La «barriga cervecera» afecta al corazón más que el peso total: un gran estudio revela cómo y por qué

La grasa que se acumula en el abdomen no solo modifica la silueta: puede estar remodelando el corazón mucho antes de que aparezcan síntomas. Un amplio estudio revela que la llamada obesidad abdominal causa daños más profundos que el simple exceso de peso.

Por Enrique Coperías

La grasa abdominal, barriga cervecera o curva de la felicidad no es solo estética: un estudio presentado en la RSNA revela que este tipo de obesidad central provoca cambios más perjudiciales en la estructura del corazón que el exceso de peso general.

La grasa abdominal, barriga cervecera o curva de la felicidad no es solo estética: un estudio presentado en la RSNA revela que este tipo de obesidad central provoca cambios más perjudiciales en la estructura del corazón que el exceso de peso general, especialmente en los hombres. Imagen de Tumisu

La obesidad abdominal, vulgarmente conocida como barriga cervecera, no es solo un estigma cultural asociado al exceso de peso masculino: puede estar dejando una huella silenciosa y mucho más agresiva en el corazón de los hombres que los kilos de más repartidos por todo el cuerpo.

Un amplio estudio presentado esta semana en el congreso anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA) apunta a que la grasa abdominal altera la arquitectura interna del corazón de forma más preocupante que la obesidad medida únicamente por el índice de masa corporal (IMC). Y lo hace, además, con una especial crudeza en los hombres.

🗣️ «La obesidad abdominal, un perímetro cintura-cadera elevado, se asocia con patrones de remodelación cardíaca más inquietantes que un IMC alto por sí solo», resume Jennifer Erley, médica residente en Radiología del Hospital Universitario Hamburgo-Eppendorf (Alemania) y autora principal de la investigación.

La obesidad abdominal remodela el corazón de forma patológica

En palabras de la doctora Erley, la acumulación de grasa visceral puede empujar al corazón hacia un tipo de remodelación patológica conocida como hipertrofia concéntrica: «El músculo cardíaco se engrosa, pero el tamaño total del corazón no aumenta. Las cámaras internas se hacen más pequeñas, de modo que el corazón contiene y bombea menos sangre. Este patrón deteriora la capacidad de relajación del órgano y puede desembocar en insuficiencia cardíaca».

El trabajo se apoya en más de 2.200 resonancias magnéticas cardiacas de adultos de entre 46 y 78 años, sin enfermedad cardiovascular conocida, participantes del Hamburg City Health Study, una cohorte poblacional que sigue la salud de miles de habitantes de la ciudad alemana. Los investigadores compararon dos medidas:

1️⃣ El índice de masa corporal (IMC), una medida sencilla que relaciona peso y altura para estimar si una persona tiene bajo peso, peso normal, sobrepeso u obesidad. Se calcula dividiendo el peso (kg) entre la altura al cuadrado (m²).

2️⃣ El cociente cintura-cadera (WHR), una medida que compara el perímetro de la cintura con el de la cadera para evaluar la grasa abdominal y el riesgo cardiometabólico. Se obtiene dividiendo la medida de la cintura entre la de la cadera.

En el estudio se analizaron 2.200 resonancias magnéticas cardiacas de adultos de entre 46 y 78 años, sin enfermedad cardiovascular conocida, y se compararon el  WHR y el IMC.

En el estudio se analizaron 2.200 resonancias magnéticas cardiacas de adultos de entre 46 y 78 años, sin enfermedad cardiovascular conocida, y se compararon el WHR y el IMC. Cortesía: Northern Heart Hospital Penang / Tratamiento digital: Gemini

Qué hace la grasa abdominal al corazón (y por qué afecta más a los hombres)

Las diferencias entre ambos parámetros fueron abismales. Según el IMC, el 69% de los hombres y el 56% de las mujeres estudiadas tenían sobrepeso u obesidad. Pero cuando se aplicó el criterio del WHR, el porcentaje de hombres considerados obesos ascendió al 91%, y el de mujeres al 64%, siguiendo las referencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los patrones de daño en la bomba vital también se separan. La obesidad general estuvo ligada a cámaras cardíacas más grandes. La abdominal, en cambio, a «músculos más gruesos y cámaras más pequeñas», una combinación que, según Erley, «indica estrés cardíaco temprano».

Esta tendencia fue más marcada en los hombres y afectó especialmente al ventrículo derecho, encargado de bombear sangre a los pulmones. Los autores sugieren que la distribución de la grasa abdominal podría influir en la respiración y en la presión pulmonar, ejerciendo una sobrecarga adicional en ese lado del corazón.

Además, la doctora Erley y sus colegas detectaron cambios sutiles en el tejido cardíaco masculino, invisibles a simple vista pero evidentes en las secuencias avanzadas de la resonancia magnética.

🗣️ «Estas diferencias específicas por sexo sugieren que los hombres pueden ser más vulnerables a los efectos estructurales de la obesidad en el corazón, algo que apenas se había descrito hasta ahora», señala Erley.

Entre las posibles explicaciones figura un inicio más precoz de la obesidad central en varones o el efecto cardioprotector de los estrógenos en mujeres, hipótesis que requerirá más investigación.

El IMC y el WHR no identifican la obesidad del mismo modo: mientras el IMC clasificó con sobrepeso u obesidad al 69% de los hombres y al 56% de las mujeres del estudio, el WHR elevó esas cifras hasta el 91% y el 64%, según los criterios de la OMS.

El IMC y el WHR no identifican la obesidad del mismo modo: mientras el IMC clasificó con sobrepeso u obesidad al 69% de los hombres y al 56% de las mujeres del estudio, el WHR elevó esas cifras hasta el 91% y el 64%, según los criterios de la OMS. Estas diferencias explican por qué la grasa abdominal se asocia a cambios más severos en la masa y el volumen del corazón. Imagen generada con DALL-E

Cómo saber si tengo obesidad abdominal y no solo «kilos de más»

Más allá de los hallazgos técnicos, las conclusiones apuntan a cambios prácticos tanto para los ciudadanos como para los profesionales sanitarios. Calcular el cociente cintura-cadera requiere apenas una cinta métrica y una simple división: perímetro de cintura en su punto más estrecho, dividido por el de la cadera en su parte más ancha.

Según la OMS, superar 0,90 en hombres y 0,85 en mujeres indica obesidad abdominal y riesgo cardiovascular elevado.

En palabras de la radióloga, «los adultos de mediana edad no deberían centrarse únicamente en reducir el peso total, sino en evitar la acumulación de grasa abdominal mediante ejercicio regular, una dieta equilibrada e intervenciones médicas cuando sea necesario».

Y lanza también un mensaje a sus colegas: «cuando vemos este patrón de remodelación cardíaca solemos pensar en cardiomiopatías o hipertensión, pero no solemos vincularlo clínicamente con la obesidad. Este estudio debería alertar a radiólogos y cardiólogos para reconocer que estos cambios pueden atribuirse, de forma independiente, al exceso de grasa abdominal».

La barriga cervecera, concluyen los autores, no es solo una cuestión estética ni un símbolo cultural: es un aviso metabólico que puede estar remodelando silenciosamente el corazón, sobre todo el de los hombres, mucho antes de que aparezcan síntomas o diagnósticos formales. ▪️

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  • Información facilitada por la RSNA

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