Test de saliva: una nueva herramienta para detectar de forma precoz la diabetes y la obesidad
Una simple muestra de saliva podría revolucionar la detección temprana de la diabetes de tipo 2 y la obesidad. Investigadores canadienses descubren que la insulina salival previene los riesgos metabólicos antes que los análisis de sangre y de forma no invasiva.
Por Enrique Coperías
La detección a tiempo de trastornos metabólicos como la diabetes de tipo 2 y la obesidad podría estar más cerca gracias a un método sorprendentemente sencillo: un test de saliva.
Un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Columbia Británica en Okanagan (UBCO), en Canadá, ha demostrado que medir los niveles de insulina en la saliva puede ser tan útil como los análisis de sangre para detectar una condición conocida como hiperinsulinemia, que suele preceder en años el diagnóstico de enfermedades metabólicas crónicas.
La hiperinsulinemia, que se manifiesta por una concentración elevada de insulina en sangre, es uno de los indicadores más fiables de un metabolismo alterado. Suele aparecer entre diez y veinte años antes de que se detecten niveles elevados de glucosa, el marcador estándar para diagnosticar la diabetes de tipo 2.
Pero ahora, un equipo de investigadores liderado por el profesor Jonathan Little, de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Ejercicio de la UBCO, ha comprobado que también puede identificarse mediante una muestra de saliva.
«El test de saliva es un método no invasivo y fácil de aplicar, que puede alertarnos de cambios metabólicos incluso antes de que aparezcan los síntomas», señala Little en un comunicado de la UBCO.
Sangre vs. Saliva
En el estudio, publicado recientemente en la revista Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism, participaron 94 personas adultas con distintos índices de masa corporal (IMC), una fórmula que relaciona el peso y la altura de una persona para estimar si tiene un peso saludable.
Tras un periodo de ayuno, los voluntarios consumieron una bebida nutricional estándar y, posteriormente, se sometieron a una medición de glucosa en sangre por punción en el dedo y a varias pruebas de saliva. Los resultados revelaron que los participantes con obesidad presentaban niveles significativamente más altos de insulina en la saliva, pese a que sus valores de glucosa eran similares a los del resto.
Este hallazgo refuerza la idea de que el aumento de insulina puede ser un marcador temprano de sufrir riesgo metabólico, incluso antes de que se detecten alteraciones en la glucosa. «Podemos estar ante una herramienta que permite identificar a personas en riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 muchos años antes de que los análisis de glucosa en sangre muestren valores alterados», explica Little.
¿Puede una persona delgada tener riesgo de diabetes?
El trabajo también descubrió algo inesperado: algunas personas delgadas y con glucosa normal mostraron picos de insulina en saliva tras la ingesta, lo que podría indicar una predisposición a desarrollar resistencia a la insulina, uno de los pasos previos a la diabetes.
Para el coautor del estudio, el doctor Hossein Rafiei, esta observación sugiere que la medición de insulina salival podría ser más precisa que el peso corporal o el índice de masa corporal para detectar desequilibrios metabólicos.
“Hay individuos delgados que muestran respuestas elevadas de insulina. Esto nos hace replantear el valor predictivo de parámetros como el peso o la talla”, comenta Rafiei.
En estudios previos, Rafiei ya había demostrado que los niveles de insulina en saliva siguen de forma bastante paralela a los de la sangre, incluso tras comidas con diferentes proporciones de carbohidratos. En esta nueva investigación, los científicos recogieron muestras de saliva a los 30, 60 y 90 minutos tras la bebida nutricional, y observaron cómo los niveles de insulina se comportaban de forma distinta según el perfil metabólico de cada participante.
Una nueva vía para prevenir enfermedades crónicas
Uno de los datos más llamativos fue la relación entre la circunferencia de la cintura y los niveles de insulina salival. Más allá del peso, la edad o el sexo, el perímetro abdominal se mostró como el predictor más fuerte de hiperinsulinemia. «Esto refuerza la idea de que la grasa visceral —y no solo el peso tota— tiene un papel central en los trastornos metabólicos», apunta Rafiei.
Los investigadores confían en que esta prueba de saliva pueda convertirse en una herramienta accesible para la prevención de enfermedades como la diabetes de tipo 2, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares e incluso el cáncer, todas ellas asociadas a la hiperinsulinemia. Frente a los análisis de sangre, que requieren equipamiento y personal sanitario especializado, el test de saliva podría facilitar cribados masivos en centros de salud o incluso en el hogar.
«El objetivo no es reemplazar las pruebas de laboratorio, sino ofrecer una alternativa sencilla que permita actuar antes de que el daño metabólico sea irreversible», concluye Little.▪️
Información facilitada por la Universidad de Columbia Británica en Okanagan
Fuente: Hossein Rafiei and Jonathan Peter Little. Saliva insulin concentration following ingestion of a standardized mixed meal tolerance test: influence of obesity status. Applied Physiology, Nutrition, and Metabolism (2025). https://doi.org/10.1139/apnm-2024-0532