natufiense tardío, anterior a la revolución neolítica.
Situado en el norte de Israel, este enclave es uno de los escenarios esenciales para entender la transición humana de grupos cazadores-recolectores a comunidades sedentarias. Allí, entre estructuras semicirculares, enterramientos y depósitos ceremoniales, la figurilla apareció como una cápsula de tiempo capaz de hablar no solo del día a día de hace doce milenios, sino también de los primeros destellos de pensamiento simbólico y creencias compartidas.
Un objeto diminuto que cambia la comprensión de la prehistoria
La pieza, de apenas 3,7 centímetros de alto, fue modelada con arcilla prehistórica local y cocida a unos 400 °C, un dato que los investigadores consideran crucial para entender el grado de control tecnológico de la época. «Es un ejemplo extraordinariamente temprano de pirotecnología dirigida», señala Davin en un comunicado de la universidad hebrea. Los análisis microscópicos muestran restos de pigmento rojo —probablemente ocre— tanto sobre el cuerpo de la mujer como sobre el del ganso, lo que sugiere un uso ritual o simbólico.
Aún más revelador es el fragmento de huella dactilar conservado en la superficie: pertenece, según el análisis, a una mujer joven o adulta. Una artesana prehistórica que, sin saberlo, dejó su firma imborrable.
Pero lo que más ha sorprendido a los arqueólogos no es su antigüedad ni su estado de conservación, sino su composición visual. La figura muestra a una mujer en cuclillas y, sobre ella, un ganso vivo, erguido. La postura no coincide con ninguna actividad cotidiana conocida del natufiense, un pueblo que cazaba gansos para alimentarse pero también los consideraba aves con un fuerte valor simbólico, como indican las plumas decorativas y los ornamentos elaborados con huesos encontrados en el sitio.
🗣️ Para Davin, la escena es inequívoca: «No se trata de un acto de caza ni de un gesto funcional. Estamos ante una interacción imaginada o mitológica.» Según él, la figurilla refleja un mundo en el que humanos y animales se concebían como entidades espiritualmente conectadas. «Es el ejemplo más antiguo que tenemos de este tipo de pensamiento», afirma este arqueólogo.
La profesora Natalie Munro y el doctor Laurent Davin contemplan la figurilla hallada. Cortesía: Hadas Goldgeier.
Contexto arqueológico: un asentamiento en plena transición
El contexto del hallazgo resulta tan fascinante como el objeto en sí. La figurilla apareció en el relleno de una estructura de piedra semicircular que contenía enterramientos y depósitos ceremoniales. Para la profesora Leore Grosman, codirectora del proyecto NEG II y una de las principales especialistas en la cultura natufiense, esta ubicación añade capas de significado.
🗣️ «La figurilla del NEG II captura un momento transformador —explica Grosman, que también firma el estudio científico, publicado en la revista PNAS. Y añade—: Es un puente entre el mundo de los grupos móviles de cazadores-recolectores y el de las primeras comunidades asentadas. En ese tránsito, la imaginación y el pensamiento simbólico empiezan a desempeñar un papel decisivo en la configuración de la cultura humana».
Los natufienses son célebres por haber sido una de las primeras sociedades en construir viviendas permanentes, almacenar alimentos y desarrollar rituales funerarios complejos. Este cambio hacia la sedentarización implicó, según Grosman, un giro profundo en la forma de entender el mundo. «Para ellos, el entorno inmediato ya no era un espacio por el que simplemente se transitaba, sino un lugar habitado, compartido con animales, espíritus y ancestros», detalla la arqueóloga.
En este marco, la escena de la mujer y el ganso podría representar un mito local, un espíritu tutelar, un ritual chamánico o una narración simbólica asociada a la comunidad. Aunque es imposible saberlo con certeza, la figura sugiere que, mucho antes de que surgieran los cultos neolíticos o las primeras deidades de la fertilidad, ya existían relatos y creencias complejas.
Una técnica artística avanzada y precursoras del arte neolítico
Más allá de su significado simbólico, la figurilla destaca por su tratamiento artístico. Los investigadores señalan que la artesana manipuló la luz y las sombras de forma intencionada para crear profundidad, una técnica que no alcanzaría su pleno desarrollo hasta miles de años después, ya en el Neolítico.
El cuerpo de la mujer presenta detalles anatómicos naturalistas, y el ganso, lejos de parecer una presa, tiene la postura de un animal en alerta. Esta combinación de realismo y simbolismo constituye una rareza absoluta para el periodo.
🗣️ «La pieza reúne tres elementos que rara vez vemos juntos en la prehistoria temprana: naturalismo, experimentación técnica y una narrativa simbólica compleja —resume Davin—. Por eso es extraordinaria a tantos niveles».
La profesora Grosman coincide con él: «Este objeto demuestra que las capacidades imaginativas estaban floreciendo incluso antes del surgimiento de la agricultura. Estas comunidades ya exploraban formas de contar historias, de representar vínculos, de plasmar su mundo interior».
La profesora Natalie Munro y el doctor Laurent Davin, en el yacimiento de Nahal Ein Gev II (NEG II), un asentamiento del periodo natufiense tardío, anterior a la revolución neolítica. Cortesía: Daniel Rodiler
El simbolismo del ganso: rituales, ornamentos y mitología temprana
La elección del ganso no parece casual. En NEG II, las aves acuáticas eran abundantes tanto en el entorno como en la dieta, pero también desempeñaban un papel ritual, como se ha avanzado. Se han hallado plumas utilizadas como elementos decorativos y huesos trabajados como adornos personales.
Según los arqueólogos, esto revela que los natufienses atribuían un significado especial a ciertas especies y tal vez desarrollaron narrativas que las vinculaban con aspectos de la vida cotidiana, la muerte o la espiritualidad. La asociación entre una mujer y un ganso podría remitir a concepciones sobre la fertilidad, la protección, la transformación o la intermediación con el mundo natural.
Para Davin, la figurilla es una ventana única hacia el origen del pensamiento mitológico: «Contiene las primeras semillas del relato, del símbolo, de la idea de que la relación con los animales no es solo económica sino espiritual.»
Impacto en la investigación: un nuevo punto de partida para el arte narrativo prehistórico
El hallazgo llega en un momento en el que los arqueólogos revisan su comprensión del desarrollo del arte narrativo prehistórico. Hasta ahora, se pensaba que las escenas complejas y las representaciones simbólicas sofisticadas habían surgido con el Neolítico, coincidiendo con la aparición de la agricultura y los primeros poblados permanentes.
La figurilla de NEG II obliga a adelantar ese reloj arqueológico. Muestra que la capacidad de contar historias mediante imágenes, de representar mundos imaginados y creencias colectivas, ya estaba presente al final del Epipaleolítico.
🗣️ «Lo que vemos en esta pieza es el germen de las tradiciones figurativas que luego florecerán en los cultos neolíticos y en el arte del suroeste asiático —explica Grosman— Es un testimonio de cómo la imaginación empezó a modelar la cultura humana incluso antes del surgimiento de la civilización».
Gif de la estatuilla. Cortesía: PNAS
Un hallazgo ninúsculo con un significado inmenso
Mientras el equipo de arqueólogos continúa excavando en Nahal Ein Gev II, la diminuta mujer con su ganso sigue generando preguntas que trascienden los límites de la arqueología:
✅ ¿Qué historia contaba esta escena hace 12.000 años?
✅ ¿Quién era la artesana que dejó su huella en la arcilla?
✅ ¿Qué relación emocional, ritual o espiritual unía a los natufienses con las criaturas que los rodeaban?
Aunque la figurilla no puede responderlas, sí ilumina un punto de inflexión en la historia humana: el momento en que el arte prehistórico dejó de ser mera decoración o registro y se convirtió en una herramienta para pensar, sentir y creer.
Quizá por eso, a pesar de su tamaño, ha capturado tanta atención. En sus escasos centímetros se despliega la evidencia tangible de algo que nos hace profundamente humanos: la capacidad de imaginar mundos simbólicos y de contarlos. ▪️
Información facilitada por la Universidad Hebrea de Jerusalén
Fuente: L. Davin, N.D. Munro & L. Grosman. A 12,000-year-old clay figurine of a woman and a goose marks symbolic innovations in Southwest Asia. PNAS (2025). DOI: https://doi.org/10.1073/pnas.2517509122

