El origen precolombino de la lepra en América: un hallazgo que transforma la historia

¿La lepra llegó con los europeos a América? No exactamente. Un nuevo estudio internacional sostiene que Mycobacterium lepromatosis, una segunda bacteria causante de lepra, ya estaba presente en poblaciones indígenas de América hace al menos mil años.

Por Enrique Coperías

A partir de este tipo de muestras, como un diente humano, las técnicas de ADN antiguo permiten reconstruir genomas humanos y patógenos del pasado. Al fondo, una bandera wiphala que representa a las comunidades indígenas de Sudamérica. Cortesía: Nicolas Rascovan / Institut Pasteur

Durante décadas, la lepra ha sido considerada una enfermedad infecciosa traída al continente americano por los colonizadores europeos. Esta narrativa se ha basado principalmente en estudios genéticos de Mycobacterium leprae, la especie bacteriana más conocida y responsable de la mayoría de los casos de lepra actuales.

in embargo, una reciente investigación internacional encabezada por el Institut Pasteur, el Centro Nacional para la Investigación Científica francés (CNRS) y la Universidad de Colorado ha puesto en entredicho esta visión histórica.

En un artículo publicado en la revista Science, los científicos señalan que una segunda especie, Mycobacterium lepromatosis, infectaba a los seres humanos de América al menos desde hace mil años, mucho antes del primer contacto europeo. Este descubrimiento no solo transforma nuestra comprensión de la historia de la lepra en América, sino que también expone un panorama más complejo y arraigado de la evolución de esta enfermedad.

ADN antiguo que reescribe la historia

El equipo de investigación analizó casi ochocientas muestras: 389 de restos humanos precolombinos y 408 de pacientes modernos con lepra. A través de técnicas avanzadas de secuenciación de ADN y enriquecimiento genético, lograron identificar cepas antiguas de Mycobacterium lepromatosis en tres individuos que vivieron hace aproximadamente un milenio: uno en Canadá (XVII-B-357) y dos en Argentina (AR0018 y AR0353).

Ninguno mostró presencia de Mycobacterium leprae, lo que confirma que Mycobacterium lepromatosis circulaba de forma autónoma entre las poblaciones indígenas del Nuevo Continente.

Este hallazgo es crucial, ya que la evidencia osteológica de lepra precolombina en América ha sido escasa. Las nuevas pruebas genéticas rompen con la idea de que la lepra fue introducida exclusivamente con la colonización y sugieren que una forma endémica de lepra ya estaba extendida por el continente americano.

«Este descubrimiento transforma nuestra comprensión de la historia de la lepra en América —afirma la doctora Maria Lopopolo, investigadora del Institut Pasteur. Y añade—: Demuestra que una forma de la enfermedad ya circulaba entre las poblaciones indígenas siglos antes del contacto europeo».

Un mapa genético de cinco linajes bacterianos

La investigación también permitió reconstruir un árbol genealógico filogenético del agente patógeno Mycobacterium lepromatosis, en el que se identificaron al menos cinco clados—un grupo de organismos que comparten un antepasado común y todos sus descendientes— distintos:

✅ Un clado basal extremadamente antiguo, con más de 9.000 años, representado por cepas modernas halladas en Estados Unidos: NHDP-LPM-9 y NHDP-LPM-6.

✅ Un clado detectado en ardillas rojas del Reino Unido e Irlanda

✅ La cepa antigua de Canadá (XVII-B-357).

✅ Las cepas antiguas argentinas (AR0018 y AR0353).

✅ El clado dominante actual (PDDC), hallado mayormente en México y Estados Unidos.

Los análisis sugieren que estas cepas comenzaron a divergir hace aproximadamente 9.400 años. Cabe destacar que las cepas antiguas de Canadá y Argentina, a pesar de estar separadas por miles de kilómetros, son sorprendentemente similares, lo que implica una rápida y amplia dispersión del agente patógeno por el continente durante el Holoceno tardío.

Además, los científicos encontraron una versión de la bacteria, llamada NHDP-LPM-9, que tenía miles de cambios en su ADN, mucho más de lo normal. Esto sugiere que esta bacteria comete errores al copiar su información genética, como si tuviera dañado su sistema de corrección, y por eso acumula muchas mutaciones.

¿Una enfermedad zoonótica? El caso de las ardillas británicas

No obstante, no muestra mutaciones asociadas a la resistencia antimicrobiana, lo que sugiere que la acumulación de mutaciones es evolutiva y no inducida por tratamientos para combatirla.

El estudio también abordó la diversidad contemporánea de Mycobacterium lepromatosis. De las 408 muestras clínicas modernas analizadas, 34 resultaron positivas, principalmente en México y Estados Unidos. Curiosamente, solo una muestra provino de América del Sur, lo que podría indicar una subestimación del agente patógeno en esa región, debido posiblemente a un muestreo limitado.

En cuanto al clado de las ardillas rojas británicas, los investigadores sugieren que tal vez fue introducido desde América en el siglo XIX, coincidiendo con el comercio transatlántico de animales exóticos. La reciente diversificación genética dentro de este grupo, estimada en apenas 105 años, respalda esta hipótesis de introducción y expansión reciente.

Mycobacterium leprae, la bacteria causante de la lepra.

Mycobacterium leprae, la bacteria causante de la lepra.

Implicaciones para la salud pública y la historia

En palabras de la doctora Lopopolo, las conclusiones de este estudio van más allá de la paleomicrobiología. Revelan que la lepra tiene raíces profundas en las Américas, y por tanto desafía las suposiciones de que su presencia en el continente comenzó tras la colonización.

Además, ponen de manifiesto la existencia de una diversidad genética no muestreada que podría tener implicaciones importantes para la vigilancia epidemiológica y el tratamiento contemporáneo de la lepra.

«Este trabajo no solo reescribe la historia de un agente patógeno humano, sino que también nos permite entender mejor la evolución de las enfermedades infecciosas y su interacción con los humanos a lo largo del tiempo» señala Nicolás Rascovan, líder del estudio, en un comunicado del Pasteur.

Ciencia y ética: colaboración con comunidades indígenas

El proyecto fue desarrollado en colaboración estrecha con diversas comunidades indígenas. Se respetaron protocolos éticos para el uso de restos ancestrales, y los datos se compartieron en plataformas adaptadas a las necesidades de cada comunidad.

Este enfoque ético, combinado con tecnología genómica de punta, permite vislumbrar un futuro en el que la historia de la salud humana se escribe no solo con evidencias arqueológicas, sino también con ADN antiguo que permanece oculto en los huesos de nuestros antepasados.

Una nueva narrativa sobre la lepra en América

Los resultados de este estudio revelan que Mycobacterium lepromatosis es una especie bacteriana profundamente arraigada en la historia americana, con una presencia que antecede en siglos —y tal vez milenios— a la colonización europea. La reconstrucción genética de sus cepas, tanto antiguas como modernas, ofrece una nueva narrativa sobre la lepra en América: una historia no de introducción, sino de evolución endémica.

La ciencia apenas comienza a desenterrar los secretos de este agente patógeno milenario, y lo que antes parecía una certeza histórica —que la lepra llegó con los europeos— ahora se desmorona frente a la evidencia genética. A medida que se amplían los estudios y se integran más muestras de distintas regiones y épocas, la historia evolutiva de la lepra en América promete seguir revelando capítulos olvidados.

Pese a los avances, los investigadores advierten de que faltan por descubrir muchas piezas para completar el rompecabezas de la lepra. La falta de cepas intermedias, las largas ramas filogenéticas y la ausencia de datos genómicos de regiones como Asia subrayan cuánto desconocemos aún sobre la Mycobacterium lepromatosi.

Pero este estudio sienta las bases para una nueva era de comprensión, una en la que los movimientos humanos, los cambios ecológicos y los reservorios animales convergen para explicar la compleja historia de una de las enfermedades más antiguas y estigmatizadas de la humanidad. ▪️

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