Una estrella hambrienta que devora a su compañera: el caso de V Sagittae y su futuro como supernova
En la Vía Láctea late una historia de canibalismo estelar: V Sagittae, una estrella hambrienta que devora sin piedad a su gemela. Su banquete anuncia un final apoteósico: una supernova capaz de eclipsar galaxias.
Por Enrique Coperías
Ilustración artística del sistema binario V Sagittae, donde una enana blanca devora la materia de su compañera estelar a través de un disco de acreción incandescente. Este proceso extremo convierte a V Sge en la fuente supersuave de rayos X más brillante de la Vía Láctea y anticipa su destino final: explotar como supernova de tipo Ia. Imagen generada con DALL-E
En el corazón de nuestra galaxia, a unos 3.000 años luz de distancia, late un sistema estelar tan extraño como fascinante. Los astrónomos lo conocen desde principios del siglo XX como V Sagittae (V Sge), pero aún hoy, más de un siglo después de su descubrimiento, continúa desafiando las categorías y etiquetas de la astrofísica.
No es una estrella ordinaria, ni siquiera un par de astros que orbitan en tándem. Es, según los últimos hallazgos, una estrella voraz que está engullendo a su compañera con una intensidad descomunal, en un proceso que podría anticipar uno de los espectáculos más energéticos y violentos del cosmos: la explosión de una supernova.
El nuevo estudio, liderado por investigadores finlandeses, británicos y españoles y publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, aporta datos inéditos tras una campaña de observaciones con el X-Shooter del Very Large Telescope (VLT), el telescopio insignia del Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile.
Durante varios meses de 2023, los científicos siguieron de cerca la evolución de V Sge, desmenuzando su luz con un detalle nunca alcanzado. Y lo que han encontrado no solo confirma que este sistema es una fuente supersuave de rayos X, esto es, que emite solo rayos X de baja energía, una categoría ya de por sí exótica, sino que también lo convierte en el ejemplar más luminoso conocido de su clase en toda la Vía Láctea.
Qué es V Sagittae y por qué es especial
V Sge se identificó en 1902 como una estrella variable brillante, es decir, una estrella cuyo resplandor cambia de manera notable con el tiempo. Décadas después se estableció que en realidad se trataba de un sistema binario: dos estrellas ligadas por la gravedad que orbitan en apenas doce horas y media. Una danza frenética en la que una de ellas, la llamada enana blanca —el cadáver denso de una estrella similar al Sol—, actúa como un vampiro cósmico, absorbiendo material estelar de su compañera.
El problema es que nada en V Sge encajaba del todo con los modelos conocidos:
✅ Su brillo es anómalamente alto.
✅ Sus espectros de luz son caóticos, llenos de líneas de emisión que cambian de forma y velocidad
✅ Sus eclipses se antojan irregulares y variables.
Durante años, se debatió si estábamos ante una binaria caliente tradicional, formada por dos estrellas calientes que intercambian vientos de materia o bien ante una fuente supersuave de rayos X (SSS), un tipo de sistema estelar raro en el que una enana blanca engulle material a un ritmo tan salvaje que en su superficie se producen reacciones nucleares continuas.
Qué es una fuente supersuave de rayos X
Las SSS son un club muy exclusivo en la astrofísica. Se caracterizan por emitir rayos X de baja energía, consecuencia de la combustión estable del hidrógeno que roban a su estrella compañera. La materia sustraída forma un disco de acreción alrededor de la enana blanca, que brilla con una luminosidad cercana al límite de lo que la física permite: el límite de Eddington, cuando la presión de la radiación casi iguala a la atracción gravitatoria.
Son sistemas estelares en equilibrio precario, destinados a durar poco tiempo en términos cósmicos: apenas unos cientos de miles de años. Un pestañeo en la historia de la galaxia.
Confirmar que V Sge pertenece a esta familia no es un detalle menor. Hasta ahora, la mayoría de fuentes supersuaves conocidas estaban en las Nubes de Magallanes, dos galaxias enanas pertenecientes al Grupo Local de galaxias, porque el polvo interestelar de nuestra propia galaxia bloquea los rayos X tan débiles que emiten.
V Sge, en cambio, está aquí, en nuestro vecindario cósmico, y se convierte así en un laboratorio privilegiado para entender cómo evoluciona una estrella en los instantes previos a un posible estallido como supernova de tipo Ia, esas explosiones que los astrónomos usan como candelas estándar para medir la expansión del universo.
El hallazgo: una campaña con el Very Large Telescope
El equipo internacional, encabezado por Pasi Hakala (Universidad de Turku), Phil Charles (Universidad de Southampton y Oxford) y Pablo Rodríguez-Gil (Instituto de Astrofísica de Canarias), organizó una campaña de tres meses con el espectrógrafo X-Shooter. Este instrumento permite observar de manera simultánea desde el ultravioleta hasta el infrarrojo, abarcando así un rango de longitudes de onda que ofrece un retrato completo del sistema.
👉 Los resultados muestran un cuadro espectacular. V Sge está acreciendo materia a una tasa que roza lo imposible, comparable a 10⁻⁷ masas solares por año. En términos humanos, sería como si la Tierra absorbiera la masa de la Luna en apenas 10.000 años.
La enana blanca no solo acumula este material: parte de él es expulsado en forma de vientos estelares y chorros que alcanzan miles de kilómetros por segundo. Y, como si fuera poco, el sistema parece rodeado por un anillo circumbinario, un disco de gas expulsado que flota alrededor de ambas estrellas, recordando a otro objeto legendario: el microcuásar SS 433, famoso por sus chorros relativistas.
Señales caóticas: un disco que se retuerce
Los espectros revelan tres ingredientes básicos:
✅ Un núcleo de líneas de emisión dobles, que no varían con la órbita y que delatan la presencia de ese anillo circumbinario.
✅ Líneas de emisión de ciertos elementos no aparecen finas y definidas, sino ensanchadas, debido a los vientos extremos de la enana blanca, que se desplazan cientos de kilómetros por segundo.
✅ Un comportamiento inquietante: esas líneas anchas no solo se mueven con la órbita, sino que cambian de velocidad media de manera drástica a lo largo de los años, pasando de estar desplazadas al azul (hacia nosotros) a estarlo al rojo (alejándose) en cuestión de días o semanas.
Este patrón sugiere que el disco de acreción interno está inclinado y se deforma bajo la brutal presión de radiación, entrando en un régimen caótico que lo hace volcar de un estado a otro. Es un proceso comparable a un trompo que, por exceso de velocidad, empieza a tambalearse hasta girar de manera errática. Y, según los autores, podría ser la clave para explicar por qué las observaciones históricas de V Sge, desde 1940 hasta hoy, muestran cambios tan abruptos en sus líneas espectrales.
La masa de las estrellas, en revisión
Otra de las sorpresas del estudio es que las estimaciones clásicas sobre las masas estelares podrían estar equivocadas. Los primeros cálculos, de los años sesenta, sugerían un sistema con casi cuatro masas solares en total.
Sin embargo, al analizar el anillo circumbinario como testigo del sistema, los investigadores concluyen que la masa total no supera las dos masas solares, con una enana blanca de menos de una y una estrella compañera en torno al Sol.
Esto encaja con la idea de un sistema estelar al borde del colapso, donde la compañera, más masiva, alimenta a la enana blanca en un proceso que se retroalimenta: cuanto más material roba, más aumenta la capacidad de seguir robando.
¿Qué pasará con V Sagittae?
Todo apunta a que V Sge está en una fase evolutiva breve y violenta. Tarde o temprano, la enana blanca alcanzará el límite de Chandrasekhar, unas 1,4 masas solares. Cuando eso ocurra, el equilibrio será imposible y la estrella explotará como supernova de tipo Ia.
Esa explosión estelar liberará tanta energía que, por unas semanas, el sistema brillará tanto como toda una galaxia. Y aunque ocurra a miles de años luz, sería visible desde la Tierra a simple vista, convirtiéndose en uno de los espectáculos celestes más memorables de la historia de la humanidad.
De momento, V Sge permanece en su estado alto, lo que dificulta observar directamente sus emisiones supersuaves de rayos X, visibles solo cuando el sistema entra en una fase más tenue. Los astrónomos esperan con impaciencia esa oportunidad: cuando se produzca, será crucial apuntar todos los instrumentos astronómicos disponibles para medir con precisión la temperatura y luminosidad de la enana blanca y confirmar sin ambigüedades la naturaleza del sistema.
Mientras tanto, el estudio con el VLT ya ha inclinado la balanza: V Sge no es simplemente una binaria caliente con vientos en colisión. Es, con toda probabilidad, la fuente supersuave galáctica más brillante descubierta hasta ahora. Una devoradora estelar insaciable que nos ofrece un vistazo único a los últimos estertores de una estrella antes de su destino final.
Lecciones de V Sagittae
Entender a V Sge no es solo satisfacer la curiosidad de los astrofísicos. Las supernovas de tipo Ia son herramientas fundamentales para la cosmología: gracias a su brillo estándar, permitieron descubrir la expansión acelerada del universo y la existencia de la energía oscura.
Pero el mecanismo exacto que las provoca sigue siendo objeto de debate. ¿Todas nacen de sistemas como V Sge? ¿O hay varios caminos distintos hacia la catástrofe?
Cada dato que aporta este sistema es una pieza más del rompecabezas. Observar cómo una enana blanca devora a su compañera estelar en vivo y en directo, midiendo sus vientos, sus discos deformados y su luminosidad extrema, es como mirar el cuaderno de instrucciones de una futura supernova. V Sge, la estrella hambrienta, se convierte así en un recordatorio de que incluso en los rincones más oscuros de la Vía Láctea, la naturaleza cósmica guarda fuegos artificiales a una escala que cuesta imaginar. ▪️
Fuente: Pasi Hakala, Phil Charles, Pablo Rodríguez-Gil. V Sge: Supersoft Source or Exotic Hot Binary? I. An X-Shooter campaign in the high state. arXiv (2025). DOI: https://doi.org/10.48550/arXiv.2507.22637