Test genético para predecir la obesidad infantil y adulta: cómo funciona y por qué puede cambiar la prevención

Científicos desarrollan una prueba genética capaz de predecir la obesidad desde la infancia, con una precisión sin precedentes. La herramienta se basa en datos genómicos de más de cinco millones de personas y abre la puerta a intervenciones tempranas, personalizadas y eficaces.

Por Enrique Coperías

El test genético para obesidad representa un hito en la prevención temprana: permite identificar riesgos antes de que el exceso de peso dé lugar a enfermedades crónicas asociadas.

El test genético para obesidad representa un hito en la prevención temprana: permite identificar riesgos antes de que el exceso de peso dé lugar a enfermedades crónicas asociadas, incluso antes de los cinco años de edad. Foto: Rainier Ridao

Más de la mitad de la población mundial vivirá con sobrepeso u obesidad en 2035, según advierte la Federación Mundial de Obesidad. Una proyección alarmante que exige estrategias más eficaces, preventivas y accesibles que las disponibles actualmente.

Frente a tratamientos como los fármacos, la cirugía bariátrica o las dietas extremas, surge una herramienta prometedora que proviene de la genética: un test genético capaz de predecir el riesgo de obesidad incluso antes de que el peso corporal comience a incrementarse.

Un equipo internacional de científicos, liderado por el Centro NNF para la Investigación Metabólica Básica de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, y en colaboración con el consorcio GIANT y la empresa 23andMe, ha desarrollado un puntaje de riesgo poligénico (PGS) capaz de identificar, desde la infancia temprana, quién tiene mayor predisposición genética a desarrollar obesidad en la edad adulta.

Los resultados, publicados en la revista Nature Medicine, se basan en el análisis de datos genéticos de más de cinco millones de personas, el mayor y más diverso conjunto de datos de este tipo jamás utilizado para este fin.

Qué es un puntaje poligénico (PGS) y cómo puede predecir la obesidad

El puntaje poligénico funciona como una calculadora que analiza cientos de miles de variantes genéticas para predecir el riesgo de que una persona desarrolle obesidad. En este caso, la herramienta permite estimar con alta precisión el riesgo de obesidad, incluso antes de que factores externos, como la dieta, el sedentarismo y el entorno, empiecen a incidir en el peso corporal.

«Lo que hace que este puntaje genético sea tan poderoso es su capacidad de predecir, antes de los cinco años de edad, si un niño tiene probabilidades de desarrollar obesidad en la adultez, incluso antes de que otros factores de riesgo comiencen a influir en su peso. Intervenir a tiempo puede tener un impacto enorme», dice el doctor Roelof Smit, autor principal del estudio.

Este tipo de intervención temprana podría marcar una diferencia clave en la prevención de enfermedades relacionadas, como la diabetes de tipo 2, la hipertensión y las dolencias cardiovasculares, que suelen ir de la mano con la obesidad crónica.

Resultados del estudio: más de 5 millones de genomas analizados

El nuevo test genético representa una mejora sustancial respecto a los modelos anteriores. En concreto, duplica la capacidad predictiva del PGS más utilizado hasta ahora, desarrollado por Amit V. Khera y su equipo en 2019.

La mejora se debe, en gran parte, a la magnitud y diversidad del nuevo estudio. Para construir el nuev opuntaje de riesgo poligénico, los investigadores analizaron más de cinco millones de genomas, y luego lo validaron en muestras independientes de más de 500.000 personas. El nuevo test genético es capaz de predecir casi el 18% del peso corporal (IMC) de una persona europea usando solo su ADN, el doble de lo que lograba el mejor test anterior.

La profesora Ruth Loos, coautora del estudio y referente en genética de la obesidad, subraya la relevancia del hallazgo: «este nuevo puntaje poligénico representa un salto hacia adelante en la predicción genética del riesgo de obesidad. Nos acerca mucho más a una herramienta que podría ser útil en el entorno clínico».

Obesidad infantil: cómo el test detecta el riesgo antes de que aparezca el exceso de peso

Los investigadores utilizaron la cohorte ALSPAC, un seguimiento longitudinal de niños británicos desde el nacimiento, para evaluar cómo se manifestaba el riesgo genético a lo largo de la infancia. Y los resultados fueron muy intersantes.

Los niños con un PGS alto mostraban una aceleración en la ganancia de peso desde los dos años y medio, con una reversión de adiposidad más temprana. Recordemos que este concepto que se usa en pediatría y nutrición infantil para describir un momento en el crecimiento de un niño en el que su índice de masa corporal (IMC), que normalmente disminuye después del primer año de vida, vuelve a aumentar. Esto suele ocurrir entre los 4 y 6 años, y si este rebote ocurre antes de los 4 años, se considera un indicador de riesgo de obesidad en la adolescencia y adultez.

Este rebote es un conocido predictor de obesidad futura.

El PGS tenía poco valor predictivo al nacer, pero a partir de los cinco años, su aporte se volvía notable. Cuando se sumaba a otros datos disponibles al nacer, como el peso del bebé o la educación de la madre, el PGS duplicaba la capacidad de predicción del IMC futuro. A los ocho años de edad, por ejemplo, pasaba de explicar un 11% del IMC a un 21%.

Para prever el IMC a los 18 años, el PGS resultó especialmente útil en los primeros años de vida, cuando las mediciones clínicas por sí solas tienen limitada capacidad predictiva. Este hallazgo sugiere que los primeros años son una etapa clave para prevenir la obesidad.

Los adultos con mayor riesgo genético de obesidad alcanzan hasta un 70% de probabilidad de desarrollarla, frente al 1,7% en los de menor riesgo. Incluso quienes eran delgados a los veinte años tendieron a ganar más peso con el tiempo.

Los adultos con mayor riesgo genético de obesidad alcanzan hasta un 70% de probabilidad de desarrollarla, frente al 1,7% en los de menor riesgo. Incluso quienes eran delgados a los veinte años tendieron a ganar más peso con el tiempo. Foto: Ehimetalor Akhere Unuabona

¿Funciona también en adultos?

La prueba genética también fue evaluada en adultos de diferentes orígenes genéticos. En la cohorte del UK Biobank, las personas con puntuaciones más altas tenían hasta 69% de probabilidad de padecer obesidad, mientras que el 1% más bajo apenas llegaba al 1,7%.

En el estudio longitudinal PLCO, quienes tenían un PGS alto tendían a ganar más peso entre los 20 y los 50 años, incluso si comenzaban con un peso saludable.

En ensayos clínicos, como el DPP y el Look AHEAD, que promovían cambios en el estilo de vida, las personas con mayor predisposición genética perdieron más peso en el primer año, pero también fueron más propensas a recuperarlo posteriormente. Esto revela la complejidad del componente genético del peso y su interacción con el entorno.

Respuesta a tratamientos y estilo de vida: ¿puede la genética orientar la intervención?

Uno de los aportes más importantes del estudio es su mensaje contra el determinismo genético. Tener una alta puntuación PGS no condena a la obesidad. Al contrario, puede indicar quién responderá mejor a los cambios de estilo de vida.

«La genética no es destino. Las personas con alta predisposición genética a menudo son también las que más responden a los cambios saludables. Eso contradice la visión de que los genes marcan un camino inmodificable», adviertela profesora Loos.

Pese a su potencia, el test aún funciona mejor en poblaciones europeas que en personas de ascendencia africana. Esto se debe a la subrepresentación de estas poblaciones en los estudios genómicos globales.

El doctor Smit lo señala claramente: «Necesitamos más diversidad en los estudios genéticos. De lo contrario, estas herramientas pueden ampliar las desigualdades en salud en lugar de reducirlas».

Claves para entender la utilidad del test genético de obesidad

Pregunta Respuesta breve
¿Puede saberse si un niño tendrá obesidad? Sí, con el PGS se puede anticipar desde los 2-5 años.
¿El test sustituye a la dieta o al ejercicio? No. Es una herramienta complementaria.
¿Se puede usar en adultos? Sí, también predice ganancia de peso en la adultez.
¿Es igual de preciso en todas las etnias? No. Funciona mejor en población europea.
¿Ayuda a personalizar tratamientos? Sí, puede orientar intervenciones más efectivas.

Hacia una medicina de la obesidad preventiva y personalizada

Aunque aún no está listo para un uso clínico rutinario, este test genético para predecir la obesidad marca un hito en la medicina preventiva. Puede integrarse en estrategias más personalizadas y anticipar problemas antes de que el exceso de peso se consolide.

Con la medicina de precisión en auge, herramientas como este PGS para obesidad podrían ser clave para identificar a tiempo a personas en riesgo, permitiendo actuar cuando las intervenciones tienen mayor impacto.

En palabras del doctor Smit, «el nuevo test genético no solo mejora la predicción del riesgo de obesidad, sino que ofrece una oportunidad real de intervención temprana y prevención efectiva, especialmente en los primeros años de vida». ▪️

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