¿Puede el microbioma oral predecir la depresión? Un estudio conecta la salud bucal con la salud mental

Una boca con poca variedad de bacterias podría ser más que un problema dental: un posible indicador de depresión. Un nuevo estudio conecta directamente la salud bucal con el bienestar emocional.

Por Enrique Coperías

Una baja diversidad de bacterias en la boca podría ser una señal de alerta de riesgo de depresión.

Una baja diversidad de bacterias en la boca podría ser una señal de alerta de riesgo de depresión. Así lo sugiere un nuevo estudio que revela cómo el microbioma oral está profundamente conectado con la salud mental y los síntomas depresivos. Imagen generada con DALL-E

Una sonrisa saludable podría ser más reveladora de lo que parece. Un nuevo estudio ha encontrado que una boca con poca diversidad bacteriana está relacionada con un mayor riesgo de depresión.

Más allá de estar implicado con las caries o la gingivitis, el microbioma oral —la vasta comunidad de microorganismos que habita en nuestra boca— podría contener pistas importantes sobre nuestro estado de ánimo e incluso sobre el desarrollo de trastornos del ánimo.

La investigación, publicada en la revista BMC Oral Health y liderada por científicos de la Facultad de Enfermería Rory Meyers de la Universidad de Nueva York y varias instituciones académicas chinas, analizó datos de más de 15.000 adultos estadounidenses.

Los resultados sugieren que las personas con una menor diversidad microbiana en la boca tienen más probabilidades de sufrir depresión. Y esta asociación se mantuvo independientemente de la edad, el género, el peso, los hábitos de consumo, el padecimiento de enfermedades crónicas o nivel educativo.

Por qué el microbioma oral es tan importante

«Tener una mejor comprensión de la relación entre el microbioma oral y la depresión no solo nos ayuda a conocer los mecanismos detrás de este trastorno, sino que podría contribuir al desarrollo de nuevos biomarcadores o tratamientos para los trastornos del estado de ánimo», explica la doctora Bei Wu, vicedecana de investigación en la Universidad de Nueva York y autora principal del estudio.

La boca es el hogar de entre 500 mil millones y un billón de bacterias, lo que la convierte en la segunda comunidad microbiana más densa del cuerpo humano, solo por detrás del intestino. Aunque tradicionalmente se ha investigado la conexión entre el microbioma intestinal y la salud mental, es ahora cuando la comunidad científica empieza a descubrir el papel que podría desempeñar el microbioma oral.

Estudios previos en modelos animales, como el publicado en Nature Communications, ya habían revelado que una menor diversidad bacteriana en el intestino se relaciona con la aparición de síntomas depresivos. Pero pocos trabajos han explorado este vínculo desde la cavidad oral. Este nuevo estudio busca precisamente llenar ese vacío, utilizando información de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) de Estados Unidos, una de las bases de datos de salud pública más completas del país.

Un estudio masivo que vincula microbioma oral y depresión

Los investigadores analizaron muestras de saliva de más de 15.000 adultos entre los años 2009 y 2012, y las comparó con sus respuestas al cuestionario PHQ-9, un test estandarizado para valorar síntomas de depresión. Los científicos midieron la conocida como diversidad alfa —la cantidad de tipos distintos de bacterias orales presentes en la boca—, y encontraron una relación clara: a menor diversidad de microorganismos orales, mayor probabilidad de reportar síntomas depresivos clínicamente significativos.

Este hallazgo se mantuvo incluso tras ajustar variables como índice de masa corporal, consumo de alcohol y tabaco, antecedentes de enfermedades crónicas o el nivel educativo. En otras palabras, no era simplemente que quienes estaban deprimidos fumaban más o se cepillaban menos los dientes; la diversidad microbiana por sí sola estaba relacionada con el estado de ánimo.

«Encontramos una correlación negativa robusta entre la diversidad del microbioma oral y los síntomas de depresión. Esto sugiere que la disbiosis oral —un desequilibrio microbiano— podría ser un factor importante a considerar», señala la doctora Wu.

Una relación compleja y posiblemente bidireccional

Los investigadores advierten, sin embargo, que aún no se puede establecer una relación causal. ¿Es la baja diversidad bacteriana oral un desencadenante de la depresión? ¿O es la propia depresión, con sus efectos sobre el estilo de vida y el cuerpo, la que altera el ecosistema oral?

«Es posible que el microbioma oral influya en los síntomas depresivos a través de la inflamación o de cambios en el sistema inmune —explica la doctora Wu—. Pero también es probable que la propia depresión modifique la dieta, la higiene bucal o incremente el consumo de alcohol y tabaco, lo que termina afectando a la microbiota».

El estudio encontró también una relación no lineal. Es decir, dentro de un rango moderado, un aumento en la diversidad bacteriana se asocia con menos síntomas depresivos. Pero más allá de cierto punto, una especie de umbral de equilibrio microbiano, esa tendencia se atenúa o incluso se invierte. Esto sugiere que tanto una diversidad muy baja como una muy alta podrían estar vinculadas a desequilibrios sistémicos.

Una visita regular al dentista permite prevenir desequilibrios en el microbioma bucal y la aparición de trastornos del ánimo.

Una visita regular al dentista permite prevenir desequilibrios en el microbioma bucal y la aparición de trastornos del ánimo. Foto: Caroline L. M.

¿Por qué el microbioma oral puede influir en el estado de ánimo?

La investigación propone tres mecanismos principales:

Eje oral-intestinal-cerebral. Bacterias de la boca pueden migrar al intestino y alterar el microbioma intestinal, influyendo en el sistema nervioso y la respuesta inflamatoria.

Inflamación neuroinmune. Bacterias patógenas como la Porphyromonas gingivalis pueden generar neuroinflamación y afectar de este modo al hipocampo, clave en el procesamiento emocional. En este sentido, el tabaco reduce la variedad de bacterias beneficiosas y favorece la proliferación de microorganismos indeseables que no solo están asociados a enfermedades periodontales, sino también a inflamación sistémica y daño neuronal.

Metabolitos y neurotransmisores. Las bacterias orales producen ácidos grasos de cadena corta que regulan neurotransmisores y lípidos cerebrales asociados al estado de ánimo.

Factores que agravan la disbiosis oral y su vínculo con la depresión

En palabras de la doctora Wu, el trabajo de investigación encontró que ciertos hábitos y condiciones intensifican la relación entre el microbioma oral y los síntomas depresivos. Entre ellos, destacan los siguientes:

✳️ Fumar: reduce la diversidad bacteriana y favorece la proliferación de bacterias patógenas.

✳️ Consumo excesivo de alcohol: altera el pH bucal y el equilibrio inmunológico.

✳️ Pobre higiene dental: aumenta la inflamación y la disbiosis.

✳️ Tratamientos periodontales intensivos: reducen temporalmente la diversidad bacteriana.

✳️ Medicamentos antidepresivos: pueden producir sequedad bucal (xerostomía).

Además, la doctora Wu y sus colegas observaron diferencias de impacto según el género y la etnia. La relación entre diversidad microbiana y depresión fue más fuerte en hombres y personas blancas no hispanas.

Una ventana a nuevas terapias y diagnósticos

Aunque este estudio no permite aún establecer una relación de causa-efecto, sus implicaciones son prometedoras. Si futuras investigaciones confirman estos hallazgos, podríamos estar ante una nueva forma de abordar los trastornos depresivos.

«Nuestros resultados abren la puerta a considerar el microbioma oral como un posible biomarcador en el diagnóstico de la depresión —sostiene la doctora Wu. Y añade—: Incluso podría pensarse en intervenciones terapéuticas basadas en la restauración de la diversidad bacteriana en la boca».

En este sentido, la autora destaca que el trabajo forma parte de un esfuerzo más amplio para entender cómo el microbioma oral influye no solo en la salud mental, sino también en el deterioro cognitivo y en enfermedades neurodegenerativas como la demencia.

La diversidad bacteriana en la boca no solo protege contra enfermedades periodontales, sino que también podría influir en la salud mental. Patógenos como Porphyromonas gingivalis, favorecidos por hábitos como el tabaquismo, pueden inducir inflamación neuroinmune y dañar estructuras cerebrales como el hipocampo, clave en la regulación emocional. Imagen generada con DALL-E

¿Qué podemos hacer para cuidar el microbioma oral?

Esta investigación se enmarca dentro de una creciente corriente científica que busca entender la salud como un sistema interconectado. Ya no basta con ver el cuerpo como un conjunto de órganos aislados, sino como una red en la que bacterias, sistema inmunológico, cerebro y comportamientos interactúan constantemente.

Para mantener la salud del microbioma oral, los autores del estudio recomiendan seguir unos sencillos consejos, que pueden resumirse en lo siguientes:

✅ Cepillado dental dos veces al día.

✅ Uso de hilo dental y enjuague sin alcohol.

✅ Evitar azúcares refinados y comidas ultraprocesadas.

✅ Mantener una dieta rica en fibra, frutas y verduras.

✅ Visitas regulares al odontólogo.

✅ Reducir o eliminar el tabaco y el alcohol.

✅ Manejar el estrés y dormir adecuadamente.

Una boca saludable podría ser clave para una mente saludable

La doctora Wu y su equipo insisten en que todavía hay muchas preguntas abiertas. Para despejar la dirección de la relación y los mecanismos implicados, serán necesarias investigaciones longitudinales que sigan a los pacientes en el tiempo, así como estudios clínicos que analicen si mejorar el microbioma oral tiene un efecto directo en el estado de ánimo.

A su vez, la influencia del microbioma en otras dimensiones de la salud —como la cognición, la inflamación crónica y el metabolismo— promete convertirse en una de las líneas de investigación más fértiles de la medicina del futuro.

Mientras tanto, este estudio nos deja una valiosa lección: quizás la salud mental comience también por la boca. Y no solo por lo que decimos, sino por lo que en ella habita. ▪️

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