Cuando el ADN falla: un nuevo método forense identifica personas a partir del cabello
Cuando el ADN, la prueba reina de la ciencia forense, se degrada, desaparece o simplemente no está en la escena del crimen, la investigación corre el riesgo de quedarse sin respuestas. Ahora, una técnica basada en proteínas del pelo abre una vía inédita para identificar a sospechosos allí donde la genética ya no alcanza.
Por Enrique Coperías
La doctoranda Rebecca Tidy y el doctor Joel Gummer forman parte clave de la colaboración científica que impulsa el genotipado proteómico, una nueva técnica forense basada en el análisis de proteínas del cabello. Crédito: ChemCentre.
Un solo pelo puede no decir nada a simple vista. Pero, observado con las herramientas adecuadas, puede convertirse en una huella casi tan precisa como el ADN. Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una nueva técnica que permite la identificación de una persona a partir de una sola hebra de cabello, incluso cuando el material genético está ausente o degradado para su análisis.
El método, basado en el estudio de proteínas, abre una vía prometedora para la ciencia forense, especialmente en casos antiguos o en escenarios extremos.
El trabajo está liderado por dos doctorandas de la Universidad Edith Cowan (Australia), Rebecca Tidy y Romy Keane, que además ejercen como químicas en ChemCentre, el principal centro de ciencias químicas de Australia Occidental. Ambas firman como autoras principales un artículo científico en la revista Forensic Science International donde describen una técnica denominada genotipado proteómico, capaz de inferir información genética a partir de proteínas presentes en un único pelo humano.
🗣️ «Lo que estamos desarrollando es un nuevo flujo de trabajo forense para la identificación humana utilizando cabello recuperado de escenas del crimen —explica Tidy en un comunicado de la universidad australiana. Y añade—: Esta técnica novedosa, conocida como genotipado proteómico, se basa en la detección de péptidos genéticamente variables en hebras capilares individuales para inferir información genética que luego puede utilizarse para la identificación individual».
El límite del ADN en la ciencia forense
El proyecto forma parte de una colaboración internacional, encabezada por el Grupo de Investigación en Proteómica Forense del ChemCentre y en la que participa también el profesor Glendon Parker, de la University of California Davis (Estados Unidos). El enfoque se apoya en la proteómica, la disciplina que estudia el conjunto de proteínas de un organismo, para leer en ellas variaciones que reflejan diferencias en el genoma de cada individuo.
En la práctica forense habitual, la identificación de personas se apoya casi exclusivamente en el análisis de ADN extraído de la sangre, el semen u otros fluidos orgánicos, así como de las células de la piel o las raíces del pelo. Pero este material es frágil.
«El ADN puede degradarse con el paso del tiempo o al estar expuesto a condiciones adversas, y las investigaciones forenses pueden verse limitadas cuando la evidencia genética no está disponible o está degradada”, señala Tidy. Por eso insiste en que la nueva técnica no pretende sustituir a las pruebas genéticas tradicionales. «No está pensada para reemplazar a los métodos basados en ADN, que siguen siendo el estándar de oro; es una técnica complementaria para situaciones en las que no se recupera ADN de una escena o está demasiado degradado como para ser útil».
Primer plano de una muestra de cabello manipulada con pinzas e introducida en un vial. Las proteínas estructurales del pelo pueden conservar información genética útil para la identificación humana incluso décadas después. Crédito: IA-DALL-E-©Rexmolón-Producciones
Casos antiguos y escenarios extremos
Ahí es donde entran en juego las proteínas. Según Keane, su mayor resistencia las convierte en una baza clave para resolver casos antiguos. «Las proteínas estructurales persisten mucho más tiempo que el ADN en entornos difíciles, y siguen siendo detectables en los tejidos mucho después de que el ADN se haya fragmentado demasiado para su análisis — explica Keane. Y añade—: El cabello siempre se recupera en una escena del crimen porque es muy abundante, pero históricamente se ha infrautilizado debido a las limitaciones de las técnicas de microscopía».
La posibilidad de volver a analizar muestras de pelo almacenadas durante años podría tener un impacto directo en investigaciones estancadas.
🗣️ «Poder volver a las muestras de cabello de casos sin resolver, así como a situaciones como la identificación de víctimas de desastres, donde no necesariamente se obtiene ADN, puede marcar una diferencia en trabajos pendientes y pone de relieve la importancia de esta investigación», subraya Keane.
El doctor Joel Gummer posa junto a las doctorandas Romy Keane y Rebecca Tidy, integrantes del equipo que desarrolla una nueva técnica forense basada en el análisis de proteínas del cabello, en la recogida del premio que reconoce su investigación forense. Cortesía: Western Australia's Innovators of the Year Awards 2025
¿Puede esta técnica llegar a los tribunales?
Para Joel Gummer, responsable de Investigación e Innovación del laboratorio forense de ChemCentre y profesor asociado, los resultados suponen un avance notable. «Hemos comprobado que, en ausencia de ADN, las proteínas pueden utilizarse como sustituto —afirma—. Las proteínas tienen una secuencia, y esa secuencia está íntimamente conectada con el genoma de un individuo».
Gummer destaca además el potencial probatorio del método. «Este proceso proporciona evidencia fiable y una herramienta nueva y poderosa para las investigaciones», señala, aunque introduce en la ecuación una cautela importante: «Aunque el estudio ha sido extenso, será necesario realizar más pruebas y validaciones antes de que pueda utilizarse en casos criminales. Aun así, la tecnología es muy prometedora y algún día podría presentarse ante un tribunal de forma similar a como se hace con el ADN, transformando la ciencia forense”.
El reconocimiento institucional no se ha hecho esperar. El proyecto ha sido galardonado recientemente con el premio Innovator of the Year del Gobierno de Australia Occidental en los Premios a la Innovación de 2025, un espaldarazo a una línea de investigación que sugiere que, incluso cuando el ADN se desvanece, las proteínas aún pueden contar la historia. ▪️
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Información facilitada por la Universidad Edith Cowan
Fuente: Rebecca J. Tidy, Romy E. Keane, Marie S. Rye, Colin Priddis, Hayley Abbiss, Glendon J. Parker, Joel P.A. Gummer. Proteomic genotyping for individual human identification: Inferring SNPs in the absence of DNA evidence. Forensic Science International (2025). DOI: https://doi.org/10.1016/j.forsciint.2025.112664

